—Tienes que... Si eres tan cobarde como para guardar tus sentimientos por casi 4 años dudo que un par de horas más te maten— Kendall estaba frente a mi, acomodando el cuello de mi blazer para la ceremonia.
—Joder, estás tan sexy.
Volteé para ver mi outfit, realmente me veía bien sin embargo, me sentía miserable.
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La ceremonia sería una boda... La boda de la persona por la que he estado enamorada por años... La boda de Taylor Swift y Joe Alwyn.
—Taylor te busca, Collins. ¡Oh por dios! ¡Estás ardiente!— Abigail, la mejor amiga de Taylor había entrado a la habitación.
—Voy, Abi. Gracias por avisar.
—No contestabas tu celular y me mandó a buscarte. ¿Esos son chocolates?— murmuró al ver una caja de bombones en la cama, asentí.
—Toma uno, son míos. Vete ya y no tardes en volver _____— Kendall dijo lo último mirándome y asentí.
—Abigail me dijo que... me... —carraspeé, sintiéndome nerviosa al verla en su vestido de novia y completamente lista para dar el "si" en el altar— ...me buscabas.
Ella sonrió y asintió.
—¿Qué opinas?
—Estas... fabulosa. Totalmente preciosa, Tay.
Sus ojos azules brillaron de emoción.
—Gracias, ____. Estoy... Dios muero de nervios.
—Todo saldrá perfecto. No te preocupes— sentí un nudo instalarse en mi garganta.
—Quería... ____... ¿Crees que estoy haciendo bien?
Fruncí el ceño.
—¿De qué hablas, Taylor?
—En casarme... ¿No crees que es... apresurado?
—¿Eso realmente importa? ¿Lo que yo diga?
—¡Por supuesto! Eres de mis mejores amiga... No lo sé. Tengo miedo y...— Taylor vió a todos lados aunque la habitación se encontrará vacía. Extendió su mano hacia mi y la tomé, estábamos cerca una de la otra ahora.
—Debo decirte algo pero... No puedes decirle a nadie, Collins. Nadie lo sabe. Solo lo sabrás tú.
Asentí.
Que no esté embarazada. Que no esté embarazada. Que no esté...
