A pesar de ser impulsiva y parecer estar siempre inmersa en los deportes y la competitividad, Rainbow Dash tiene sentimientos muy bonitos que reprime por verguenza, ya que considera que lo "cursi" la haría ver "veinte por ciento menos genial." Una s...
Las chicas entraron al tren luego de despedir a sus amigas, subieron sus cosas en la parte de arriba y se acomodaron en el último vagón, el viaje sería muy largo. AppleJack se sentó en el asiento frente al de Rainbow mirando la hermosa vista que ofrecía su ventana, Rainbow por otra parte se recostó sobre el otro extremo de la ventana fingiendo desinterés, sin embargo, era evidente que quería continuar la conversación que tuvieron en su casa, el hecho de que AppleJack abriera así su corazón con algo tan personal y de todas sus amigas solo con ella, era algo... Intrigante.
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Las dos estaban muy distraídas, AppleJack por el paisaje, Rainbow atrapada en sus pensamientos, sin embargo el diálogo de dos corceles sentados en un mismo asiento frente a los suyos les llamó a la atención. Pues uno de ellos le pasó al otro una foto de una pony mayor y una gran cantidad de dinero.
- Quiero un trabajo limpio y rápido.- dijo el corcel que pasó la fotografía y el efectivo.
Rainbow Dash y AppleJack cruzaron miradas con un gesto de preocupación, seguido de ésto entró una potranca del vagón que quedaba en frente y corrió hacía los dos corceles.
- Papá, cuando regresé del baño ya no estabas.- comentó la pequeña abrazando a su padre.
- Ya pequeña, solo hablaba con un viejo amigo, volvamos a nuestro vagón.- dijo el corcel con una enorme sonrisa para su hija, sonrisa que cambió por una perversa cuando miró al pony con el que hablaba, finalmente se puso en pie y se fue. Sólo habían tres ponys en el último vagón, el corcel que recibió la foto, Rainbow y AppleJack.
Estas últimas dos se encontraban extrañadas por el diálogo que acababan de presenciar.
- AppleJack.- dijo Rainbow en voz alta, dándole señales con gestos y muecas.- iré al baño, vuelvo en unos momentos.-
AppleJack entendió el mensaje, quería que la siguiera. - Espera, te acompaño, debo estirarme un poco, mis cascos están más dormidos que la abuela Smith en tiempos de cosecha.-
Ambas ponys se pusieron en pie y se dirigieron al baño del tren. Ya en el baño Rainbow habló.
- En primer lugar, wow, la excusa de los cascos dormidos fue genial, para ser la pony de la honestidad esa fue una de las mejores mentiras que he escuchado, en segundo lugar...- AppleJack la interrumpió.
