capitulo 38

                                    

                                          
Sebastián
Aadya me mira, sin poder creer lo que escuchó, baja su mirada y sus lágrimas empiezan a salir.
Me acerqué a ella al instante, tenía miedo, mi cuerpo temblaba pero tenía que arreglar las cosas con ella. — Quería decirte la verdad, lo juro pero...— traté de tomar su mano, pero ella al instante lo impidió.
— ¿Pero qué? Se te hizo más fácil venir a esconderte aquí con...
— ¡No! No quería que te enterarás así y ella ni si quiera vi...
— Suficiente...— me interrumpe —  es suficiente, pensé que necesitabas tiempo para pensar las cosa y...te dejé, queria venir pero decidí darte tu espacio pero veo que tú disfrutaste mucho de tu espacio.
— N-No eso solo pasó...
— Es...es por está razón, por la que no te quería marcar — suelta alejándose de mí y sentí como mi vida se me iba de las manos, no entendía nada, pero tenía que retenerla.
— Yo no hice nada, pero ella siguió sacando su aroma y...
— ¡Suficiente! ¡Es suficiente! — gritó saltándose de mi agarre — Asher igual sacaba su aroma y no por eso cai en sus brazos y me acosté con él.
— Mi Luna...por favor, no pasó na...
— No, yo, ya no soy tu Luna. — dijo aquellas palabras y desapareció de mi vista en un instante, mi estómago se revolvió, mi corazón se apretó tanto que sentí que explotaría en cualquier momento.
— Si que se puso inten...
— Vete. — ordene sin siquiera verla.
— ¿Qué? pero yo no...
— ¡Qué te vayas! ¡No quiero verte!
— Oye no tienes porque enojarte, tu fuiste el que perdió el control.
— ¡No digas mentiras! ¡Yo no hice nada,  fuiste tu la que impregnó su aroma en mi al ver qué me desmaye porque no quería hacerlo! armaste todo y me hiciste creer que tuve algo contigo.
— ¿Así? ¿Y por qué no se lo dijiste? — pregunta y yo me quedo en silencio, sería muy difícil que ella creyera algo como eso. — ¿Tan poca es su confianza? Qué triste, parece que si necesitas a alguien más.
— Vete — gruño. Y salgo de ahí rápido. No lo sabía era una suposición muy vaga mía, pero al ver su expresión puedo ver qué no pasó nada, aunque su aroma me llame, no provoca en mí que yo quiera tener relaciones con ella. No me atrae, no como mi luna.
Voy hacia sus tierras para hablar con ella, pero al llegar veo que muchos vampiros están platicando confundidos.
— ¿Y tú qué harás ahora?
— No lo sé, posiblemente me vaya.
— ¿y tú?
— Yo igual, si ella no va estar aquí, no tiene caso seguir aquí. — hablan entre ellos y alguien se acerca a mi
— ¿Qué haces aquí? —me pregunta alguien que ni siquiera conozco — ¿Buscas Aadya?
— Si.— afirmo al escuchar su nombre
—  ¿Dónde está?
— Se fue. — dijo simple y sin ninguna importancia pero mi corazón se descontroló al oír aquellas palabras.
— ¿Cómo que se fue? ¿Adónde? ¿Con quién? ¿Por qué? — suelto tantas preguntas y el Vampiro solo suspira
— No lo sé, dijo que se iría y que somos libres de quedarnos o irnos, solo dijo eso y Asher fue atrás de ella.
No podía creerlo, escuchar su nombre de aquel tipo me irritaba, no podía soportarlo y estallé.