Tony Stark.

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POV: te engañó y no se dignó a terminarte, pero eres mejor que él.

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Sabía que esto pasaría, le habían advertido que le podía pasar, pero ella no iba a dejarse vencer por eso.

-Largo, te quiero fuera de mi departamento -dijo ella con firmeza.

Lo había encontrado hace, escasos segundos, con un tipa bastante voluminosa en un lugar que ella frecuentaba, lo había conocido por ella, dios, que odio le tenía.

-No, amor, tenemos que hablar -dijo Stark intentando tomar su brazo y acercarla.

-Suéltame -se alejó de él y suspiró con molestia -. ¿Qué acaso era el único lugar abierto hoy? -preguntó. Anthony se quedó callado y ella prosiguió -. ¿Qué no podías llevarla a uno de los tantos lugares caros que presumes conocer?

- ¿Qué dices? -habló él -. ¿Te importa más que la haya llevado a la cafetería en la que nos conocimos que el hecho de que te engañara?

Ella rió enfadada -No, claro que no -dijo -. Me duele mucho más que ni siquiera fingieras, que no lo ocultaras, ¡que fueras un descarado! -le gritó y golpeó el pecho del contrario -. Me duele amarte y que tú quieras hacerte la víctima.

Stark bajó la mirada y ella se alejó aún más de él. No quería verlo, estaba tan molesta que las lágrimas le salían solas y, después de gritarle, sentía que se había quedado sin voz

-Lo siento, yo... -ella no lo dejó terminar y levantó una mano deteniéndolo.

-Lárgate, no quiero verte en este momento, vete -le pidió y, en silencio, Stark hizo lo que le pidió y dejó el departamento.

Cualquier esperaría que llamará mil veces, que se deprimiera, que demostrara que estaba arrepentido y que no quiso hacerlo, o al menos que no quería herirla. Pero no, Anthony Edward Stark salía siempre en las noticias desde hace dos semanas, no la había llamado y no le había enviado ni un solo mensaje.

Ella ya no estaba dolida, tal vez triste sí, pero tenía algo más. Coraje, porque no hizo nada más que correrlo y hacer que tuviera el camino libre de salir con cualquiera. Yelena, a quien conoció hace unos meses y le había ayudado en todo desde lo que sucedió con Tony, estaba ahí.

-Ya te digo yo una cosa -inició a decir mientras comía palomitas -. Todo eso que aun conservas de él, deberías tirarlo.

-Ni siquiera tuvo los pantalones de terminarme, ¿Sabes? -dijo _____ totalmente molesta.

-Es lo que digo, chica, deshazte de sus cosas -repitió -. Yo las quemaría y las enviaría a su casa.

Ella negó, molesta, sin dejar de golpear el trapo de cocina en sus manos y dando vueltas frente a la rubia sentada en el sofá.

-No, ¿Y mostrarle lo molesta que estoy? -negó -. Haré algo, pero debo pensarlo bien.

Yelena asintió -Entiendo que seas vengativa, también lo soy -dijo -, Si tú me lo pidieras lo tendrías de cabeza colgando de tu precioso balcón.

-Eso no me sirve, quiero que sufra -dijo deteniéndose frente a ella. -. Ya ni siquiera me interesa volver con él.

-Podrías ponerle el cuerno, pero no lo sabría -le propuso mientras subía los pies al sofá sentada en posición de meditación.

_____ la miró un momento. Tenía razón, ya no tenía sentido ponerle el cuerno porque no lo sabría o, probablemente, no le importaría, pero debía de encontrar la forma de molestarlo, de hacerle papilla el cerebro y hacer que pagara por lo que hizo. Lo amaba tanto, y si le hubiera dado la seguridad de que eso jamás volvería a pasar, ya lo hubiese perdonado.

MARVEL ONE SHOTS/POVSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora