Capítulo 38

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Me sorprende la inesperada visita. Mingyu me está mirando con un rostro inusualmente pálido.

¿Por qué este hombre se encuentra aquí?

Inclino mi cabeza casualmente. Mingyu, que me mira a la cara sin decir una palabra, luego abre la boca:

—... ¿Estás bien?

—¿Sí?

Me sorprende nuevamente la repentina pregunta.

Me observa por un momento, solo parpadea y suspira. Se pasa los dedos por el pelo como si estuviera cansado y abre nuevamente la boca:
—¿Por qué no contestaste el teléfono?

—¿Teléfono? —repito sus palabras como un tonto.

Mingyu frunce el ceño como si estuviera molesto por mi reacción.

—Bueno, quién...

Jeongyeon, que se acerca a la puerta de entrada preguntándose qué está pasando, se sorprende y suelta un grito. Mingyu pasa por encima de mi cabeza en silencio y la mira. Jeongyeon habla primero:

—¿Por qué el Sr. Kim está aquí...?

De repente se da cuenta de algo. También me percato de que Jeongyeon encuentra la respuesta a la pregunta que hizo justo antes de que sonara la campana. Por supuesto, lo negaría inmediatamente, sin embargo, necesito habilidades de actuación de las que nadie dude. No puedo garantizar que pueda negar de manera calmada.

Afortunadamente, Jeongyeon no dice nada al respecto. Todo lo que hace es vernos por turnos a Mingyu y a mí. De nuevo se cierne un pesado silencio. Una vez más, abre la boca primero:

—Bueno, me retiro. Wonwoo, hablemos de esto nuevamente la próxima vez. Le preguntaré a mi hermano.

—Ah gracias. Jeongyeon. Espero que...

Me doy cuenta de la presencia de Mingyu mientras hablo. Me veo obligado a apartarme y pedirle que entre.

—Te veré en un momento.

Lo digo a espaldas de Mingyu, pero él no mira hacia atrás. Cierro la puerta y bajo el edificio con Jeongyeon. El camino está bordeado de autos familiares. Me detengo para ver a Choi parado en la calle fumando un cigarrillo.

—... ¿Dónde está el auto?

Jeongyeon, ante mi pregunta, sin decir nada señala al otro lado de la calle. En silencio caminamos uno al lado del otro. No fue hasta que llegamos al frente del auto que Jeongyeon abre la boca:

—No sabía que tenías tal relación con el Sr. Kim... Es del Sr. Kim, ¿no es así?

Se a lo que se refiere, aunque no lo diga claramente. Digo que sí y asiento con la cabeza.

—Ya veo —murmura Jeongyeon con una mirada amarga.
Abre la puerta del auto y me mira antes de sentarse en el asiento del conductor.

—No le diré a nadie sobre esto hasta que Wonwoo lo diga directamente.

Sonrío amargamente.

—Confío en ti Jeongyeon.

Jeongyeon sonríe.

—Lo que preguntaste antes, se lo preguntaré a mi hermano y te lo haré saber. Es difícil decírselo ahora porque tengo que comprobar cuándo tiene día libre.

—Sí, gracias.

—De nada. —Ella habla de manera entrecortada—. Somos amigos.

Ante las palabras de Jeongyeon, sonrío alegremente. Cuando le doy un ligero abrazo como despedida, ella también me da una palmada en la espalda.

KML - Meanie - MinwonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora