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Darcy estaba tomando el tour con algunos compañeros más y tenía que admitir que el campamento era bonito

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Darcy estaba tomando el tour con algunos compañeros más y tenía que admitir que el campamento era bonito. Los edificios estaban construidos para cubrir las necesidades de cada alumno y se encontraba ubicado en un lugar con una vista preciosa. Los árboles afuera eran altos, proporcionando sombra, mientras que el pasto estaba bien recortado, dándole al lugar una apariencia idílica. Ella podía imaginar con facilidad un montón de actividades al aire libre para realizar, aunque estaba segura de que pasaría más de la mitad de su tiempo con la cabeza enterrada en los libros.

Hizo una mueca.

En ese momento, Andrea estaba alabando la biblioteca del lugar con mucho orgullo, mientras sus compañeros estaban esparcidos por las estanterías, revisando los libros disponibles. La biblioteca no era ni la mitad de grande que la de su colegio, pero estaba bastante bien. Sonrió al ver la fila de los clásicos en diferentes ediciones descansando en una de las repisas, los títulos iban desde "La vuelta al mundo en ochenta días" hasta "El maestro y margarita", era una selección bastante amplia.

Se encontraba haciendo un excelente trabajo ignorando a Andrea y a sus compañeros, cuando su abuela apareció de repente a su lado. Darcy le sonrió, pero la mujer no le hizo demasiado caso, estaba concentrada en un libro en específico. Ella levantó la vista, notando en la estantería más alta un ejemplar de Sentido y sensibilidad. Darcy frunció el ceño y luego cruzó la mirada con la abuela, ambas se quedaron así varios segundos, compartiendo un instante de comprensión que no le estaba gustando para nada.

Suspirando echó un vistazo a su alrededor de tratando encontrar a alguien en su misma fila, pero la mayoría se había metido en la zona de libros académicos y Andrea se encontraba demasiado concentrada en que no rompieran nada, por lo que sólo prestaba atención a un grupo de chicos al otro lado de la biblioteca. Darcy se giró hasta su abuela, moviendo los labios.

—No creo que sea buena idea —dijo, pero su mente ya estaba trabajando. La mujer le sonrió y señaló el libro con un gesto—. Oh, vieja bruja —espetó, tomándolo y guardándolo dentro de su ropa.

En ese momento estaba usando unos shorts a la cintura, una blusa de cuello alto y sin mangas, con un cárdigan enorme encima, muy poca ropa para una ladrona que quería pasar desapercibida, pero la suficiente para hacer de las suyas sin que nadie se diera cuenta.

Rápidamente se acomodó el libro en la parte de atrás de la blusa, aprovechando que era ajustada, mientras que su cinturón fue de mucha ayuda para que este no se le resbalara. Debido a su delgadez y al tamaño de su cárdigan apenas se notaba la diferencia.

Para su sorpresa, no se sintió ni un poco culpable.

"El sitio es de mi mamá" pensó "Además, pondré otro en su lugar" creía recordar que tenía en su mochila uno con un título aburrido como "Historia de los reyes de Britania" o algo así. Eso funcionaría.

El talento de Miss Darcy (Libro 1 y 2) (GL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora