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La vuelta al templo fue silenciosa, ya que Apolo no te dijo ni una palabra. 
Pero en el momento en el que ambos entraron al templo, Apolo empieza a hablar en un tono frío mientras frunce el ceño. 
"Sabes que pintarte como la victima frente a mi madre es desagradable" alzas una ceja. 
"Solo le dije que raramente me dejas salir, lo cual es verdad. ¿Estás triste porque te regañó?" dices, con una sonrisa de lado. 
"¿Recuerdas nuestro trato?" Apolo pregunta. 
Tragas al recordar a lo que se refiere... El trato que hizo contigo sobre visitar a su familia a cambio de un poco de libertad. 
"...sí" respondes con vacilación. 
"Bueno, se terminó" 
Tus ojos se agrandan en shock, mientras agarras uno de sus brazos, impidiendole irse a su habitación. 
"¡No es justo! No puedes simplemente romper nuestro trato así como así, hice lo que me pediste, Apolo" 
La deidad de pelo dorado te mira fríamente, haciendo que te encojas. 
Él remueve tu mano de su brazo con fuerza. 
No sabes por qué, pero te sientes un poco triste por su comportamiento, aunque suelan discutir. 
Apolo nunca fue tan frío contigo. 
Al darse cuenta de que te asustó, su expresión cambia rápidamente. 
"Creo que es mejor que terminemos esta conversación aquí, que descanses bien" asientes levemente. 
Una vez que Apolo se fue de tu vista, dejas salir un suspiro que no sabías que estabas sosteniendo, mientras miras hacia abajo. 
Incluso si ahora eres una deidad, Apolo sigue siendo más fuerte. 
Quieres volver a casa, pero ni siquiera sabes como usar tus poderes correctamente. 
Que mala broma, la deidad de la ayuda no puede ayudarse a si misma para salir de este desastre. 
♤ Una semana después ♤ 
"¡¿Un qué?!" 
"Tienes un culto de seguidores hombres y hasta construyeron para honorarte" 
"¿Qué..?" 
"Hicieron sacrificios para que los ayudes en batalla, educación, y en cualquier cosa con la que necesiten ayuda" 
Intentas procesar la información que Afrodita te está diciendo. 
Es agradable tener a Afrodita alrededor, al menos Apolo dejó que te visite. 
"¿Pero por qué solo hombres?" Inquieres, desconcertada. 
"Porque Medus fue quien creó el culto, y puso como regla que las mujeres no tienen permitido entrar" la diosa de la belleza charla alegremente. 
Puedes entender porque Medus no quiere mujeres entren después de lo que Atenea le hizo. 
Pero crear un culto de adoración hacia ti es poco raro. 
"Wow, el templo se construyó muy rápido" dices, riendo al final. 
"Ay, querida, es mejor que te cuides de Atenea, no dejará esto pasar" alzas una ceja. 
"¿A qué te refieres? No le tengo miedo" 
Afrodita sonríe y toma tus manos. 
"Mientres yo esté contigo, no tendrás que tener miedo jamás" 
☆♡☆ 
Atenea mira su reflejo en el espejo, una sonrisa apareciendo en su cara. 
Antes de transformarse por completo en un joven y hermoso hombre. 
"Voy a exponer a esa pequeña zorra"