El rey Lucien estaba sentado en la habitación, leyendo el libro favorito de Melia. Ha perdido la cuenta de cuántas veces ha leído ese libro a lo largo de los años.
Ha memorizado casi todas las palabras.
Alguien toco la puerta. Suave.
"Irse." Pasó la página con el ceño fruncido por la concentración.
Pasaron unos largos minutos,
Olvido el ritmo, leyendo más páginas del libro de cuentos.
El ruido vino de nuevo, el mismo que el primero.
"Vete. No diré eso de nuevo."
Gimió, pasando a una nueva página.
El sonido de la puerta abriéndose forzóal rey para levantar la cabeza. Cerró el libro y se levantó de su silla.
Con pasos firmes, salió de la habitación interior justo a tiempo para ver el cabello castaño rojizo de Remeta,
mientras se asomaba a la
habitación. Los ojos muy abiertos se encontraron con los suyos y lo sostuvieron.
Al ver quién era, no volvió a decir una palabra. No quería nada más que despedirla, no quiere nadie cercano a él. Pero, Remeta siempre estuvo a unos pasos de él.
La niña temía tanto a los hombres por lo que Cone le hizo, se mantuvo alejada del género masculino.
"No deberías estar aquí, Remit." Dio media vuelta y regresó a la biblioteca.
Ella lo siguió, y fue entonces cuando vio a un niño mucho más pequeño que venía con ella.
El niño no tendría más de seis años, su ropa mostraba que era un hijo humilde. Se aferró al costado de Remeta, ambos.
"¿Qué están haciendo ustedes dos aquí?" preguntó de nuevo.
Se miraron el uno al otro. Él le devolvió la mirada y luego Remeta caminó hacia adelante.
"Remit quiere ver al K-King". vino la respuesta murmurada.
Cuando el Rey no respondio
interpretó esto como un progreso. Al menos no los volverá a enviar.
Soltó a Corna, se acercó a él y se sentó en la silla a su lado.
Se puso rígido, pero sus ojos no se desviaron del libro en sus manos. Corna salió de la habitación interior y se sentó en la silla de sus aposentos,
dejando
Envíe solo con el rey.
"Remit quiere sentarse al lado del Rey. Espero que el Rey no la regañe ", murmuró.
El rey Lucien miró a la chica a su lado. "No lo haré. Pero no deberías estar aquí, Remeta." El Repitió.
"Pero ahí es donde quiero estar". Ella respondió con sinceridad. Silencio. Luego la miró con ojos ilegibles, "¿Vas a hablar de Danika?" Remeta negó con la cabeza, "No si el Rey no quiere".
Sus hombros tensos se relajaron, sus ojos volvieron al libro, "No quiero que hagas esto".
"Está bien mi rey."
Se instaló otro silencio, esta vez más largo. El Rey leyó su libro, mientras Remeta tomó otro libro del estante y lo leyó al lado. Estar a su lado duele.
El dolor que irradia de él es demasiado para su cuerpecito, amenaza con abrumarla. Pero ella estaba callada. Pasó el tiempo.
Una hora después, Remeta no pudo soportarlo más. Ella se inclinó hacia él y agarró su gran mano.
No fue una sorpresa para el rey que su toque no lo rechazara. Desde que era un bebé, él siempre la abrazó. Esta chica que siempre ha estado cerca de tu corazón. incluso en la esclavitud, la abrazó a ella ya Declan después de tiempos difíciles, consolándolos de que todo estaría bien.
"Estás sufriendo y Remeta no sabe cómo ayudarte". Ella finalmente susurró, las lágrimas llenaron sus ojos.
"Estoy bien." Dijo, dejando caer el libro en el estante con su mano libre.
"Tu dolor es insoportable, Remeta. Prácticamente puede sentirlo, sentada a tu lado. Por favor, dale una oportunidad a mi Reina. Ella te explicará todo ..."
Sus ojos se congelaron de inmediato,
"Ella explicará cómo se acostó con otro hombre, quieres decir. No hay nada que explicar, Remeta."
"No todo es lo que parece, mi rey."
"Ella está embarazada." Esas tres palabras contenían mucho dolor.
"El niño es tuyo. El Príncipe es tuyo." Susurró Remeta, siempre aprensiva.
El rey inclinó la cabeza y cerró los ojos.
Se hizo un largo silencio.
Y luego, "Es cruel por parte de Baski poner-a usted en esto ".
"Mamá no ..."
"Vete Remeta. Quiero estar solo."
En ese momento, el sonido de la puerta
Apertura interrumpida Adelante. El rey se levantó y se fue a la habitación, Remeta lo siguió furtivamente.
Baski estaba en la puerta con aire inseguro, sostenía una pequeña botella en una mano. No escapó al Rey que
El chico todavía está sentado en un rincón de la habitación.
Vete, Baski. No te quiero aquí.
"Dijo, cruzando los brazos.
"Vine por Remeta." Ella escapó.
Volvió a su biblioteca, "Entonces tómalo y vete. Tómalo también. Quiero estar
solo".
"Tienes que darle una oportunidad, mi rey. ¡Dale una oportunidad a mi reina, para detener su sufrimiento! ¡No puedes hacer que la ejecuten mañana!" Remeta se sintió miserablemente.
Baski dio un paso adelante, "Yo-yo también quería mostrarte este vial.
Contiene las tabletas --- "
"¡Dejadme en paz! ¡Salid todos!"
Rugió.
Los tres saltaron con el fuerte grito. Los ojos de Baski se agrandaron. Es la primera vezque alza la voz. Nunca hizo eso.
Yparecía enfurecido.
Baski negó con la cabeza derrotado y agarró a Remeta, quien le tendió la mano. casi de inmediato para tomar la mano aterrorizada de Corna. seis ojos lo miré, triste yaterrorizado.
Entonces los ojos del rey se llenaron de lágrimas.
Baski estaba arraigado en un estado deshock, mirándolo.
Parpadeó con fuerza y se fue. Baski no se habría dado cuenta si ella no hubiera estado mirando. Su corazón se rompió por él de nuevo.
"Salir." Repitió con voz ronca esta vez antes de volverse a la biblioteca. Derrotado, Baski se llevó a los dos niños y salieron de la habitación. Estaban en la puerta cuando Remeta y Corna dejaron de caminar al mismo
tiempo.
¿Por qué dejaron de caminar?
"Vamos." Ella los animó. Encontrará el camino de regreso de nuevo. ¡Ella no serendirá!
Ellos no se movieron.
Y luego se volvieron y volvieron a mirar al rey. Sus ojos se pusieron vidriosos, fijos en el espacio. La mirada era muy familiar.
El mismo look que siempre tiene Remetacuando quieras hablar de visiones del futuro.
Fue entonces cuando Baski se dio cuenta de que el niño también es un vidente. Y ahora los dos tienen visiones. ¡Oh Dios mío! ¡Oh Dios mío!
Cuando hablaron, no tenían visiones del futuro. Allí estaban viendo visiones del
pasado.
Corna habló. "Ella dijo que la rechazo, pero la tendré. La tendré una y otra vez. Ella me rechazó de Mines, pero la tendré. Por el Rey. Pero un día estaré dentro de ella. Y disfrutaré de ese cuerpo
exuberante como lo hace King. Como nadie más lo hizo. Formaron un plan. Detuvo su voz en un tono monótono.
El rey estaba paralizado a la puerta de la Biblioteca.
Entonces, la voz monótona de Remetaempezó. "La agarró desde el patio hasta el almacén ...
