XXVI: la verdad.

                                    

                                          
Como verán, he cambiado el capítulo por completo, pero tranquilos, la verdad sigue siendo la misma.
fecha de publicación: 23/03/22
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Una semana había pasado desde que Peter los llevó a acampar en el bosque, la manada se había unido un poco más y los niños cada vez se sentían más integrados a ellos, sus lobos se adaptaban a sus nuevas vidas como si la anterior no hubiera existido. 
La búsqueda de la bruja se había cancelado momentáneamente, dos meses de intensas búsquedas habían sido suficientes para que los betas se estresaran, el druida fue quien les sugirió parar y todos le hicieron caso, en realidad ninguno tenía interés en que los pequeños volvieran a la normalidad, no al ver lo encariñados que estaban a Derek y Stiles, claro que iban a retomar la investigación luego de descansar. 
Lo único que les fue difícil fue seguir mintiendole a los padres de Jackson, ellos no creían que su hijo estuviera en un retiro espiritual como les habían dicho y cada vez insistían más en hablar con su hijo. La encargada de mantenerlos distraídos siempre era Lydia, aunque a veces era ayudaba por Ethan, a ambos les costaba mentirles, pero sabían que debían de hacerlo, no podrían explicarles que su hijo volvió a tener seis años y que, de hecho, lo habían visto y no lo habían reconocido. 
Por otro lado, también estaba Stiles y su reciente problema de insomnio, el castaño cada vez dormía menos y todo se debían a sus recurrentes sueños, a los cuales trataba de darle algún significado pero nunca podía conectar las cosas, siempre se le escapaba algo y eso lo ponía nervioso. 
— Pops — Jackson trepa a la cama para sentarse frente a Stiles —. ¿Estas bien? Tía Erica me dijo que estabas mal.
— Oh, pequeño, estoy bien, solamente no pude dormir bien — le sonríe —. Ven, acuéstate conmigo, los dos dormiremos una mini siesta sin que papá Derek se entere, te parece? — el niño asiente para luego acostarse junto a él —. Mi cachorrito mayor y valiente — besa su mejilla antes de abrazarlo y caer dormido. 
Jackson da media vuelta para ver al castaño dormido y da un suspiro, realmente esperaba que Stiles perdonará lo que había hecho y que no se enojara tanto. 
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Unos días antes de que Stiles encontrará a los niños. 
Un grupo de cuatro betas se encontraba sentado fuera de la mansión Hale, los cuatro rubios -o medio rubios- estaban en silencio mirando el frasco que el ex kanima sostenía entre sus manos.
— Deaton nos matará cuando se entere que hemos robado uno de sus frascos — rompió el silencio el beta de rulos.
— Yo creo que Stiles y Derek nos matarán a nosotros por usar un frasco, de dudosa función, en Scott — comentó la quimera.
— Nadie nos hará nada porque nadie se enterará — habló el beta más pequeño.
— De todas formas, no sabemos lo que hace ese frasco, tranquilamente puede ser veneno — volvió a hablar el primero mientras le arrebataba el frasco al rubio mayor, quien lo miró indignado. 
— Primero, no creo que sea veneno, Deaton no deja esas cosas a la vista, no sabiendo como somos y, segundo, yo creo que Scott merece cualquier cosa que le hagamos — el mayor miró sorprendido al beta menor y sonrió orgulloso —. Ha cometido una acusación muy grave contra nosotros y concuerdo con Jackson en la idea de vengarnos.