Almorcé con Jin lo que en Valaquia y toda Rumanía, supongo, llamaban "biftec robado", una exquisita mezcla de rodajas de tocino, cebolla y carne de res; todo sazonado con pimiento rojo en palos y asado. Me ofreció después un dulce vino tintado que reconocí de inmediato, pues me lo había ya ofrecido en varias ocasiones.
-¿Qué es?- le pregunté.
-Oh, Mediasch Dorado. El Conde ordenó que se te ofreciera ya que no es fuerte en absoluto y tampoco tiene mayores efectos, aunque te raspe un poco la garganta.
Asentí asombrado. Debía ser caro, todo aquí lo era.
-Eso es bueno, no estoy muy acostumbrado al alcohol de cualquier manera.
-Como siempre.
Sonreí intrigado.
-¿Siempre?
-S-sí... La mayoría de omegas son así.
(No somos cualquiera)
Estuve de acuerdo con la indignación de mi lobo, sacando una risita de complicidad. Miré el juego de ajedrez sobre la mesa, en la segunda ronda le había ganado a Jin con pucheros y miradas de rivalidad dando un jaque mate al rey de su lado.
Cuando grité un ¡Tómala chupasangre! Jin negó con los ojos acuosos mientras decía que le debía el haber ganado a su vano esfuerzo.
Fue una increible jugada, me preguntaba si a Jungkook también le ganaría con tal rapidez. Sería una elevación al ego ver su rostro de perdedor.
-Son exactamente...- sacó su reloj de bolsillo, de plata intacta- Las once horas del día con veintidós minutos exactos, deberíamos volver.
-¿Tengo algo más que hacer hoy?
-Las tutorías- comentó extrañado.
-Oh, bueno. Repasaré eso y leeré un poco entonces.
Nos levantamos con un ánimo renovado, quería seguir pasando tiempo con él pero sabía que tenía cosas que hacer y no me atrevería de cualquier manera a seguirlo molestando.
El castaño devolvió todas las piezas de madera barnizada a su caja y acomodó los cojines.
-¿Cuándo volveremos a venir?
-No lo sé. Hablaré con Jungkook, si nos concede el permiso de venir lo haremos- me dijo.
-Está bien. ¿Te ayudo a llevar los platos?
Me balanceé en las puntas de mis pies con la cabeza ladeada. Incluso con Seokjin, me sentía pequeño.
-Oh no, no debes. Volveré por ellos, vamos.
Salimos juntos, yo pisándole los talones de nuevo. Quizás es su condición de vampiros pero es tan difícil seguirles el paso, es como si caminaran en 2x.
Estábamos por cruzar hacia las escaleras de regreso a la habitación cuando escuché voces; las primeras voces ajenas a los tres vampiros. Frené mi caminar localizando el sonido en la puerta entreabierta al fondo de uno de los pasillos con dirección a la derecha.
Me dije a mí mismo que no era de mi incumbencia más me encontré acercándome con lentitud hasta las fuertes voces mientras Jin seguía su camino con ápice de apuro.
Resultó ser que los murmullos venían de incluso más adentro, un pasadizo en forma de L con muchas puertas.
Mi omega agudizó el oído.
(¿Eso significa que saldremos?)
Escuché claramente como uno de los hombres, todos con la voz ronca digna de un Alfa; decía lo que mi omega había traducido como "estar preocupado acerca de un evento tan grande en tan preocupantes condiciones".
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VALAQUIA | KOOKV ⚰️
Poetry↠1897 Kim Taehyung es enviado a Rumanía a contribuir con las tutorías coreanas del Conde, con un rosario en la mano y un diario taquigrafico digno de la época victoriana lo que menos esperaba era caer en manos del dueño de la sangre, la eterna vida...