Cien mensajes. Cien malditos mensajes me envió ese idiota al terminar el entrenamiento, incluso a Yamaguchi le molestó. ¿No se podía esperar hasta que le dijera algo? Sabía que me iba a arrepentir, pero no pensé que tan pronto. Le tuve que mentir a mi novio diciéndole que lo estaba ayudando de nuevo con inglés, pero estoy seguro que no me creyó, es decir, Kageyama aprobó la última vez gracias a la ayuda de Yachi-san, no la mía, sin embargó no me preguntó más nada y caminó en silencio.
Nos despedimos en la misma esquina de siempre, pero como casi nunca ocurre, sus contestaciones eran cortantes y su semblante era sumamente serio. Se fue luego de un simple beso. Genial, ahora tengo que soportar a un idiota enamorado y un novio celoso. Dios, si existes, dame paciencia infinita. Definitivamente mi plegaria no fue escuchada, Kageyama me estaba llamando, dudé en contestar, pero al final lo hice.
—¿Por qué no contestas mis mensajes? —comenzamos mal, rey.
—¿Y tu por qué envías tantos? Acabas de hacer que Yamaguchi se ponga celoso —inmediatamente cubrí mi boca. Como si eso arreglara la estupidez que hice, pero estamos hablando de Kageyama, tal vez piense “ay que bonita amistad, se pone celoso porque su amigo tiene otros amigos”, ¿verdad?
—¿Qué? —mierda—. ¿Por qué Yamaguchi se pondría celoso? —se le oía confundido.
—P-Por nada —tartamudeé, genial, tenía que ponerme nervioso—. En fin, ¿qué es lo que quieres? —es muy obvio cambiar de tema tan drásticamente, pero no me queda de otra.
—Ah, sí —pareció recordar el motivo de sus mensajes y llamada—. ¿Has pensado en algo?
Quiero responderle que no, pero eso haría que me acose de nuevo, sin embargo, tampoco quiero decirle que sí y luego no saber que hacer. Estoy entre la espada y la pared, y lo peor es que yo solito que puse aquí, así que me tengo que aguantar. Aunque tampoco quiero tener problemas con Tadashi, a veces suele ser inseguro y se cierra totalmente, ahora, que tiene más confianza que antes no quiero que vuelva atrás. No sé que hacer, ésta situación me superó en menos de un día.
Lo único que se me ocurre ahora, es contarle a Yamaguchi y que tal vez nos ayude a pensar en algo.
—Te lo diré mañana bien detallado, si te lo explico por aquí no lo vas a entender —mentí. Mañana tal vez me disculpe, tal vez.
—Tiene sentido, hasta mañana entonces —y colgó la llamada.
Bien, sólo tengo que pensar en que decirle a ambos. Bien hecho, Tsukishima Kei, te metiste en un lío y no sabes como escapar, y te la dabas de inteligente, pero, ¿qué otra opción tengo? No quiero arruinar lo mío con Tadashi, pero tampoco faltar a mi palabra. No considero a Kageyama un amigo, sino un simple compañero al igual que el resto del equipo, aunque al principio ni siquiera lo consideraba, no obstante, aprendí a tolerarlo. Solo un poco.
Ahora, sólo queda pensar en lo que haré mañana.
Me mentalicé toda la mañana para esto y creo que lo estoy llevando bastante bien. He evitado a toda costa al rey durante el entrenamiento matutino, sólo para centrarme en mi novio y que no piense de más, por ahora va funcionando.
—Yamaguchi —llamé su atención—. ¿Podemos hablar en el recreo?
Me miró unos segundos para luego desviar su vista al armador titular. Sigue molesto.
—Seguro.
Esperé a que Yamaguchi se distrajera con Hinata o fuera a practicar sus saques con Nishinoya-san, no me voy a acercar a Kageyama mientras esté mirando. Mierda, parece que estoy teniendo una aventura.
—Oye —le llamé en voz baja—. En el mismo lugar de ayer, tengo que hablar contigo —asintió de la misma manera a cuando jugamos.
Las clases pasaron con normalidad, no presté demasiada atención a ellas, tenía que pensar en lo que iba a decir. Se que ese idiota se tomará bien lo mío con Tadashi, pues está en la misma situación con el enano.
Hablando de enano, no me he puesto a observar el comportamiento de Hinata alrededor de Kageyama. Tal vez si se comporte diferente, desde que ingresamos al equipo lo ha admirado, aunque parece que no va más allá de eso. Nunca lo oí decir que el rey es su amigo, al contrario de Yachi-san o los dos idiotas de segundo, sólo se limita a decir lo bueno que son sus pases y a presumir en que es el único que los puede golpear. Desconozco, obviamente, como es su relación fuera de la escuela, sólo sé que acompañan a la segunda manager a la parada del autobús.
Ahora, tanto Kageyama como Yamaguchi me miran confundidos. Estoy buscando las palabras correctas para ambos, pero no es fácil. No puedo simplemente decir “hey, Kageyama, traje a Yamaguchi para que le cuentes tu secreto” o “Yamaguchi, no estés celoso, sólo lo estoy ayudando a conquistar a Hinata”. De las dos formas suena raro.
—¿Por qué trajiste a Yamaguchi? —ten un poco de tacto, rey—. Sólo te confié esto a ti, idiota.
—Lo sé —dije en un suspiro. El pecoso me miraba expectante esperando a que continuara—. Pero anoche me diste muchos problemas, imbécil, hiciste que mi novio se pusiera celoso —ambos me miraron con los ojos bien abiertos. Yamaguchi palideció y no lograba decir algo.
—¿Qué? ¿novio? —parpadeó confundido—. Pero, ¿dónde está? —en este momento, estoy casi seguro de que Hinata es un poco más inteligente.
—¡Yo soy su novio! —gritó molesto—. Y no estaba celoso —golpeó mi brazo sin tanta fuerza.
Kageyama dirigía la vista a ambos, parecía no poder procesar la información.
—Ya veo, no puedo creer que seas gay.
De todo lo que pudo haber dicho, esto es lo único que dice.
Pensé que sería fácil seguir una historia que fue pensada cuando tenía 13 años jajaja
Estoy viendo de nuevo el anime y me he dado cuenta de que a Tsukki casi siempre lo animan mirando a Yamaguchi, en especial cuando otros personajes toman el protagonismo en pantalla. Los animadores los shippean, lo sé.
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Necesito Tu Ayuda (KageHina)
FanfictionEn donde el mismísimo Kageyama Tobio le pide ayuda al amargado de Tsukishima. . . Narrada por Tsukki, porque todos sabemos que los shippea en secreto. . . . Capitulos cortos. . . Los personajes no me pertenecen. Mención al Tsukiyama y Asanoya. La hi...