O3O; ¿Quién es el depredador? ¿Quién es la presa?

                                    

                                          
- Bright 🐺
Las vibrantes sensaciones ante lo que se avecina, las yemas ásperas y cálidas recorren con parsimonia la piel blanca. Las curvas perfectas están firmemente sujetas y se deleita con el erizar del tacto, el golpear del aliento caliente es el impulso suficiente. 
La lengua hábil rodea el miembro erecto, paseando desde el prepucio hasta la raíz, una y otra vez, la garganta se expande para recibir el golpe hasta lo profundo. Lo humedece y se apremia mentalmente cuando logra erizar cada centímetro de su piel.
— ¡Bright! – Exclama Win ante un alarido exquisito, aferrándose a mi cabello oscuro.
«Joder, joder, joder.» 
El suave gemido escapa de sus labios, y mis dedos tan hábiles están trazando el contorno de sus caderas con tranquilidad. Subrayando para que la sensación se quede tatuada en mí. Mi castaño ha cerrado sus ojos, sostiene su labio inferior entre sus dientes, el ambiente tan erótico y sensual me envuelve, la música es la misma, pero en esta situación se ha vuelto más caliente y ardiente de lo habitual.
Me levanto, cargándolo con una sola mano, sosteniéndolo con habilidad, ahora solo está la ausencia de la húmeda y cálida boca que atrapó su polla. Rebusco en la caja de sorpresas y tomo el plug anal, es pequeño y de metal, adecuado para ser la primera vez que lo introduces, además de ser placentero, sera toda una nueva experiencia con el lubricante adecuado.
Lo dejo sobre el colchón mientras una sonrisa de satisfacción escapa de mis labios, Win esta extasiado y gime logrando hacerme vibrar como nunca antes, su voz, Cristo, su voz, me provoca de mil y un maneras. He comenzado a dibujar círculos húmedos en su cuello y succiono, tornando suaves marcas rojas, y muerdo con posesividad.
Él gime.
— Mhhmm... – Sisea. 
Mi mano ha cambiado la dirección y he tomado el adorno en forma de pompón blanco entre mis dedos, su cambiante respiración me excita.
Lo beso profundamente, enredando nuestras lenguas y los chasquidos se hacen presentes en la habitación, la saliva escapa por las comisuras de nuestros labios.
La habitación tan llena de la mezcla corporal y loción de café y chocolate; cerezo y rosas, danzan en el aire y se mezclan en  cada rincón. Sonreímos a medio beso y el reciente es tan casto y dulce.
Alcanzo la manija del cajón de la cómoda y tiro de una toalla húmeda para limpiar el objeto metálico, lanzando a un lado, me encargare más tarde de recoger el desastre. La respiración irregular en ambos  es notable, las pupilas dilatadas, el sonrojo en los cuerpos, y los labios hinchados. 
Giro la rosca del lubricante y vierto líquido sobre el objeto de metal, esparciendolo con sus dedos. Me acomodo entre sus piernas flexionadas y suspiro cuando lo observó. Tan malditamente sexy y caliente.
— Te amo – me dice con voz temblante por la excitacion — Eres el ser más perfecto que he visto en mi vida...
Sonrió, y me inclino para acariciar su mejilla y besarlo. 
— Espero que hables de ti. – Lo escucho suspirar. – No sé qué he hecho de bueno par que los astros te hayan traído hacia mí. 
Mis labios acorazonados bajan por pecho lechoso y pálido, mi húmeda lengua traza el contorno de los botones rosas y suaves de Metawin, tirando ligeramente con las perlas blancas.
— Dios mío. ¡Ahh! – Se encorva con ligereza y se aferra a mi espalda bronceada, él clava sus uñas y las desliza.
La corriente eléctrica que recorre el cuerpo desde la cabeza hasta la punta de mis pies, exhalo con fuerza cuando el cuerpo debajo de mí vibra con demanda. Las pieles tan aperladas por el sudor, el calor subiendo sin reparo ni contemplación, es nuestra burbuja personal.