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[A LIBRARY STUDY DATE] 


                            

                                
                            
                              
                                  
                              
                              
                                
                                  
                                  
                                
                              
                             
                            
                            
                          
                          
3 de diciembre
Draco se despertó tarde a la mañana siguiente, pero era sábado, así que no le importó. Para cualquier otra persona, las 8:30 no era tarde, pero Draco era un tipo especial de persona. No se durmió hasta las dos de la madrugada, el hoyo en su estómago solo estaba creciendo. Estaba en conflicto. Estudiar con Winnie probablemente lo ayudaría, pero si alguien se enterara y su padre lo averiguara, regresaría de las vacaciones de Navidad con más moretones de lo habitual. La sensación en su cuerpo cuando estaba cerca de ella también estaba inculcando preocupación en su mente. No había querido tanto estar cerca de alguien desde su enamoramiento en tercer año en quinto año llamado Jenna.
Mientras se preparaba para el día, Blaise seguía roncando lejos del otro lado de la habitación, Draco luchó consigo mismo internamente. Se metió el botón verde en los pantalones y se aseguró de que se viera presentable. La mayoría de los niños no se molestaban en vestirse tan bien los fines de semana, pero Draco tenía una reputación que ocultar. Draco se dirigió al Gran Comedor y se sentó en la mesa de Slytherin junto a algunos randoms de los que no era amigo. El Gran Salón estaba relativamente vacío, ya que era sábado y el desayuno se extendía hasta las 10:30 de todos modos. Draco tomó una tostada e inconscientemente miró hacia la mesa de Hufflepuff. Se dio cuenta de a quién estaba buscando cuando sus ojos se posaron en la chica pelirroja y Johnathan comiendo waffles con las manos. Se preguntó por qué no estaba desayunando, pensando que probablemente estaría dormida.
Tenía razón, Winnie se quedó profundamente dormida debajo de su suave manta navideña con un reno encima. Esta mañana, agarró su gran oso de peluche con fuerza contra su pecho, una pierna se balanceó sobre él. Respiraba con dificultad mientras un sueño se abría paso en su mente. No era exactamente una pesadilla, pero la amenaza del señor oscuro la inquietaba incluso mientras dormía.
Draco no sabía qué hacer. Lo que sí sabía era que el chocolate caliente era probablemente su nueva cosa favorita y ahora deseaba prestar más atención a cómo lo hacía.