Había pasado unos meses desde que Akashi y Furihata habían conversado, donde Furihata obtuvo un dulce beso que realmente le había gustado de aquel Alfa. Un beso que le hizo sentir emociones fuertes y dulces a la vez. Decidió que lo mejor era tratar de no pelear con Akashi, aunque los coqueteos de este último lo sorprendían un poco.
Sobre todo, un día cuando Akashi llego con un macetero de rosas rojas diciendo que eran para él, maravillándolo, pues a él le fascinaban las rosas.
Tenia gestos dulces que solo hacían emocionarse internamente a Furihata, le trataba con cuidado, pero sin tratarlo como alguien inferior.
No estaba seguro de que, si Seijūrō realmente sentía algo por él, pero que hiciera estos gestos hacia que tuviese miedo. No quería volver a enamorarse de nadie en realidad, solo permitió abrirse más a su Alfa porque era eso: su Alfa, pero aún estaba temeroso de que esto no fuese a resultar correctamente.
Por otro lado Furihata quería ser mimado, amado, quería volver a ser abrazado y acariciado. Era débil en ese aspecto, en que realmente no era fácil para el no desear volver a sentir los labios sobre los suyos, incluso varias veces de manera inconsciente casi buscaba que se diera nuevamente aquel momento.Se hacia una curva un poco más notoria en donde estaba su hijo, casi cuatro meses desde que todo ocurrió. Era increíble como el tiempo transcurría.
―Tal vez ya deberíamos pensar en nombres para nuestro bebé ―Furihata murmuro un poco para sí mismo.
―Furihata Kōki―Una voz conocida detrás de él le hizo sobresaltarse, no era Seijūrō, sino el padre de este. Furihata la verdad temía un poco a ese hombre, se veía imponente y demasiado serio. Incluso a veces le daba la impresión de que le odiaba. ―Ven un momento, necesito hablar contigo.
El Omega (Quien aún tenía que usar muletas un tiempo más) fue acompañando al hombre mayor, hasta llegar al patio de la mansión que poseía un enorme jardín lleno de flores. Había un lugar ideal que poseía lugares para sentarse y conversar, incluso taparse del sol que ese día se estaba haciendo imponente y algo fuerte.
―Lamento si no fui lo suficientemente cortes al llamarte, debí primero haberte dicho los buenos días Furihata-san, pero necesito que pongamos las cosas en claro, ya no puedo posponer más esto ¿Qué quieres de ahora en adelante?
―Ah, no se preocupe, yo tampoco lo salude bien y...¿Eh? ¿A qué se refiere? ―Furihata parpadeó sin comprender exactamente a que se refería, además temía responder alguna babosada, la mirada afilada del mayor le asustaba mucho.
El hombre que permanecía siempre con una mirada imperturbable habló entonces.
―Cuando llegaste aquí eras un muchachito lleno de lágrimas y dolor, lastimado, traído acá en contra de tu voluntad, porque, aunque Seijūrō diga que tus padres dieron consentimiento, se notaba que no querías estar aquí. La pregunta es ¿Quieres irte aún de este lugar?
Kōki grito internamente porque temía que, si decía que sí, ese hombre le hiciera algo malo a él y a su bebé. Además, ahora se estaba llevando mejor con Seijūrō. No lo amaba aún, eso era verdad, pero habían dejado las peleas.
―Es...complicado. ―Agachó la mirada.
―Se sincero, no me gustaría tener un nieto nacido fuera de un matrimonio, pero si te parece una carga podrías darme a ese niño y entre Seijūrō y yo podríamos cuidarlo mientras busco la forma de que sus ex parejas vuelvan a aceptarlos y logren casarse con quienes ustedes aman de verdad ―Hablo de manera tranquila, no amenazante, aunque para Kōki sí que lo era de algún modo, le daba miedo su tono de voz―. No pienses mal, simplemente no quiero que la gente piense mal de nosotros con mi hijo teniendo de pareja a alguien diferente de quien se comprometió en público hace meses ¿Entiendes eso?
―Pero ...Seijūrō-san no estará de acuerdo con eso. ―Se cubrió el estómago como si le fueran a arrancar la criatura que tenía en sus entrañas, retrocediendo.
―No le estoy preguntando a Seijūrō, te estoy preguntando a ti. Tu no estás de acuerdo con esta vida, déjame ayudarte, no necesitas arruinar tu vida uniéndote a mi hijo de por vida.
―No necesito su ayuda, ni la de nadie. Seijūrō me pertenece a mí, yo a él y mi hijo es mío y de mi Alfa, no se lo entregaré a nadie, me casaré con él porque es MIO. ―No sabía de donde sacaba el valor para hablar y decir esas cosas. Lo que decía en parte Masaomi lo entendía, pero no, aunque ese hombre le hiciera daño, seria sincero en sus convicciones. Aunque después de darse cuenta de decir que se casaría con Seijūrō se puso colorado al máximo, pero trató de disimular mostrándose arrogante.
―Así que quieres quedarte con mi hijo...―Se quedo mirando de manera curiosa a Furihata quien mantenía esa pose defensiva cubriéndose la barriga casi inexistente. ― Bien, fija una fecha para la boda. Ya te dije, no quiero que mi nieto nazca fuera del matrimonio y tu vientre se está empezando a notar. No quiero un escándalo. Tiene que ser lo más pronto posible.
