『 02: Un Viaje 』

621 73 46
                                    

Los nervios antes de un evento tan imponente como lo eran una boda eran algo totalmente comprensible. A cualquiera le daría miedo tomar un paso tan importante y no estar seguro de si es la decisión correcta o no saber qué cosas pueden salir mal; pero es un miedo que se debía superar para poder encontrar la felicidad que se buscaba.

Era algo entendible, lo que sin embargo no parecía entendible para ningún empleado del Pollo Feliz y familiar del hechicero supremo era el anuncio de la pareja de que se irían de viaje un par de semanas, justo cuando estaban a meses de que su boda tomara lugar.

El Profeta era quien más asustado de aquella decisión parecía, creyendo que tal vez su hijo se había arrepentido de querer unir su vida para siempre con el empresario. Y justo tenía que ser con el único habitante de las islas a quien no despreciaba por completo.

-Hijo mío, los nervios por la boda son comprensibles, pero no podeís escapar cuando falta nada para su boda.

-Que no vamos a escapar papá por la puta madre, ¡ya!

-¿¡El mamahuevo te hizo algo, verdad!?, ¡por eso quieres huir!- Se sumó a los gritos su hermano, sacudiendo sus hombros y comenzando a sacarlo de quicio.

Amaba a su familia, pero no tenía tiempo de lidiar con sus teorías conspiranoicas.

Spreen tampoco se encontraba mejor que él, pues Juan podía ver cómo su prometido estaba luchando con darle aire a la pobre Mayichi que casi se había desmayado ante la noticia, así como las preguntas a gritos que soltaban sus empleados.

-¡Pero Patrón, su boda es en pocos meses!, ¿¡por qué irse ahora!?

-Spreen, mírame a los ojos chaval. Si teneís problemas de pareja la terapia siempre es buena solución, pero irse a la buena de Dios no va a resolver nada.

-¿Qué hablás pelotudo?, Mayichi la concha de tu madre reacciona, se supone que vos sos la más sensata de acá.

-¡Patrón pero es que no nos quiere explicar nada!, ¿por qué te quieres ir men?

Spreen sabía perfectamente que se estarían ahorrando aquel interrogatorio innecesario si sólo dijera algo como "quiero presentar a Juan con mi familia que viven hasta la loma del orto", pero lo cierto era que Spreen no quería que nadie supiera nada sobre su familia; suficiente les había dejado saber aquel día donde intentaban convencer al hechicero de no unirse al Profeta.

Juan respetaba su decisión, por lo que de su boca tampoco saldría ni una palabra de a dónde o por qué se iban; pero lo admitía, todo el drama innecesario estaba comenzando a desesperarlo, y conocía lo suficiente al híbrido como para saber que estaba a un grito más de mandar todo a la mierda y gritar lo que pasaba.

-¡Cállense!- Gritó él, parando por fin con aquel escándalo y permitiéndose hablar.- Pinches escandalosos, no nos vamos de viaje por problemas, nos vamos simplemente porque nos apeteció irnos a explorar, ¡es todo!

-¿A ti se te dio por ir a explorar?- Preguntó el vikingo, no creyéndose nada de la excusa del hechicero.

Y mientras él batallaba por acallar a la multitud, el híbrido se encontró con la única persona de toda la isla que conocía un poco de su pasado. Carrera.

Él no estaba enterado de todo lo que había sucedido con su familia, pero sabía de dónde provenía y que algo lo suficientemente malo había pasado con él como para haber escapado siendo tan joven

Carre lo entendía, por lo que, cuando su mejor amigo lo miró pidiendo ayuda para poder calmar los ánimos de sus amigos y familiares él captó enseguida lo que quería.

-Amigo están exagerando una banda.- Se interpuso en medio de la discusión del vikingo y el mago, escuchando un pequeño gracias de este último.- No tienen doce años para que se preocupen tanto, si se quieren ir de vacaciones es bronca suya, que rompe pelotas que son.

『 Family 』Spruan/RubckityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora