XIII. Dificultades cosmológicas de la teoría newtoniana

                                    

                                          
—Oigan, ¿eso es vino? —preguntó el señor Kim.
Taehyung lo miró y sintió que algunos de sus órganos principales fallaban. Afortunadamente, el Dr. Choi siempre había sonado como si estuviera completamente borracho y, por lo tanto, su comentario salió con mucha más naturalidad de lo que lo hubiera hecho el de Taehyung.
—¡Sr. Kim! Estábamos hablando de usted.
No es cierto, no estábamos haciendo eso, quiso decir Taehyung. Tenía la boca seca.
Aparentemente no era sólo un producto de su imaginación fantasiosa, el Sr. Kim miró entre el Dr. Choi (desparramado sobre su escritorio, con un pie encima de una pila de papeles) y Taehyung, que hacía lo posible por fundirse con la silla. De pie en la puerta, con la luz del vestíbulo a sus espaldas, el Sr. Kim parecía uno de los dioses griegos desterrados y enviados a tierra firme.
Entonces sonrió. 
—Con razón sentía la oreja roja, eh.
—¡Siéntate, siéntate! —gritó el Dr. Choi.
—Hola, Taehyung —dijo el Sr. Kim mientras se bajaba una silla extra. Se inclinó hacia el escritorio para servirse de la botella casi vacía de uvas fermentadas. Llevaba el pelo revuelto y su sonrisa era alegre. Taehyung quería golpearlo por existir y meterle la lengua en la garganta al mismo tiempo. Quería decirle: "Sal de mi cabeza, porque no es justo ni para ti ni para mí que estés ahí".
Aun así, consiguió un débil "Hola".
El Sr. Kim le guiñó un ojo. Luego, se dirigió a su anfitrión. 
—Debería haberlos puesto juntos. Literatura europea y Taehyung.
—¿Oh? —dijo el Dr. Choi.
—¡Taehyung va a hacer un estudio independiente de astronomía!
—¿Oh? —Ahora el doctor sonaba mucho más interesado. Taehyung sacudió la cabeza frenéticamente.
—Ajá. Porque parece que no puede interesarse mucho por la física cuántica. Cosa que me parece bien, porque a mí también me gusta la astronomía —continuó el señor Kim, removiendo su vino al aire. Parecía más interesado en ver cómo este chapoteaba que en beberlo. —Sin embargo, en nuestra última cita de estudio, le hablé hasta por los codos de los extraterrestres. Recuérdame, Taehyung, para que fijemos una hora para reunirnos dos veces por semana para repasar tus nuevos planes de estudio. Acabo de terminarlos y son increíbles.
Cita de estudio, se hizo eco en la mente traidora de Taehyung. Ay no.
El Dr. Choi parecía que la Navidad y su cumpleaños acababan de coincidir.
—Oigan, ¿se supone que debo beber todo esto de una vez? —preguntó el Sr. Kim.