desarollo

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Abriendo los ojos listo para un nuevo día se dió cuenta que traía un peso ya familiar sobre su pecho.

El mismo con el que había despertado ayer y antes de ayer.

Wanda una vez más de alguna forma se había metido en su cuarto para acompañarlo a dormir por tercera noche consecutiva.

Como había controlado sus instintos naturales?

No pondría definitivos pero el pensar en la cantidad de niños en la casa logro hacer que piense las cosas con la cabeza fría.

Moviéndose con el mayor cuidado que un cuerpo somnoliento le permitía salió de la cama para irse en dirección al baño.

Era miércoles y eso significaba que ya no podía seguir ignorando sus responsabilidades con su empresa ya no podía manejar más aumentos para Ana y escucho que Steve recibía sobornos para programar sus citas.

Viendo su itinerario definitivamente había algo de verdad en el rumor.

Suspirando una vez más el castaño había salido del baño para marcharse en dirección a la cocina y preparar su ahora famoso desayuno incluso tendría invitadas y sabiendo cuál era su trabajo de medio tiempo probablemente deborarian todo en su nevera si no preparaba suficiente.

Así empezó su ardua tarea de preparar torre tras torre de pancakes.

Estando ya cerca de terminar pudo escuchar una discusión que parecía estar comenzando en las puestas de su casa.

-toca el timbre

-por que yo?

-eres la mayor!

- que lo haga khamala!

-se quedó dormida la dejamos atrás recuerdas?

-y por qué no lo hace Anya?

-no me metan en su pelea de gemelas!

-no somos gemelas!

-por dios se vieron en un espejo!

-De todas formas dos contra una toca el timbre!

-que yo por qué?

-vamos Anya!

-pero para empezar y...

El castaño solo sonrió brevemente para dirigirse a la puerta para recibir a sus alumnas.

Por lo que escuchaba parecían seguir tan enérgicas como siempre.

Abriendo la puerta las encontró ahí y parecían estar al borde de agarrarse de las greñas.

-emm Chicas?

-peter!...

Las dos rubias y la castaña habían respondido al unisono sorprendidas de ser descubiertas.

-bueno van a entrar o se quedarán mirándome?

-o si claro lo siento

-gracias

-como permiso.

El castaño de repente recordó a cierta rubia que había desaparecido después de que regreso de la dimensión de peni.

-o por cierto Gwen.

-si?

-si?

Respondiendo ambas rubias una vez más al unisono solo para después ambas cruzasen miradas.

-la roquera.

Tan pronto como específico el castaño se dió cuenta de la mirada victoriosa que había lanzado una a la otra aunque decidió ignorarlo dejandolo como un asunto de competencia de hermanas.

responsabilidades aracnidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora