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"Un nuevo homicidio sorprende a Florida. En la noche de ayer en uno de los más lujosos restaurantes de la ciudad se encontró sin vida al cocinero principal. Los forenses han encontrado similitudes en las marcas de su cuello con las víctimas del asesino serial que ha estado acechando nuestra ciudad. Muchos de los empleados dicen no saber nada, mientras que otros han sacado a dos sospechosos, ambos meseros y nuevos empleados del local".
—Así que dices que estuviste en una cita en la misma hora y en el mismo lugar donde ocurrió ¡y no te quedaste a investigar! —le gritó Quackity.
—Estaba Dream conmigo. No podía decirle que tenía que quedarme para averiguar quién era el asesino. 
—¡Ese hombre te está deteniendo! Ya es la segunda vez que estás cerca del asesino y no puedes hacer nada porque ese tipo no puede saber que eres un cazarecompensas.
—Mira el lado bueno. Al menos sabemos que Dream no lo mató. 
—Igual no me atrae buenas vibras.
—Oh, casi lo olvido. Dream mencionó que uno de los meseros le parecía sospechoso.
Quackity se queda pensando.
—Tengo la sospecha de que Dream tenía algo que ver ahí. Quizás es aliado del verdadero asesino  y "le echó la culpa" a otro tipo para cambiar tu atención hacia alguien inocente.
—No tiene sentido. Si Dream hubiera sabido del asesinato me hubiera llevado a un lugar más lejos para que no pudiera intuir que él tenía algo que ver.
—A menos que él haya pensado que tú ibas a pensar que él nunca te llevaría a un lugar donde ocurriría el asesinato, ya que podrías intuir que él tenía algo que ver.
—Creo que le estamos dando muchas vueltas al asunto. Dream no tiene nada que ver con los asesinatos. Tú solo tienes envidia que esté con alguien más.
—Claro que no. Yo no necesito a nadie. Puedes estar con quien quieras. No necesito a alguien que me distraiga de mi trabajo.
...
Dream corría tranquilamente como de costumbre. Eran apenas las cinco de la mañana y el cielo empezaba a aclararse. De repente siente que alguien le arrebata sus audífonos. Se da la vuelta al instante. Alguien lo empuja y caen ambos sobre la acera.
—¡Me prometiste que nadie se iba a enterar! ¡Van a meterme a la puta cárcel por tu culpa! ¡Voy a delatarte, hijo de puta!
—Hey, hey, hey —le dice Dream tranquilo, sujetando las manos del chico para que no lo pueda golpear—. Manos a calmarnos y hablar como personas civilizadas.
—¡No! ¿¡Acaso no me has escuchado!? ¡Me van a meter a la cárcel por tu culpa!
—Nadie te va a meter a la cárcel. Mira —Dream sacó su billetera y le alcanzó unos billetes—. Toma esto. Te conseguiré un buen abogado, Tommy. Solo mantén la boca callada porque si te atreves a decir algo no voy a tener miedo ni pena por matarte.
Tommy le quita los billetes de la mano y los mete rápidamente a su bolsillo mientras se levanta.
—Más te vale que no termine en la cárcel, porque soy capaz de contarles todo aunque yo también termine muerto.
—Te doy mi palabra que no terminarás en la cárcel.
—Bien.
Tommy se va corriendo.
Dream se levanta y se pone sus audífonos de nuevo. Por supuesto que Tommy no iba a terminar en la cárcel si lo mataba primero.
Empieza a correr hasta alcanzarlo, lo tira al suelo y empieza a patearlo.
—¿¡Qué mierda te-
Toma su cabeza con ambas manos y la empieza a golpear contra la acera. Tommy lo empieza a arañar, pero es inútil. La sangre empieza a salir manchando todo a su alrededor. Dream lo suelta y se ve a sí mismo lleno de sangre. Los primeros rayos de sol empiezan a aparecer. No puede dejar a Tommy ahí. Tiene que deshacerse del cuerpo lo más pronto posible. 
Lo toma entre brazos. Mira hacia todos lados sin saber qué hacer. Alguien podría pasar y verlo en cualquier momento. Tiene que actuar rápido. 
Ve un contenedor de basura y corre hacia allá. Abre una de las bolsas y trata de meter el cuerpo dentro. Pone otras bolsas encima tratando de esconderlo. Se saca su camiseta y limpia toda la sangre antes de tirarla al contenedor. 
Seguía siendo algo muy arriesgado dejarlo ahí, pero era lo único que podía hacer.
Cuando cruza la esquina se encuentra con George que se queda asombrado al verlo sin camiseta.
—Tú... —las palabras de George se quedan en el aire. Sus mejillas se sienten calientes al instante.
—Hola, George —dice tratando de no sonar como si acabara de asesinar a su colega.
—¿Y tu... tu camiseta?
—Está haciendo mucha calor y correr no ayuda mucho. Además soy un poco presumido.
—No hay razón para ocultar un cuerpo tan... tan trabajado.
—Gracias —Dream sonríe, sintiéndose feliz que alguien notara sus esfuerzos—. ¿Qué haces caminando tan temprano?
—Estaba buscando un lugar para desayunar a estas horas. Tengo mucho trabajo que hacer hoy y no quiero que la comida me reste tiempo valioso.
—¿Qué trabajo tienes?
—Ya sabes. Codificar algunas cosas y... eso. 
—Pues por suerte para ti conozco un buen lugar para desayunar y no queda tan lejos.
—¿En serio? ¿Dónde es?
—En mi casa.
—No sabía que tenías un restaurante en tu casa.
—Claro que no, tontito. Te estoy invitando a desayunar en mi casa. Soy un buen cocinero.
—No quiero incomodar.
—No incómodas. Vamos antes de que te arrepientas.
Dream puso su brazo sobre los hombros de George guiándolo hacia su casa sin pasar por la avenida donde acababa de asesinar a Tommy. Más tarde se encargaría de ese asunto. Por ahora tenía que desviar la atención de George antes de que lo descubriera.