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📸: un lugar para empezar ❛ you wanting me tonight feels impossible ❜ ─taylor swift.
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Cleo le había hablado de aquel lugar a Sammy. Estaba a unos veinte minutos en coche de su casa pero merecía la pena. Y hoy había convencido a Sam de llevarlo. Sabía que le iba a gustar, era el lugar favorito de Cleo, por narices le tenía que gustar a Sam también.
Se puso sus pendientes y se miró al espejo. Ni siquiera lo iba a negar, era guapa. Con sus hoyuelos, sus ojos claros, sus gafas doradas y aquel corte de pelo que le quedaba de muerte. Era una de sus mejores versiones.
Bajó por las escaleras y se encontró a su madre sentada en el sofá, leyendo una revista.
ᅳ¿Te vas? ᅳdijo ella, levantando la vista.
ᅳEn un rato ᅳdijo, sentándose a su ladoᅳ. Voy a llevar a Sam a la colina.
Cleo ya le había hablado a Lorraine de Sam desde el primer momento.
ᅳ¡Oh! ᅳexclamóᅳ. ¿Ese no es como tu lugar seguro? Debe ser un chico muy majo, ni siquiera a mí me has llevado nunca.
Rió un pocoᅳ Algo así.
Su madre entornó los ojos. Uno de los rasgos más destacados de Lorraine era que leía muy bien a las personas.
ᅳ¿Puedo preguntártelo? ᅳdijo, alzando una ceja. Cleo sabía a que se refería.
ᅳNo.
ᅳ¿Te gusta? ᅳlo hizo de todas formas.
ᅳ¡Mamá!
ᅳ¡Cleo! ᅳla imitóᅳ. No has dejado de hablar de él desde que le curaste la nariz y siempre estás con él, es normal que te haya empezado a gustar.
ᅳBueno ᅳdijoᅳ..., igualmente, está más o menos saliendo con una chica del instuto, así que da igual.
ᅳ¿Más o menos? ¿Cómo que más o menos?
ᅳEso mismo le pregunté yo.
Antes de que pudieran decir algo, sonó la puerta. Cleo se levantó y antes de abrir le dio una mirada de no te atrevas a mencionar nada a su madre. Abrió la puerta y Sammy estaba allí. Con una camisa de cuadros arremetida en el pantalón y un brillo natural en los ojos. Estaba como siempre.
Cleo acortó el tiempo en su casa lo máximo posible. Estaba segura de que sí pasaba demasiado tiempo allí su madre le haría demasiadas preguntas a Sam y seguro que cuando se quedara sin ideas llamaría a su padre para que le hiciera aún más preguntas.
Estaba concentrada en la carretera, tenían de fondo la radio con una canción que se llevaba escuchando ya demasiado tiempo. Sam miraba por la ventana, intentando adivinar a donde iban. Entonces empezaron a subir.
ᅳQue sepas que si me secuestras puedo gritar muy fuerte ᅳdijo Sam sin despegar la frente de la ventanilla.
Cleo ahogó una carcajada.
ᅳNo te preocupes, Sammy ᅳdesvió un instante la vista de la carretera para sonreírleᅳ. Seguro que te gusta.
ᅳSeguro que sí ᅳconcordó. Y no mentía, estaba más que seguro que le iba a gustar. Practicamente todo lo que a ella le gustaba a él también.
ᅳBueno, es más bonito cuando es de noche, pero...
ᅳMe va a gustar ᅳSam le interrumpió. No pudo evitar sonreír, de alguna forma, le gustaba verla así de emocionaba pero nerviosa al mismo tiempo.
Pasaron unos pocos minutos hasta que Cleo paró el coche delante de unas escaleras. Sam no hizo ninguna pregunta, solo siguió a su amiga escaleras arriba. Poco a poco se adentraron en un sitio con árboles bajos y margaritas a medio crecer.
Ante ellos se abrió una explanada enorme, que acaba en un acantilado. El prado estaba lleno de florecitas de todo tipos de colores y si mirabas a la izquierda estaba la guinda del pastel.
ᅳGuau ᅳdijo Sam, sin poder retenerse. Cleo se apretó un poco los labios, seguía nerviosa.
Una mansión, seguramente pertenenciente a antiguos colonizadores. Parte de ella estaba destruída, pero la parte que seguía en pie estaba cubierta de enredaderas unas superpuestas a otras. Si te adentrabas un poco más encontrabas un árbol con un columpio atado a él.
ᅳVengo aquí de vez en cuando ᅳdijoᅳ, casi siempre después de clase, para despejarme y todo eso.
ᅳTiene sentido.
Cleo rio un poco, aunque no era gracioso.
Sam se adentró hacia el columpio y solo podía pensar que se podría hacer una película increíble en aquel sitio, pero no dijo nada. Sabía que era algo especial para Cleo, y lo último que quería hacer era quitarle la emoción.
Acabaron a la sombra del árbol, Cleo en el columpio y Sam apoyado en el tronco.
ᅳ¿Cómo está Mónica? ᅳCleo llevaba demasiado tiempo con la duda y no había encontrado mejor momento que aquel.
ᅳBien ᅳA Sam le pilló por sorpresaᅳ. Me gusta... me gusta mucho.
Cleo intentó alegrarse por él, aunque el corazón se le encogiera. Se arrepintió al momento de haber dicho nada.
ᅳEso está genial ᅳdijo sin saber muy bien como reaccionar.
Sam le miró, tenía los ojos entornados, como si estuviese pensando algoᅳ ¿A ti te gusta alguien, Cleo?
Sí. Tú.
ᅳOh, sí, por supuesto ᅳsoltó una carcajadaᅳ. Chad, por ejemplo, me vuelve loca.
Salvó la situación como pudo, y además le sacó una risa a Sam. Todo estaba controlado, no había sospechado nada.
ᅳPuedes pedirle ir al baile, seguro que acepta encantado ᅳSam le siguió la broma, volviendo a causarles una risa.
ᅳTampoco es que fuera a ir ᅳCleo se moja los labios y la conversación se torna a algo más serio.
ᅳ¿No vas a ir? ᅳdijoᅳ. A ver, a mí tampoco es que me emocione la idea, pero algo de ilusión me hace.
ᅳNadie me lo ha pedido y no creo que lo vayan a hacer ᅳse encogió de hombros, intentando restarle importancia.
Sam entornó los ojosᅳ Entonces te lo pido yo.
ᅳ¿Qué?
ᅳ¿Vendrías al baile conmigo? ᅳse pone de pie y le tiende la mano.
Cleo duda.
ᅳ¿Es en serio? ᅳarqueó las cejas.
ᅳTe lo prometo ᅳasintióᅳ. Quiero ir al baile contigo.
Cleo acabó aceptando la mano, formalizándolo todo con una vuelta. Acabaron con los rostros muy cerca, pero Cleo se separó al momento. Le podía gustar muchísimo, pero no era ese tipo de persona.
