Capítulo 8.

                                    

                                          
                                                               
Alexia 
El sonido de la gota de agua cae de la máquina e impacienta mis emociones en estos instantes. 
Dejo caer mi cuerpo en el respaldo de la silla alzando la vista encima de la cámara que hay en la esquina de la sala. 
Nada más pensar en ello, frunzo el ceño. 
Lo más probable es que estén analizando mi comportamiento y aclaraciones tras la vitrina que hay delante mía. Y sí, veo muchas series policiacas. A pesar de que la vitrina sea translúcida, sé que están ahí. 
Reviso mi reloj de mano, marca las diez de la mañana. Han pasado cinco minutos desde que Hugo se fue, y sí, no sólo es oficial del cuerpo de policía, si no también mi tío. 
Ambos mantenemos una buena relación, mucho mejor que con mi padre. Él es un hombre de pocas palabras, frío, rudo, alguna que otra vez no tiene respeto hacia mi persona. Mientras tanto Hugo es todo lo contrario. 
- Perdón la tardanza - aparece con la mirada desencajada- 
- Vuelvo a declarar de que no tengo nada que ver con la muerte de la directora - recalco cada palabra al pronunciarse- 
- Alexia, estabas en la universidad antes de su muerte, ¿Qué hacías ahí por la madrugada? - espera tanto mi respuesta que no se lo doy. Golpea tan fuerte la mesa que hace que dé un sobresalto- responde por favor - sería la primera vez en mis veinte años que sentencio esta actitud de él- 
- Robar un examen - cruzo los brazos. No es mentira, siempre hablo con toda la sinceridad por delante-
- Joder....eso es un delito y lo sabes - la gran barba que deja crecer, no le deja ver su admirable rostro de jovenzuelo- 
- En este país hay muchos delitos que no son justificables y mucho peores que este - repaso la madera de la mesa con ambas manos- ¿De verdad crees que soy capaz de hacer una cosa así? - los ojos de él demuestra debilidad- Hace un rato te fuiste, ¿Todo bien? 
- No, nada bien. Pero, no tengo porque estar dando explicaciones a una joven. Aún así no te vas a quedar con la tuya, ni tú, ni el resto de tus amigos - utiliza un tono de voz que no me gusta, a su vez incorpora su cuerpo robusto dejando su postura la más adecuada- 
- No son mis amigos - levanto de la silla, dejan paso para irme de este cuchitril de sitio- 
Alzo la vista, veo a Emma bastante afectada, a Nico compañero de carrera de Química mantiene una conversación con una chica de pelo castaño y ojos claros, la otra presencia desconozco su nombre pero por lo visto también se encontraba en el centro a la misma hora que el resto.
- Emma, nos vamos - una mujer alta con tacón de aguja y un traje que resalta sus curvas atrapa el brazo de ella con fuerza- 
- Eh disculpa, Emma y yo tenemos que hacer un trabajo juntas para esta semana - intervengo delante de ellas antes que ocurra algo que ella no le guste- 
- Sabiendo sobre la muerte de la directora, dudo que esta semana tengáis clases. A si que por favor me llevo a mi hija - ella pasa al lado mío, mientras que mi chica me mira con cara de súplica- 
- No es tu hija...zorra- susurro, y  observo el lugar. El rudo de mi padre no está- 
Ni estar detenida le importo. Agarro mi monopatín y me guío con él para llegar a casa. 
Al doblar la esquina un coche impacta contra mi cuerpo y salgo encima de la carretera.