Tony Stark 2.

                                    

                                          
POV: es un imbécil, pero también el papá de tu hija.
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Finalmente Steve, después de una semana, había llamado para avisarte que ya estaba de vuelta, que se encontraba en la torre y cumplió su promesa, había vuelto completo y con vida, cosa que te hizo reír pero también calmarte, sabías que las misiones con HYDRA eran peligrosas.
_____ y Jade estaban en el baño, peinaba a la pequeña para el colegio, cuando su celular sonó, un mensaje. Lo ignoró hasta que los rizos de la pequeña quedaron listos y la dejó ir hasta la cocina para que tomase su desayuno. Cuando revisó el mensaje, aquel nombre que creyó jamás volver a ver en su celular apareció, Stark, y sabia perfecto que era lo que quería.
—Linda –dijo cuando llegó al comedor y vió a la pequeña con la boca llena de miel, se inclinó para limpiarla y sonrió —. Steve volvió, ¿quieres que vaya por ti al colegio? Mami tiene que arreglar algo en el trabajo.
La pequeña sonrió y sus ojitos brillaron — ¡Sí! Quiero ver a papá.
_____ la llevó al colegio poco después y, unas horas más tarde salió de la oficina directo hasta la torre Stark, que ahora solo tenía la letra "A" en la fachada. Tony dejó indicaciones, así que al llegar alguien se llevó a estacionar su auto y le indicaron que pasara directamente a la oficina de Anthony, donde él ya la estaba esperando.
Al salir del ascensor y entrar en la oficina del susodicho, notó que nada había cambiado dentro, era tal como la recordaba, el mismo lugar en el que algunas veces le hizo compañía mientras él trabajaba y que ahora era solo un recuerdo agridulce.
—_____, por favor, siéntate –le pidió, levantándose de su silla y señalando las que estaban frente al escritorio.
Ella se dirigió a una de las sillas y tomó asiento —Stark, hagamos esto rápido, ¿Qué es lo que quieres?
Tony volvió a sentarse en su silla y la miró con seriedad —Jade es mía, ¿cierto?
Ella rió y negó —No, no es tuya –dijo —, tu solo pusiste un cromosoma.
Él rodó los ojos —Sabes a lo que me refiero, y lo acabas de confirmas, es mi hija.
_____ asintió —Biológicamente sí, es tu hija.
La mujer lo notó desesperado, por decirlo de alguna manera, no había dicho nada sarcástico aun pero su postura estaba completamente a la defensiva, además claro, de que sabía que no solo quería confirmar que la pequeña tenía sangre Stark.
—Quiero conocerla, que pase días conmigo, darle mi apellido –comenzó a decir —. Tengo derecho y ella también, debe estar con su padre.
_____ miró el reloj en su muñeca e hizo un gesto afirmativo —Oh, lo está, Steve debe de estar pasando por ella ahora mismo.
Anthony rió con molestia y se levantó de la silla inclinándose al frente hacia la contraria. —Steve no es su padre, soy yo, a menos de que te hayas acostado con él antes de divorciarnos.
Ahora fue el turno de _____ para reír, levantarse y tomar su bolso —Sabes perfecto que eso es una mentira —dijo —. Tu ni siquiera sabías de su existencia, ¿Por qué será?
—Porque estaba casado –quiso excusarse —, no iba a preocuparme por mi ex esposa estando casado –habló, como si fuera la cosa más obvia del mundo.
—Claro, no querías hacerle lo mismo que a mí y ponerle el cuerno –dijo con sarcasmo.
Anthony no hizo caso del comentario y continuó hablando —La niña merece un padre, no puedes tu sola.
Ella alzó una ceja claramente ofendida —Claro que puedo sola, como lo hice todo mi embarazo —habló mirándolo —. Y claro que merece un padre, y lo tiene.
— ¿Rogers? ¡Por favor! –se burló el contrario —. Él no es su padre, solo le interesa acostarse contigo.
—Bueno, díselo a mi hija –sonrió —. Steve estuvo ahí cuando nació, en sus primeras palabras, cuando dio sus primeros pasos –enlistó —. ¡Oh, claro! En su primer día de escuela, Steve la llevó cargando, le ayudó con su tarea y va al parque con nosotras, sin falta, cada fin de semana.
Tony no supo que decir, y ella sabía perfecto que estaba enterado de la relación que tenía con el capitán, así que ni siquiera por celos o curiosidad había preguntado por ella, estaba más que claro que nunca le interesó, no realmente.
—Debiste decirme sobre ella –dijo murmurando.
Ella asintió —Tienes razón –afirmó —. Y yo iba a decirte, en cuanto lo supe, pero esa noche te encontré en la misma cama en la que dormíamos con tu más reciente ex esposa –confesó, dejándolo sin palabras. Ella finalmente suspiró y se dirigió hasta la puerta —. Hablaré con ella de esto, pero para ella Steve es su papá.
Y, sin decir más, salió de la oficina, estresada, agobiada y con mil dudas, ¿Cómo hablaría con Jade sobre eso? Peor aún, ¿Cómo iba a tomarlo Steve?