Kōki no sabía que fecha dar, si tenía que casarse con el Alfa lo haría. El que hablaba era su lado Omega que no permitiría nunca que Akashi se fuese con otro. Jamás y lo sabía ahora.
―Usted fije una fecha y nosotros con Seijūrō-san nos comprometeremos. ―Su voz fue firme mirando al mayor.
―¡No! ―Seijūrō llegó levantando una ceja, cuando vio desde la ventana a su Omega con su padre sabía que la cosa no pintaba bien. ―¡Se supone que esto no debería ser de esta manera! ¡Yo quería...! ¿¡Maldición padre porque siempre lo arruinas todo!?
Las mejillas coloradas de Seijūrō le causaron curiosidad a Kōki. Tal vez si era cierto lo que Kuroko le había dicho y el Alfa estaba enamorado de él. La verdad este tiempo y las actitudes del Alfa le han hecho pensar que sus sentimientos son reales, pero aún teme.
―Entiende Seijūrō, no puedo permitir que se formen escándalos y rumores en nuestra familia. No es honorable, solo hago lo mejor para todos. Además, sé que te gusta.
El pelirrojo mira de manera furiosa al mayor, es que tenía demasiadas ganas de golpearlo, aunque fuera su padre se metía demasiado en lo que no le correspondía. Todo por mantener la reputación de la familia. Suspiró, su propia educación le prohíbe hacer lo que piensa con su padre, más sus palabras no las puede contener.
―¡Yo debía de enamorar a Furihata Kōki! yo debería haber sido quien después de tiempo de estar juntos y conocernos bien, saber que ambos tenemos ideales similares y nuestros sentimientos sean mutuos, proponerle matrimonio al pasar el tiempo. ¡No debía de ser así!
El Omega se acerca al Alfa que estaba muy molesto y frustrado, poniéndose delante de él. No sabía exactamente cómo reaccionar a lo que decía este, pero quería calmarlo un poco, soltó un suave aroma de manera no consiente para aligerar el ambiente.
―Seijūrō-san, escúcheme, creo que después de todo esto sería lo más sano para el bebé. Que crea que estamos en una relación real. Yo trataré de ser un buen Omega para usted y complacerlo. ―Suspiró. ―Es lo único que puedo hacer, no más.
―Yo quiero que me ames Kōki, sé que te es difícil porque aún amas a ese Alfa que te rompió el corazón. Yo quería que si nos casábamos fuese por amor, no por obligación, no por compromiso. Mi padre lo arruino todo. ―Abraza a Furihata, quien al contacto con el cuerpo del mayor se siente demasiado cómodo y lo abraza a su vez. En eso Akashi recuerda algo y lleva a Furihata en brazos con él dentro de la casa, ni siquiera despidiéndose de su padre quien se cruzaba de brazos.
El hombre mayor ya tenía una fecha decidida para el matrimonio de Akashi y Furi, pero antes quería comprobar algo.Llegan a la habitación de ambos, Furihata fue sentado en la cama suavemente mientras Akashi parecía buscar algo. Cuando lo encuentra sonríe ampliamente y se acerca a su Omega sentándose a su lado guardándose el objeto un momento.
―¿Sabes? El primer día en que sentí tu aroma de celo fue en la fiesta de compromiso. Fue mientras te llevaba a la habitación de invitados para que descansaras, solo un poco antes de ello, mi padre me había entregado algo, algo que se supone que le daría a la persona que debía ser única en mi vida. No sé porque no quise entregárselo a Tetsuya en ese momento, supongo que esperaba que mi Alfa interno reaccionara a su aroma o algo que nos uniera, nunca pasó, nunca sentí esa conexión.
―Si, Kuroko-kun me digo lo mismo, por eso me dijo que usted era para mí. Aunque sé que lo dijo para que no me sintiera demasiado triste por la situación que tengo.
―Soy tuyo Kōki, debes entenderlo, yo me sentí cautivado por tu olor, me sedujiste sin problemas solo con tu aroma, pero más que nada con tu linda sonrisa. Me disgustaba tu carácter un momento, cuando te oponías a todo lo que decía, no aceptabas todo a la primera, pero luego pensé; No sería un buen Omega para mi si no tuviera su propio carácter. Me gusta como eres.
―Quiero creer en ello, de hecho, mi parte Omega no quiere separarse de usted, pero no sé si puedo corresponder todos sus sentimientos Akashi-san.
―Déjame amarte Kōki, déjame ser tu todo―Akashi se pone delante de Furihata y se agacha para que lo mire a los ojos. ―. Generalmente no dejó que nadie me mire por encima, a nadie le permito esto, pero quiero que entiendas como te veo y la importancia que tienes para mí.
Furihata asiente con un sonrojo inevitable ante sus palabras, entonces Akashi le pide su mano, el Omega se la da y entonces el Alfa pone un anillo en su dedo, parecía antiguo.
―Era el anillo de mi madre, creo que nadie más debe usarlo excepto tú.
La emoción hace que Kōki casi salte a los brazos ajenos, donde es correspondido. No quiere reprimir más sus sentimientos, no quiere temer más, es la primera vez que se siente tan importante para alguien. Es la primera vez que se siente amado.
Y quiere amar también a esta persona.
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War Love
Fanfiction¡TE ODIO! ¡Arruinaste mi vida! Decían al unísono un Alfa y un Omega mirándose con desprecio. Ambos tenian sus parejas correspondientes, ambos se iban a casar dentro de un mes. ¿Cómo había podido pasar esto? Furihata despreciaba al Alfa que le emba...