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Steve
Ví como Irina le decía algo a su hermano, probablemente le estaría diciendo que cuidase de Max, pero a él no le hacía falta que nadie se lo dijese, eso lo tenía muy claro. Recordaba perfectamente lo que era estar enamorado de alguien que no sentía lo mismo, o en mi caso que creía. Él pensaba que no se notaba, pero, lo había visto más de una vez mirarla cada dos por tres para asegurarse de que seguía a su lado y se encontraba bien, lo había visto sonreír cuando ella lo hacía, había visto como la miraba, y la miraba Justo como yo miraba a su hermana desde que teníamos ocho años. Con amor. 
Irina se sentó al lado mío, en el asiento del copiloto, soltando un suspiro. 
- Cariño, estará bien - dije poniéndole una mano en su muslo y mirándola a los ojos. 
Ella no respondió simplemente asintió con la cabeza repetidamente haciéndose creer a ella misma lo que le había dicho. 
Empezó a jugar con el mechero en su mano para distraerse. No fumaba mucho, solo cuando necesitaba desestresarse, lo que últimamente se estaba repitiendo mucho. 
- Va a estar bien, te lo prometo - le dije antes de darle un beso -. Te quiero. 
- Y yo también - dijo con una sonrisa dándome otro. 
Aquello pareció distraerla un poco, de todas formas no quité la mano de su muslo intentando darle tranquilidad. Ella se inclinó para adelante para coger una cinta que segundos después empezó a sonar por todo el coche. 
- Singing I love rock and roll - empezó a cantar mientras sonreía. Le encantaba esta canción. 
- So put another dime in the jukebox baby - canté yo exageradamente para hacerla reír. 
- Madre mía- se rió ella -. Recuérdame que nunca te lleve a un karaoke. 
- I love rock and roll - seguí cantando yo sin dejar de sonreír. Aquellos momentos eran los mejores -. So come and take your time and dance with me. 
Durante el tiempo que estuve conduciendo hasta el trabajo pareció olvidarse por un momento de todos los problemas. Solo éramos ella y yo, como en los viejos tiempos. Extrañaba pasar tiempo a solas, me gustaba estar con Jaxon y Max, pero también quería pasar aunque solo fuesen unas pocas horas a solas con mi novia, pero, no iba a ser posible, porque Jaxon, como siempre, estaba en medio, y ahora no podíamos dejar a solas a Max. 
- Primera parada para la mejor señorita de todo Hawkins - dije imitando una voz absurda. 
- ¿Solo de Hawkins? - dijo ella con una sonrisa burlona. 
- Perdón - carraspeé y continué -. Para la mejor señorita de todo el universo - dije antes de darle un beso. 
- Te quiero, cariño - dijo ella sin dejar de mirarme. 
- Y yo más - dije antes de darle un último beso. 
No puse el motor en marcha hasta que no la vi entrar a la tienda de CD's. Había conseguido el trabajo hace unas semanas, según ella, no podíamos trabajar juntos porque si estaba su mejor amiga y su novio iba a hacer de todo menos trabajar. Estaba de acuerdo con ella, pero aún así, esas horas sin ella se me hacían largas. Por lo menos cuando estaba Robin se me pasaba el rato más rápido, me contaba cosas de la nueva chica que le gustaba o simplemente hablábamos sin más, pero esta mañana estaba en lo de la banda del colegio, así que estaba yo solo con la tienda.