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—¿C-Cómo?

—Si bueno, creemos que Chayanne podría equivocarse, tiene afortunadamente dos papás, así que con dos está muy bien. —Me dijo Missa algo incómodo. —Es por eso que ya no va a venir.

—Sinceramente a mí me molesta que Ramón esté hablando todo el día de ti como si fueras la gran cosa, nosotros somos los padres legítimos. —Se quejó Spreen.

—Roxy, no te lo tomes a mal, pero Trump necesita a sus dos padres, y es mejor así. —Me dijo Maxo.

Eh, por mi está bien que cuides a Dapper cuando no estoy. —Dijo Bad mirando a todos.

—Claro boludo, porque tú eres padre soltero, si vos tuvieras una pareja entonces nos entenderías. —Le dijo Spreen.

—Por nosotros está bien que cuides a Juanita, le agradas. —Dijo Mariana y Slime asintió de acuerdo.

Ella necesita una figura femenina.

—Con nosotros no tenemos problemas de que pases tiempo con Bobby, eres bienvenida siempre. —Me sonrió Roier.

—No quiero que te acerques nunca más a mi hijo, ¿Escuchaste o no escuchaste? —Bramó Quackity llevándose a Tilín a rastras.

No es nada contra ti, Roxy. —Me dijo decaído Philza.

No se preocupen, los entiendo. —Sonreí normal.

Me alegro que te lo hayas tomado a bien, nos tenemos que ir. —Dijo Fit llevándose a Ramón, siendo seguidos por un rabioso Spreen.

Todos se fueron, y solo me quedé con la familia de Roier.

—Bobby quiere ir a pintar contigo, ¿Vamos? —Me preguntó Roier.

—Lo siento, quizás en otro momento. —Murmuré yendome en otra dirección.

Si me había pegado demasiado el hecho de que ninguno haya querido que cuidara a los niños, pero está bien, los entiendo, ellos tenían parejas, yo no entraba en esas familias.

Escuché unos pasitos atrás de mi.

—Bobby, ve con tus padres. —Le dije afligida.

El pequeño huevo corrió hasta ponerse frente a mí, y luego colocó un cartel.

«Ya no sé awite, jefa, ahorita pintamos un rato y...» Bobby puso otro cartel porque se le había acabado el espacio. «y ya se tranquiliza, añeñe».

Bobby se puso a saltar esperando una respuesta.

Le sonreí un poco y asentí.

Pronto me empujó para ir hacia donde Roier y Jaiden nos esperaba.

Cuando llegamos a su casa, Bobby me empujó por las escaleras, haciéndome llegar al tercer piso, y tras darme un canvas comenzamos a pintar.

Roier puso canciones mientras Bobby, Jaiden y yo pintabamos. Incluso nos dio un concierto privado.

°°°

—Y... ps sucedió la verdad. —Habló Roier nervioso.

Miré a ambos huevos corretearse, Bobby jalaba el moño de la niña.

—¿Cómo es que...? No me malentiendas, pero él no confío en mi, pero contigo no tuvo ningún problema.

—B-Bueno, supongo que... no, la verdad no sé y no quiero regarla contigo. —Me dijo.

Bufé mirando a los niños.

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