Fuego

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Estábamos en el parque, cada uno en silencio mientras comiamos nuestro helado.

-Entonces, ¿París, eh? - bromea Simón sonriendome mientras se lamia los labios.

-Ese es el plan, después de que encuentren a Sharon podré ir tranquila -frunzo mis labios para después soltarlos- Será muy bueno para mi, me alejare del desastre que hay aquí, descubrire un nuevo idioma y lugares, conoceré la Mona Lisa -Simón ríe para después negar- ¡Cállate, me gusta el arte!

-No, eso esta muy increíble, solo que siempre me hace reír ese nombre -muerdo el pedazo de chocolate que hay en mi helado para después girar los ojos.

-Estaré en las pasarelas más exclusivas y, conoceré algun chico guapo -es casi instantánea la mirada de Simón hacía mi directamente, sus ojos estan sorprendidos y tal vez confundidos- ¿Qué?

Parece querer decir algo pero luego niega, mi pequeño plan salió perfecto.

-No, nada -dice para después jugar con el pasto- Sólo ten cuidado, dicen que los franceses son malvados y arrogantes.

-Eso es más que perfecto, maldad con maldad y arrogancia con arrogancia -sus ojos me miran de reojo a lo que yo me rió- ¿Qué esperabas? Es la ciudad del amor, cuando regrese ya tendré novio.

-Me dolio -susurró muy bajo.

-Eres un dramático -bromeo tomando su mano, Simón voltea a verme sonriente- Y manipulador, ya estas aprendiendo de mi.

-No es cierto -pongo mi cabeza en su hombro- ¿Cuanto tiempo crees que tardaras en volver?

-Cuando comiencen las vacaciones de navidad, tal vez. O en el cumpleaños de Emilia, no lo se -su dedo pulgar acaricia mi muñeca, extrañaba esa sensación tan dulce.

-Podría ir a visitarte, y cocinar la pasta que te gusta -Simón apoya su barbilla en mi cabeza mientras yo lamo mi helado.

-Nada de 'podría', eso es seguro, cariño -Simón se ríe mientras besa mi sien- Aunque tal vez te llegues a perder, la última vez que fui casi termino al otro lado de la ciudad por no encontrar la dirección del instituto.

Últimamente Simón y yo pasábamos tiempo juntos. Después de que nos disculparamos entre los dos y el se enterará que me mudaria a París, estabamos aprovechando el tiempo que nos quedaba para estar juntos.

Seguramente ya eran más de las cuatro, lo que significaba que pronto sería momento para pasar momento en la familia mientras comíamos.

-Debo irme, Alfredo odiara si tardo un segundo en llegar.

-Oh yo te puedo llevar, no esta tan lejos.

-No gracias, tu debes regresar a trabajar -Simón juguetea con mis dedos para después levantarnos -Nos vemos luego.

-Adiós Ámbar -murmura lentamente, no puedo mirarlo directamente a los ojos o eso significaría caer rápidamente de nuevo.

Una sonrisa aparece en sus labios y me es imposible no despegar mis ojos de el, esa chispa de alegría y ternura me hace estremecer.

Simón actúa rápido para robarme un corto beso en los labios, ese suave roce me hace despertar y actuar.

Una sonrisa muy grande invadio mi boca, ¡bravo Ámbar!

-Ya me tengo que ir -el asiente y aun así no deja de verme- ¡Deja de mirarme!

-¿Por que?

-Por que ya me voy -el se ríe sin embargo yo comienzo a alejarme.

Solos |One Shots|Where stories live. Discover now