O14; ¿Café o cena?

                                    

                                          
Los gritos escandalosos y nada discretos de un grupo de chicos en la mesa de fondo del establecimiento llamó la atención de los presentes. 
Estoy apretado mis labios y me veo en la necesidad de disculparme juntando las manos, fulminado con la mirada a mis acompañantes para que paren ya con su show.
— ¡Dios! ¡Que escandalosos! – Me quejo.
— Es que es algo... ¡Impresionante! – Exclama uno.
— Pero espera, espera, espera. – Habla el de los hoyuelos. – ¿Por qué lo llamaste héroe?
— Sí. – Secunda otro. – ¿Por qué? – Dice mordiendo su galleta helada.
— ¿No se suponía que ya estabas decidido a terminar a Luke? – Recrimina uno de los presentes.
Me encojo de hombros, recargando mis  codos sobre la mesa mientras bebo de mí frappe de mokaccino.
— Claro que sí, es sólo... – Sorbo de la bebida - Qué si lo pienso bien, probablemente haya terminado todo mal para mí.
— ¿Eh? – Añade otro. 
— No he terminado de contarles lo que pasó ese día... – Respondo nervioso. 
— Escuchamos. – Dicen a unísono. 
Retengo el aire, mordisqueando ligeramente la pajita de mi bebida. Mi "pandilla" vio la foto que subió papá a Instagram donde salgo junto al doctor Láng. La foto en sí, es bonita. Pues es una foto con el cumpleañero, sin embargo apenas fue publicada... Los mensajes de mis amigos llegaron como torbellinos. New, Khaotungg, AJ, JJ. Y de quien menos esperaba... Gun.
No me sorprendió en absoluto ser amenazado por mis amigos para que moviera el trasero hasta la cafetería y desayunar juntos, por suerte; Gun no había contado que conoce a Bright, y de donde lo hace. 
No me avergüenza a que mis amigos sepan, al contrario, me siento orgulloso de lo preparado que es el doctor Láng. Sin embargo de lo que sí me podría sentir avergonzado es de contar los servicios que contrate, y tener que explicar como tuve un orgasmo gracias a un almohadón y su voz.
— Luke se puso muy agresivo... Demasiado. 
— ¿Qué? – Repiten a unísono.
— ¡Ese maldito perro! – New tensa la mandíbula y aprieta el puño.
— La verdad es que... El solía ponerse violento, desde bueno... Siempre.
— Win... – Carraspea. – Nosotros ya lo sabíamos. – Lo dice en tono obvio New.
— ¿Eh?
— Win no somos estúpidos o bueno sí, un poco, nos dimos cuenta tarde que mayormente el no hacía nada si estábamos ahí pero... ¿Estando a solas? ¿Qué nos garantizaba tu seguridad? – Añade AJ.
— No lo supimos de inmediato - Admite Khao. – La verdad es que es muy poco el tiempo y fue por mera casualidad.
— Los moretones en tu cuerpo son normales. Bailas, prácticas deportes y era común, hasta cierto punto. Así que no lo asociamos de inmediato.
— Además de que el perro sólo mordía discretamente.
— Después dejaste de bailar. Ya no había razones para esos moretones Win, y sabíamos que tus intentos de excusas eran mentira, conocemos a tus padres. Ellos te amarrarían las piernas antes que no cumplas con las indicaciones medicas. 
Trago grueso. Sí, mis padres son ese tipo de personas.
— Lo siento.
— No te cuestionaremos Winnie Boo, solo quería que supieras que... – Murmura Gun.