07

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George espera en la sala mientras Dream se cambiaba de ropa.

—¿Y de dónde se conocen tú y Clay? —le preguntó la madre.

—Nos conocimos en un bar cercano de acá. Él fue muy amable todo el tiempo, bueno, siempre lo es.

—Así siempre ha sido mi niño. Es alguien sumamente dulce y me alegra que ya haya conseguido un novio tan dulce como tú.

—¿Novio? Nosotros solo somos amigos.

—Oh, lo lamento. Como dijo que irían a una cita supuse que estaban en una relación. Lleva toda su vida sin pareja. La única relación que tiene es con su habitación y el deporte. Desde lo ocurrido con mi menor hija, no ha tenido mayor interés en amigos ni parejas. Me alegra saber que está abriendo más su círculo social.

—Parece alguien muy extrovertido.

—Lo era. Ha cambiado mucho estos años.

Dream baja las escaleras con rapidez poniéndose detrás de George.

—¿Por qué estás hablando mal de mi con tu madre? —dice con un tono divertido.

—No estábamos hablando mal de ti. Solo le decía que ya no tienes vida social.

—Si no tuviera vida social crees que este bombón —dice refiriéndose a George, lo que hace que se ría nerviosamente— estaría aquí.

—Es la una excepción. Ya no hablas con tus otros amigos.

—No hay tiempo para desperdiciarlo en personas que no lo merecen. Por eso nos vamos.

Dream lo toma del brazo en un acto caballeroso y lo lleva hasta fuera de la casa.

—Maldito niñato —murmura su madre para sus adentros.

...

El lugar para su cita fue un restaurante demasiado refinado y privado. Era extremadamente grande para la cantidad de mesas que había. Tenían un pequeño escenario donde tocaban jazz unos músicos. La música era baja como para poder escuchar a perfección a tu acompañante. Las luces no eran ni lo suficientemente fuertes como para quedar cegado por tanta luminosidad, ni lo suficientemente bajas para que sea imposible ver.

George se sentía un poco fuera de lugar en ese restaurante tan fino cuando ni siquiera había imaginado ir a un lugar así.

—¿Acostumbras venir aquí?

—Claro que no. Si viniera aquí frecuentemente perdería la gracia. Solo es para ocasiones especiales.

—Es solo una primera cita.

—No es UNA primera cita, es LA primera cita. Quiero que sea algo memorable.

—¿No crees que es... demasiado?

—¿Demasiado? —Dream le quita la carta—. No mires los precios. Yo invito. Después de todo fue mi idea la de la cita. Además, no es como si vayamos a este restaurante todos los días. Puedo pagarlo.

Dream le regresa nuevamente la carta y mira la suya, pensando en qué pedir.

El mesero llega y toma la orden antes de retirarse. Dream se le queda viendo un rato al mesero hasta que lo pierde de vista.

—¿Lo has visto? —le pregunta a George en voz baja.

—¿A quién?

—Al mesero. La última vez que vine no estaba él.

—Hay muchos meseros y seguro deben contratar más.

—No. Imposible. Son demasiado exquisitos a la hora de elegir a sus empleados —Dream intenta buscarlo con la mirada—. No me da buenas vibras. En fin... ¿Hasta cuándo piensas quedarte aquí en Florida? Dijiste que viajabas mucho.

—Uhmm... No lo sé en verdad. No es algo que sea definido. Mi amigo es el que me transporta a todas partes, así que supongo que cuando él quiera irse.

—No quiero que te vayas. Eres lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo.

Dream toma la mano de George por debajo de la mesa, acariciando con delicadeza cada uno de sus dedos.

—¿No te gustaría quedarte? Tal vez Florida no sea tu lugar de ensueños, pero no estaríamos tan distanciados. Podríamos comprar una casa.

—Estás yendo un poco rápido —admite, sintiéndose cohibido por decisiones tan drásticas.

—¿De verdad? —Dream suelta su mano—. Lo siento. A veces me dejo llevar por la emoción. Siento que te conozco toda la vida y no puedo dejar de hacer planes en mi cabeza.

—Está bien. A todos nos gusta imaginar muchas cosas para el futuro, pero no soy alguien de quedarse en un lugar fijo. Además ya me acostumbré de ir de un lado a otro.

Tenía la esperanza de que Dream estuviera conforme con su excusa. Sería muy raro explicarle que era un cazarecompensa y su verdadera razón de estar ahí era en busca de un asesino serial y no el amor de su vida.

—¿Y si alquilamos una casa mientras estés aquí?

—No lo sé. No es que no quiera. Pero es tan probable que me vaya mañana como que me vaya en unas semanas o unos meses. Además no sé si tenga tiempo para buscar una casa en alquiler.

—Yo puedo encargarme de eso.

—¿Alguna vez te han dicho que eres insistente? —dijo algo incómodo.

—Perdón nuevamente. Como mi madre te habrá dicho, yo nunca he estado en una relación y ya tengo más de veinte... Estoy algo desesperado si te soy sincero. A todo esto, ¿por qué demora tanto la comida? La otra vez que vine-

Sus palabras se cortan al escuchar un grito, probablemente de unas de las empleadas, ya que provenía de la cocina. Todos se ponen alertas. Se escucha un murmullo de parte de la misma mujer que gritó. El mensaje recorre por todo el restaurante hasta llegar a ellos. "Alguien acaba de asesinar al cocinero principal".

Todos empiezan a correr y salen del local. Dream y George se ponen de pie, miran disimuladamente al otro antes de tratar de ver la escena, pero son llevados por la multitud hacia afuera.

—¿Dónde está el mesero? —pregunta Dream.

—No creerás que él lo hizo, ¿o sí?

—Se miraba sospechoso. Mi instinto no me engaña.

—Podría ser el asesino serial.

—Tienes razón. Creo que lo mejor será irnos. No es muy seguro estar aquí.





Matar o Morir [Dreamnotfound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora