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Este cap está largo, pero fue todo un cuento escribirlo, mandé todo mi estilo de escritura a la mierda y esto salió, escribir escenas de acción no es lo mío. 
                          
No se olviden de comentaaaaaaaaaaarrrrrrrrrr, amo leerlos. 
                          
<3
                          


                          
AEGAN CASH
                          
Parpadeé mirándola, incrédulo, esperé ver algo, el más mínimo rastro de humor en su rostro, pero no había nada, literalmente nada, la tristeza se había desvanecida. Cuando reaccionó me empujó por los hombros y se puso de pie, miré la habitación, aturdido, intenté recrear lo que había pasado en mi mente, al parecer alguien había disparado desde fuera y la bala había atravesado la ventana e impactando en el espejo, rompiendo ambos objetos, T/n tuvo que haber estado arreglándose y cuando dispararon los cristales le llegaron a ella, o tal vez... me volteé a verla y su bajo izquierdo sangraba, confirmando mis sospechas, la bala la había rozado. 
                          
—Tenemos cinco o tal vez cuatro minutos antes de que ellos entren a la casa, —miró el reloj en su muñeca, frunció el ceño e hizo una mueca de dolor— ¿tienes armas? —abrí y cerré la boca sin saber que decir, aún no procesaba bien lo que estaba pasando—. ¡Aegan, reacciona, ¿tienes o no armas en esta casa?! —asentí frenéticamente con la cabeza. En caso de emergencias había armas, entre otras cosas, nunca las había usado, pero sabía como manejarlas. 
                          
—Sí, sígueme —ella intentó quitar los cristales de su cuerpo, gimió de dolor en voz baja, pero no se detuvo—. ¿Estas bien? 
                          
—No, Aegan, tengo cristales enterrados en todo mi cuerpo y las personas que me odian vinieron por mí, así que no, no estoy bien. 
                          
—Que agresiva. —bromeé para intentar calmarla, su respiración estaba muy descontrolada, pero el ambiente se sentía tenso, casi asfixiante. 
                          
—¡ADRIK!, ¡ALEIX!, ¡JUDE Y ARTIE VENGAN AHORA! —gritó fuerte, no sabía que estaba planeando, pero tenía alguna idea, esperaba que fuese un plan para acabar con la gente que vino por ella.
                          
Abrí la puerta de mi habitación y me dirigí al baño, me agaché frente al mueble bajo el espejo y saqué una casa negra y pesada, ella se apoyó en el marco de la puerta, mientras intentaba sacarse la mayor cantidad de cristales que fuera posible. Solté un gruñido al dejar la caja en el piso, T/n me empujó hacia al lado y giró la caja en su dirección, la abrió dejando ver dos pistolas, dos navajas, munición y, joder, no sabía que había una granada ahí dentro, pero a ella pareció gustarle. Sacó un arma y comenzó a revisarla. Una sonrisa se formó en su rostro. 
                          
—Glock 9mm, ¿eh? —asentí con toda la confianza del mundo, como si supiera del tema, no sabía mucho de armas. 
                          
—¿Qué jodida mierda está pasando? —pronunció Aleixandre. Los cuatro ya estaban aquí, horrorizados mirando las armas, no los había oído entrar, la confusión, la duda, el miedo y el desconcierto se dibujaban en los rostros de cada uno. D'angelo no los miraba, solo revisaba todas las armas de la caja, incluso la granada. Una parte de mí quería que la usara, pero otra que valora esta casa no, mejor que no lo hiciera. 
                          
—Necesito contexto —T/n se volteó hacia Jude y respondió: 
                          
—Soy la hija del jefe de la mafia italiana, si abren la boca los mato, unos enemigos vienen por mí, no dudarán en matarlas, Jude y Artie, tomen —le tendió una navaja a casa una—. Tenemos tres minutos antes de que entren —Ellas tomaron las armas blancas sin rechistar, yo tomé la otra pistola, mis ojos chocaron con los de ella, un silencio espeso se formó en el baño, Aleix tosió, sacándonos de este extraño bucle en el que nos habíamos metido.