Una noche puede cambiarlo todo. Puede cambiar el destino de las cosas. Puede alterar tu futuro de maneras inexplicables. O también puede romper el corazón de quien más amas.
¿Cómo será verlo de nuevo después de todo lo que sucedió? Después de haber...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Bien, estaba considerando decirle a Louis que abandonaba mi sueño de una boda a lo grande.
Esta era la cosa más difícil que había tenido que hacer en mi corta vida. Estábamos a dos semanas del gran día, y sentía de todo al pensar en la boda. Estaba emocionada, al punto de que me ponía a llorar de felicidad una y otra vez, cada que me bañaba, o que estaba sola en casa, o cocinando.
Estaba demasiado feliz.
Pero también me moría de miedo.
No porque no estuviera segura. En si, no tenía una razón en específico, solo se mezclaban todas mis emociones y no sabía como controlarlas ni manejarlas.
— Ya tenemos las mesas. El lugar está apartado. Nos faltan entregar algunas invitaciones. Mañana tenemos que ir por el vestido y los zapatos. Ya está contratado el maquillaje y peinado. Los recuerdos. La pista de baile, logramos que construyeran a la medida que querían.
— Okey. ¿Que está faltando?
— Mucho — dice ella, soltando una pequeña risita.
Lara estaba siendo una increíble persona y una aún mejor, wedding planner. Me tenía toda la paciencia del mundo y me entendía a la perfección.
Estábamos en casa, los tres en la sala de estar, ella nos explicaba y nos mostraba algunas cosas que faltaban escoger. Louis, se encontraba al lado mío, tratando de controlar a Crys, que estaba cada día más inquieta. ¿Y yo? Solamente estaba muriendo de estrés.
— Se que esto puede estresarte más, Clay, pero prometo que haré lo posible por ayudarte a solucionarlo rápido ¿si?
— Miles de gracias, Lara, no se que haría sin ti. La verdad es que, jamás creí que organizar una boda era tan demandante.
— Depende mucho de lo que quieras. Ustedes prefirieron algo, no tan grande, pero tampoco es muy pequeño que digamos, así que...toma tiempo.
— Sisi, lo se. — Lou se disculpa y sale por unos minutos para responder una llamada. Aprovecho que no esta, para preguntarle a ella lo que tanto quería saber — Se que está mal preguntarlo, pero, ¿Cuánto dinero vamos invirtiendo?
— Perdón Clay, pero Lou me pidió que no hable del tema del dinero contigo. Creo que, quiere que ese sea tu regalo de bodas. Y cuando te dan un regalo, ya sabes...no te dicen cuánto costo.
Bien, al menos lo intenté.
Louis seguía terco de no dejarme invertir nada en la fiesta. Prefería que yo me encargue del viaje. Él quería cubrir con todo lo de la boda. Y no me enojaba eso, pero lo que sí me enojaba, era que no me hacía partícipe de la parte económica.
— No te preocupes. Sigamos con lo que nos falta, mejor — le digo.
Para poder ver y revisar las revistas con los modelos más tranquila, siento a Crys sobre la alfombra, pongo los cojines a su al rededor y me aseguro de estar supervisándola de rato en rato.
