Las balas impactaban por todos lados y pudo sentir el característico escozor de una herida abriéndose, a lo lejos podía escuchar a alguien gritando ordenes que él no alcanzaba a distinguir, Fredy cubría su espalda y finalmente pudieron llegar al vehículo, ambos se recargaron sobre una de las puertas y continuaron disparando, los números jugaban totalmente en su contra. Un estridente sonido lo desoriento por un momento. El sonido de las balas ceso y ante sus ojos yacía el cuerpo herido de un hombre, Steve sabía quién era, se acercó lentamente, un paso, dos pasos, tres pasos, cada uno le pesaba enormemente, era un recuerdo que le atormentaba, pero conforme se acercaba, el cuerpo frente suyo ya no era el de Fredy, sino el de Danny, un estremecimiento le recorrió el cuerpo y se apresuró a llegar hasta el rubio.
-Danno, oye Danno- comenzó Steve colocando al rubio sobre su regazo.
El rubio abrió sus ojos con pesadez, intentando mantener la conciencia.
-Steve- pronuncio apenas en un susurro.
-Shh, Danny no hables, vas a estar bien- dijo presionando la herida.
-No Steve- respondió el rubio- sé que este es mi final, solo quiero que me prometas que seguirás con tu vida y que le dirás a Grace que su padre la ama.
Steve sintió un nudo en la garganta, no era la primera vez que escuchaba una petición así, pues Fredy le había dicho casi las mismas palabras, aunque estas tenían un peso más directo y crudo.
-Maldita sea Danny, tú y tu horrible afán de ver el lado malo de todo- intento bromear luchando contra el impulso de llorar desconsoladamente.
El rubio le dedico una media sonrisa.
-Pero asi te enamoraste de mi- suspiro con su último aliento.
-No, Danny, no- el nudo en su garganta le impedía gritar, pero las lágrimas corrieron desembocadas por su rostro.
- ¡Danny!
Steve se incorporó sobresaltado y unas cuantas lagrimas aun resbalaban sobre sus mejillas cuando notó que estaba en su habitación. Hacía mucho tiempo que no le ocurría aquello, que no tenía un sueño tan vivido, no desde que Danno había llegado a su vida. Soltó un suspiro involuntario y de pronto los recuerdos de aquel sueño se hicieron presentes, no le asustaban los malos sueños, pues las pesadillas habían sido recurrentes en su vida producto de su tiempo como SEAL y de las tantas tragedias que rodeaban a su familia, algunas eran peores que otras y siempre le recordaban que sus acciones traían un peso consigo, pero desde que había regresado a Hawaii aquellas pesadillas se veían opacadas por los buenos momentos que vivía en compañía de la que ahora era sin dudas su Ohana. Una mano gentil tocó su espalda, sacándolo de sus recuerdos.
-Oye, ¿estás bien? - le dijo notando las lágrimas en su mejilla.
-Sí, solo fue un mal sueño- admitió el castaño.
- ¿Quieres contarme? - ofreció el rubio a sabiendas que probablemente sería rechazada la propuesta.
No era la primera vez que Steve se levantaba en medio de la noche o madrugada por un mal sueño, aquello ocurría muy a menudo, aunque desde que habían comenzado a vivir juntos esos episodios eran cada vez menos frecuentes, él sabía que el castaño tenía malos recuerdos y traumas que aún no compartía completamente, pero estar a su lado y darle un abrazo parecía ser todo lo que el marine necesitaba. Sin embargo, su intuición de detective le decía que aquel sueño no era como los otros.
-No Danno, es una ridiculez- contesto, indeciso de contarle aquella horrible pesadilla.
El rubio le miro con el ceño fruncido.
-Si fuera una ridiculez como dices Steven, no habrías despertando llorando- señalo.
El castaño tuvo que concederle la razón. Un suspiro lleno de resignación broto de sus labios.
-Bien- exclamo con seriedad.
Steve se recostó nuevamente en la cama y Danny le imito. El sonido de las olas inundo el ambiente por unos instantes y pese a no tener mucha luz en el cuarto, Steve podía ver claramente los ojos azules de su compañero.
-Danno yo soñé...- comenzó con indecisión- soñé que te perdía- dijo finalmente, siendo de nuevo un nudo en la garganta.
El rubio se quedó en silencio por un momento, las palabras de Steve se sentían tan llenas de angustia y supo que al decir "perdía" se refería a que había soñado con su muerte. Le dedico una sonrisa llena de calidez, una de esas sonrisas que utilizaba con Grace cuando le decía que todo iba a estar bien, aunque la situación fuera totalmente contraria.
-Tranquilo cariño, solo fue un sueño- expreso sin dejar de sonreír. Se acercó a él y deposito un casto beso en sus labios- No te desharás tan fácilmente de mi- bromeo.
Steve dejo escapar una risita, solo a Danny se le ocurriría hacer un comentario así, aunque ese era parte del encanto del rubio.
-No- aseguro- tú eres el que no se deshará tan fácil de mí.
Danny negó levemente con una sonrisa.
- ¿Tú crees que después de cinco años juntos aun pensaría en esa posibilidad?
No recibió una respuesta, en cambio Steve le volvió a besar. Danny le abrazo y el sonido de los latidos del corazón del rubio arrullaron al castaño sin mucho esfuerzo. El rubio lo contemplo dormir por unos minutos y deposito un suave beso en su frente.
-Dulces sueños amor- pronuncio con un tono suave.
Steve se removió en su lugar y soltó un suspiro de satisfacción. Danny estaba seguro de que las pesadillas volverían, siempre lo hacían, pero Steve ya no estaba solo para afrontar todos los fantasmas que su pasado se empeñaba en recordarle, ahora él estaba ahí y por nada del mundo dejaría que un sueño volviera a atormentar a una de las personas más importantes de su vida. El futuro era incierto, más para ellos que se jugaban la vida todos los días en el trabajo, pero de algo estaba seguro, trataría por todos los medios posibles (asi tuviera que vender su alma a fuerzas obscuras), evitar que el sueño de Steve se convirtiera en realidad.
Danny estaba parado a orillas de la playa, vestía esa camisa blanca que acentuaba sus músculos, su cabello era iluminado por el sol del atardecer y sus ojos azules le miraban con calidez, el rubio extendió su mano invitándolo a acercarse y admirar el atardecer juntos. Tomó su mano y una sonrisa se formó en su rostro de manera involuntaria. Steve acerco su rostro a Danny depositando un suave beso en sus labios.
Ese sin duda alguna era un mejor sueño.
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McDanno Series
FanfictionPequeñas historias de la Shipp más divertida y linda en todo Hawaii 5-0.