Si ya de por sí el camino se estaba poniendo difícil, con la aparición de la omega era peor.

Sólo pedía que no se encontrará con Usa, de lo contrario terminaría empeorando todo.

Filipinas había tenido la idea de tener una comida con Usa con la compañía de sus hijos, por cortesía después de todo su relación de amistad avanzó en los últimos meses

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Filipinas había tenido la idea de tener una comida con Usa con la compañía de sus hijos, por cortesía después de todo su relación de amistad avanzó en los últimos meses.

Rumika aceptó, no se podía decir lo mismo de Rusell.

─ Swettie, no haz comido nada ─ mencionó el omega hacia el beta.

─ Es que...no tengo hambre.

─ Pero es tu comida favorita.

─ No quiero....

─ Rusell, si quieres puedo pedir otra cosa, lo que desees ─ entró a la conversación el filipino, alzando la mano. ─ Discul-

─ ¡No! D-digo, no es necesario, sólo no tengo hambre... ─ se intentaba excusar el inglés menor, dejando sus cubiertos sobre el plato casi intacto. ─ Tengo que ir al baño.

Fue a su destino extrañando a los demás de la mesa, el estadounidense iba ir tras él pero su hijo menor se adelantó. Filipinas y Usa regresaron su atención a la mesa aunque el último tenía una expresión de preocupación grabada en su rostro, esto no pasó por el alfa quién en un afán de calmarlo posó su mano sobre la del omega.

Éste sonrío tiernamente ante el gentil tacto. Filipinas hizo lo mismo.

─ Lo odió, lo odio... ─ confesó Rusell.

─ No digas tonterías.

─ ¡No ves como ve a mamá! Poco y más lo come con la mirada ─ a puño cerrado golpeó el lavamanos ─ No quiero verlo junto a él.

─ No puedes decidir sobre la vida de mamá, él puede hacer lo que quiera.

─ ¡Y sí ese alfa se convierte en nuestro padrastro! ¿¡Te imaginas eso?! ¡Nosotros sólo tenemos un padre, nadie puede ocupar su puesto!

─ No hables por ambos...

El beta chasqueó la lengua.

─ Sólo te pido que ocultes mejor tu disconformidad, no por mí ni por Filipinas, si no por nuestra madre ─ el de media casta se lavó la cara para calmarse. ─ Te guste o no, mamá seguirá teniendo contacto con él.

─ Bien... ─ empezó a caminar para salir del baño pero sintió un golpe en la espalda. ─ What the fuck?! ¿¡Y eso por qué?!

─ Por hacerte el enojado y no comer, no estarás chillando cuando te de anemia ─ estampó su mano contra su hermano. ─ Si dejas un mísero grano de arroz, te voy a enseñar a tragar hasta los pedazos del plato.

El mayor río nervioso, no se sometió a la voz de mando ya que su similar no la utilizó con el fin de doblegarlo.

Ambos hermanos salieron con normalidad, el americano tatuó una sonrisa al ver que su cachorro empezó a comer aunque a ojos ciegos Rusell estaba sufriendo, sentía la mortífero mirada de su consanguíneo. El hijo mayor dejó el plato totalmente limpió.

❝ Nacitav ❞ ─ RusAmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora