06 de marzo del 2022
Las cosas que uno desea en su momento, nos hacen cometer locuras que cuando obtenemos lo que queremos al final, nos arrepentimos.
Hoy me arrepiento de muchas cosas en mi vida, quizás era mejor no insistir con conocer tanto la historia sobre los antiguos Cupidos, o hacer tantas preguntas sobre lo que se me venía encima.
Ahora comprendo mejor por qué Layden quiere dejar que pase un tiempo, que me adapté a lo más sencillo, antes de golpearme con la realidad. Ya comprendo cada palabra que pronuncia Layden referente a esa chica ensangrentada, todo lo que dice se reproduce en mi cabeza como en una vieja película con poco presupuesto.
Como un royo de película antiguo, que es guardado en una caja de madera en el closet hasta que un curioso lo encuentre. Y yo lo encontré, encontré una vida que no es mía, unos recuerdos que tampoco y una voz que tenía unos días sin escuchar de manera constante.
Una voz que me susurraba en los momentos más tormentosos y extraños, una pregunta que me dejaba sin aliento:
«¿Crees en el amor?»
Ella en estos momentos me sonríe, es extraño, es alucinante, es como experimentar esquizofrenia de repente, la miro tan delicada, tan angelical y tan rota que roza la locura, su sonrisa es siniestra, pero su rostro es inocente.
—Ella era perfecta o al menos ante nuestros ojos lo era...
Observamos con deleite como nos admira, o al menos como lo hace con ella, Freya me muestra su rostro y la miró. La detallo cada centímetro, desde su perfilada y diminuta nariz, pasando por sus pómulos altos repletos de un rubor que contrasta con su piel pálida, cada hebra de cabello, cada pestaña que cubre unos ojos que demuestran cansancio, la miro, es como si la tuviera enfrente, cuando la realidad es producto de mi mente y su espíritu.
—Ella era lo que para nosotros representaba la perfecta Cupido líder, era un punto medio entre el espíritu infantil, la locura, el desorden, el egoísmo y la rebeldía de Eros, y el temperamento volátil, el orgullo, el liderazgo, sentimentalismo y la introversión de Ágape.
»Ella era increíble, la diosa de los dioses, teníamos la esperanza de que la tercera era la vencida y ella lo estaba demostrando, aprendió muy rápido todo lo que era necesario para ser Cupido y para cuando ya llevaba diez años en el puesto, era como si llevará una eternidad con nosotros. Se adaptó muy bien, no le importó el hecho de que la olvidarán, su familia la maltrataba, la humillaba, ser Cupido era un escapé y fue libre por mucho tiempo.
Freya me sonríe y de esa sonrisa los recuerdos surgen en mi mente como una explosión. Su diminuta figura envuelta en harapos sucios, su cuerpo golpeado y personas gritando obscenidades a su persona acusándola de adúltera.
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El suicidio de Cupido
FantasyEl mundo ha dejado de creer en el amor y las cosas para Cupido se han complicado, ser el ser que reparte el amor a las personas, pero sin poder experimentarlo, es algo que frustraría cualquiera; eso y muchos factores causaron que Cupido decida termi...