Señor Aleman

                                    

                                          
Los hechos estan ubicados en el lanzamiento de campaña de Leonel, antes del cumpleaños de Gema.
Parker.
Tamborileo los dedos en la barra correspondiendo la amabilidad de los que saludan por cortesía, siendo sincero no me gusta este tipo de eventos, ni estar rodeado de mucha gente.
Stefan alza la mano para saludarme a lo lejos y respondo con una leve inclinación evitando que se acerque.
—Parker —Patrick me pilla desprevenido— No sé si saludarte o darte el sentido pésame.
Lleno mis pulmones de aire, de seguro ya sabe lo de Gema y está prediciendo la hecatombe que se viene con el coronel.
—Me caes bien, pero metiste la pata hasta el fondo.
—Rachel está bajo mis órdenes y soy libre de hacer lo que me plazca.
—Te entiendo, pero evita darle esa respuesta a Christopher cuando te pregunté —deja su copa de champagne— Créeme que quise evadir su 
petición, pero lo conoces e iba a romperme las piernas si no le daba respuestas.
—Déjalo —contesto resignado— Ya no hay más alternativa que aceptar sus represalias.
—Buenas noches —Simón llega a la barra con ojeras que se ven a leguas— ¿Como va la velada?
—¿Todo bien? —pregunto. No tiene buen aspecto.
—No —responde sin titubeo— No estoy bien y vengo asegurarme de no ser el único que tiene problemas no paranormales con sólo veintiocho años.
—¿Que? —inquiere Patrick— ¿A qué te refieres con paranormal?
—Dije no paranormal —pide un trago—Ya saben, líos... —se acerca bajando la voz— Cuando no se despierta el animalito.
Ambos fruncimos el cejo.
—Oye tengo entendido que un evento paranormal es una experiencia con un ser de otra dimensión, en mi diccionario no tengo nada con problemas de erección.
—Pues yo sí. Antes se me paraba normal y ahora no, por eso digo que es un evento no paranormal —estrella el vaso en la mesa— Y es una mierda, me siento como un anciano de ochenta años y ya no puedo ni dormir porque temo a que mi esposa me apuñale.
—No chinges —Patrick se le burla en la cara— Pensaba que te lo había chupado alguna alma en pena.
—No te burles que es un problema serio —lo regaña su amigo.
—Ayúdate con videos, revistas, medicamentos... —propongo.
—No voy a tomar viagra, ósea es ilógico a mi edad.
Bebe el contenido del vaso y pide otro.
No tengo idea de que otro consejo darle, nunca he pasado por algo parecido y aunque sea difícil de creer varias veces desee tener ese tipo de problema.
—Carajo —comenta Patrick con la mirada fija sobre mi cabeza— Ni que Tyra Banks ni que Beyoncé. Brendita señores.
Simón abre los ojos sorprendido siguiendo el trayecto de sus ojos y yo me recuesto en la barra cuando siento su cercanía.
—Hola —saluda a mis compañeros con un beso en la mejilla y me es inevitable no detallarla— Capitán.
Me dedica una leve inclinación con la cabeza y empieza hablar de las propuestas que ha recibido en tan corto tiempo. Por más que trato de no mirarla mis ojos me traicionan, antes me contenía, pero ahora es inevitable después de haberla visto desnuda deleitándome con el voluptuoso y provocador trasero que tiene.