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𝟏𝟏 𝐝𝐞 𝐚𝐛𝐫𝐢𝐥 𝐝𝐞 𝟐𝟎𝟐𝟏.
𝐌𝐨𝐧𝐭𝐞𝐜𝐚𝐫𝐥𝐨, 𝐌𝐨𝐧𝐚𝐜𝐨.
—¿Besaste a Lando? —es lo primero que escucha la castaña cuando abre los ojos. Arthur está parado en la puerta de su habitación y la mira con los brazos cruzados.
—¿Qué? —pregunta la chica casi en un susurro. La cabeza le duele demasiado y la voz chillona de Arthur preguntándole cosas que no recuerda está al borde de volverla loca.
—Que si besaste a Lando, Julie.
—No te sale ser cupido, déjame en paz.
—Al parecer sí que me sale, Lando llamó esta mañana preguntando por ti.
Julie se sienta de golpe en la cama y mira a Arthur con una ceja levantada.
—¿Qué hizo qué?
—Llamó. Preguntando. Por. Ti.
—¿Y qué le dijiste?
—Que estabas durmiendo.
—¿No dijo nada más?
—Solo que se disculpaba... aunque no entiendo por qué.
—¿Y Charles? No recuerdo en qué momento nos fuimos.
—Oh, nos trajo hasta aquí, me ayudó a traerte a la cama y luego se fue con Anna.
Anna. Claro.
—Genial. —murmura desganada. —Sé que tenía que hacer el desayuno ¿pero puedes hacerlo tú? De verdad lo haré mañana, hoy no tengo ganas.
Un suspiro se atasca en su garganta mientras el menor asiente y deja un beso en su frente para luego salir de la habitación.
Los flashes en la mente de la chica aparecen de a poco y tiene que cerrar los ojos para no sentirse abrumada.
Lando y ella bailando bajo la atenta mirada de Charles.
Charles y ella bailando, Anna intentando separarlos.
Anna intentando separarlos.
¿Qué había ocurrido?
[...]
Charlotte apoya su mano sobre la de Julie, quien la mira casi formando un pequeño puchero en sus labios. Su relación era bastante cercana. Ambas se habían acompañado en los peores momentos de su vida y fue Charlotte la primera en enterarse de que el padre de Julie había muerto, así como también la primera en abrazarla y contenerla.
Por eso Charlotte siempre tendría un lugar especial en el corazón de Julie.
—No sé qué estoy haciendo. —murmura la castaña, mientras su amiga la mira. —Creo que besé a Lando.
Charlotte ahoga un grito y la mira con una pequeña sonrisa. Aunque hay algo en sus ojos que no se ven del todo sincerlo.
—Julie, hace años no me hablas de un chico.
—Lo sé, pero eso es porque...
—Por Charles ¡lo sé! Pero es genial que hayas besado a Lando.
—Espera, no sé si lo besé. Eso dice Arthur, pero bueno, él no es una fuente confiable. ¡El otro día quiso emparejarme con Mason Mount!
—Bueno Ju ¿Quién no quiere salir con Mount?
La chica rueda los ojos y bufa.
—El punto es que... no recuerdo haber besado a Lando. Y supongo que preguntarle si lo hice no queda tan bien...
—Invítalo a tu cumpleaños y dile a Arthur que le pregunte. O le puedo preguntar yo, también.
—No, Char. Está bien así. Me quedaré con la duda, supongo.
—Bien... cambiando de tema ¿Dónde festejaremos tu cumpleaños?
—Estuve planeando un almuerzo en casa de mamá, y después una cena o una pequeña reunión en el departamento. Contigo y los chicos estoy completa, no necesito invitar a nadie más...
—¿Vendrá Charles?
—Está invitado, claro, pero no sé si vendrá.
Charlotte asiente y se queda en silencio. Sabe que Julie no está pasando por un buen momento y, aunque no quiera decirlo en voz alta, sabe que la llegada de Anna a su vida ha revolucionado todo y ha sacado más de un sentimiento a flote.
Por eso prefiere guardar silencio y estar a su lado, sabe que en algún momento Julie tendrá su famoso vómito verbal y soltará todo sin dudar ni un segundo.
Y sabe que, cuando eso pase, las cosas se descontrolarán.
