Nueva York

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El ruido del tráfico me golpeó los oídos como si llevara 6 años sin escucharlo, lo cual podía ser cierto. Llevaba un vestido de tela ligera que es perfecto para la primavera eterna que se siente en La Isla, incluso cuando nieva, pero para Nueva York en pleno otoño.... No.... Tenía que encontrar ropa.

La calle estaba desierta así que me acerque a la puerta de un local cerrado y toque mi estómago. Transforme el vestido en unos pantalones de tela gruesa y una camisa de manga larga. Por alguna razón aquí sí podía hacer magia. Me servirá para mientras encuentre dinero y pueda comprar algo mejor.

Solo tenía que descubrir dónde estaba. A pesar de que aquí es donde nací no conosco nada de la ciudad, sólo recuerdo el camino de mi escuela a mi casa. Y el tiempo que vague por las calles antes de que Grover me encontrara no le preste atención hacia donde iba en realidad. Camine dos calles y el aroma de detuvo.... Pan.... Pan fresco...

Mire a la derecha y al otro lado de la calle... Ahi tan cerca... Estaba el café de mi padre

- Papá? - dije para mi - PAPÁ!!!!

Corrí y cruce la calle. Y cuando estaba a punto de llegar a la puerta desaparecí y de pronto estaba dos calles más abajo. Volví a correr y pasó lo mismo de nuevo.

- Esta maldita! - dije en vos alta

Mire el otro brazalete y esta tibio. Entonces lo entendí. Es mas que un trabajo o una misión o una condena; es una tortura. Estar aquí, cerca de casa y no poder ir o ver a mi papá.

Me arrecoste a una pared y traté de respirar profundo. Quería llorar y quería golpear algo, quería destruir algo. La luces de los edificios y la calle a mi alrededor parpadearon un poco......

No no puedo darle ese gusto a Circe. Si me trajo aquí haré que sea a mi favor, igual que como hice con La Isla.

14 años

Las luces de la Cafetería se apagaban muy tarde cada noche. Pero hoy era aún más tarde de lo normal..... Mi padre limpiaba las últimas mesas, tenía varias canas en el cabello y se notaba el cansancio en su rostro. Cuando terminó se acercó a la caja registradora, sacó un pastelito, una candela y..... Un viejo lobo de peluche.....

Desvíe la mirabada. Mire al cielo para evitar llorar. Justo frente a la cafetería hay unos edificios que son apenas de 3 pisos y ya que estoy condenada a siempre rondar por las mismas 10 cuadras a la redonda decidí montar mi campamento en una de las azoteasesas azoteas. Escogi la más baja para poder ver la cafetería mejor.

Circe pensó muy bien esta tortura pero no pensó en cómo me hacía un favor mandándome aquí como Recolectora.

En primer lugar el brazalete que me dio sirve muy bien para disimular mi olor de semidiósa y cada vez que hago magia esta sale del brazalete en su mayoría así que no gasto muchas energías.

El trabajo de Recolectora es la peor parte. Circe definitivamente alimenta a la varita con la fuerza vital de los mortales que le llevamos y al ser así no pueden ser personas muy llamativas. Por lo tanto.... Me dedico a buscar.... Indigentes, criminales, narcotraficantes. Y personas así.

A diferencia de las demás Recolectoras yo no tengo las ventajas de que las Avanzadas me den artefactos, pociones o hechizos para defenderme de esas personas. Así que si por algun motivo un traficante de drogas se pasa de listo eh intenta abusar de mi, lo que pasa al menos una vez a la semana, estoy totalmente sola para defenderme.

Crónicas de la Luna ( La Hija De Hecate: Precuela ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora