Las disculpas de ShangGuan.

                                    

                                          
Capítulo 707.
                          
SunMin se quitó toda la ropa y se fue desnudo al baño. Tenía una figura muy esculpida. Lo cierto era que todos los amigos del grupo de Hyun eran hombres bendecidos con una apuesta apariencia, tenían las miradas más atractivas y cuerpos más sexys del mundo. Era la razón por la que siempre había una liga de donceles a su alrededor, alabando y tratando de llamar su atención. 
                          
SunMin se dio una ducha rápida y luego, con solo una toalla alrededor de su cintura, salió del baño. Las diminutas gotas de su cabello rodaban lentamente por su piel, formando un delicado chorro de agua que terminaba en la toalla alrededor de su cintura. 
                          
Miró profundamente a ShangGuan al pasar junto a la cama de matrimonio. Una sonrisa apareció en su rostro sin que él lo notara. Tomó una botella de vino del pequeño armario cerca del balcón y se sentó al lado de la mesita. Luego, tomó una copa de vino de la mesa y lentamente se sirvió un poco de licor. Respirando profundamente el aroma del vino, levantó la copa a sus labios y sorbió un poco de manera agradable. 
                          
El viento de la noche en otoño era muy suave, incluso si el aire estaba demasiado seco. Aun así, era muy agradable beber solo en una noche tan hermosa. Después de todo lo que pasó en los últimos días, SunMin comenzó a reflexionar profundamente sobre todas esas cosas que le habían sucedido. 
                          
No ignoraba cuál era el verdadero propósito de XiuMin, solo pensaba que era inapropiado o, incluso, incorrecto para alguien, con un mínimo sentimiento de vergüenza, pedir algo que ya no le había pertenecido por tanto tiempo. Así que no prestó demasiada atención a la reaparición de su exnovio. 
                          
Pero ahora que había oído todas las estupideces de XiuMin esta mañana, finalmente se dio cuenta de que lo que le preocupaba a ShangGuan no era algo insignificante. Para ser sincero, él sabía que no era un hombre romántico. A veces ni siquiera sabía cómo hacer feliz a su esposo, pero mientras él fuera el hombre del que se había enamorado, dedicaría toda su vida a protegerlo y amarlo sin dudarlo. 
                          
Simplemente nunca fue un hombre capaz de expresar sus sentimientos en voz alta, por lo que solo esperaba que ShangGuan sintiera y supiera que él lo amaba tácitamente. ShangGuan no era un hombre que se emborrachaba fácilmente, la mayoría de las veces, podía beber mucho y aun así mantenerse consciente. Se sintió mucho mejor después de tomar el agua con miel que le dio su esposo. Estaba recuperando sus pensamientos gradualmente y el viento frío también debió haber ayudado a acelerar el proceso. 
                          
Él abrió los ojos lentamente. Aunque todavía podía sentir la resaca, ya no era tan terrible. Entonces, presionó ligeramente su cabeza mareada, tratando de ver dónde estaba. Al reconocer la cama de matrimonio en la que estaba acostado, se preguntaba cómo volvió allí. 
                          
Nunca se habría imaginado que fuera SunMin quien lo había recogido y conducido de vuelta porque aún recordaba cuán fría y firmemente él le había dicho que se tomaran un tiempo y se calmaran. Se dio unas palmaditas en la cara para tratar de alejar su resaca y recuperar la sobriedad, pero su cabeza comenzó a dolerle nuevamente tan pronto como la memoria de la cara desdeñosa y el sarcasmo de su esposo persistían. 
                          
Se mordió el labio inferior con la esperanza de cobrar algo de valor. Porque sea como sea, tenía que enfrentarlo sin importar cuán vergonzoso pudiera ser. 
                          
"¿Ya te has despertado?"
Una voz grave y fría llegó a sus oídos mientras trataba de reponerse. Se distrajo de sus pensamientos y se sobresaltó un poco. Era SunMin. 
                          
"Yo...".
Murmuró ShangGuan, que todavía no sabía cómo enfrentar a su esposo. Ni siquiera podía mirarlo directamente a los ojos. Ahora se sentía aún más avergonzado, se estaba sonrojando tanto que tuvo que levantar la cobija para cubrir sus coloradas mejillas. Después de todo, se habían peleado fuertemente en el bar hacía solo unas horas. Le había dicho algo tan hiriente que él ya no sabía qué hacer ahora. 
                          
"Como ya te has despertado, creo que es mejor que te duches primero. Te hará sentir mejor".
Dijo SunMin con calma. Todavía estaba medio desnudo, con solo una toalla en su cintura, cuando lo vio moviéndose incómodamente en la cama. Decidió entrar y ver si estaba bien, aunque en realidad no había pensado que se despertara tan pronto. 
                          
"SunMin, ¡lo siento mucho! Sé que no me comporté bien esta noche, y mi actitud fue aún peor. Entiendo totalmente si sigues enojado conmigo. Así que todo lo que quiero decir es que lo siento".
Se disculpó sinceramente. Él podría ser directo y, a veces, problemático, pero nunca irrazonable. ShangGuan y Saeng compartían muchas cosas en común siendo los mejores amigos. Por lo tanto, al igual que Saeng lo haría, después de darse cuenta de su propia culpa, 
                          
ShangGuan siempre reflexionaría sobre sí mismo y se disculparía si fuera necesario. SunMin solo miraba a su esposo pensativamente mientras decía esas palabras. Sin ninguna expresión en su rostro, mantuvo la boca cerrada, emitiendo una sensación de frialdad. Sin embargo, se sorprendió por su disculpa, no era algo que él había esperado. 
                          
Pues había pensado que haría un largo discurso para explicarle todo y calmar su ira, pero él se disculpó incluso antes de que él pudiera decir una palabra. 
                          
"Las discusiones involucran a ambas partes, así que los dos somos responsables de ello. Por tanto, esta vez, no es todo culpa tuya. Estaba fuera de mis casillas y también hice algo terrible. ¡Yo también lo siento! Sin embargo, hay algo que me gustaría aclararte. Como hombre, tengo un límite, especialmente en algunos aspectos. Así que, por favor, no cruces esa línea o me volverás loco. Realmente espero que me entiendas, cariño".
Dijo SunMin seriamente. Sus ojos estaban fijos en ShangGuan, obligandolo a mirarlo y hacer contacto visual con él, ya que mirándolo directamente a sus ojos podría llegar directamente a su alma. Esta vez la comunicación fue clara y eficaz. Estaba seguro de que él había recibido su mensaje y lo consideraría seriamente. 
                          
Aunque también notó que él se sonrojaba, probablemente sintiéndose avergonzado de lo que había hecho. Así que ahora estaba tratando de esconderse debajo de la cobija. SunMin veía lo tímido que estaba ahora, y tuvo que admitir que esto lo hacía aún más lindo. Pero, aun así, no expresó ni un poquito lo que estaba pensando. Lo único que hizo fue mirarlo juguetonamente. 
                          
"¡Pero no debiste dejarme allí y marcharte!" 
Exclamó acusando a SunMin. Finalmente recuperó la razón. Al mencionar el abandono de su esposo, le rompió el corazón. Él no tenía derecho a lastimarlo tan despiadadamente. 
                          
Sus ojos estaban llenos de lágrimas y todos los malos sentimientos que habían estado confinados durante toda la noche fueron liberados desde lo más profundo de su corazón. Después de todo, había sido cuidadosamente protegido como un príncipe desde que nació. Todos a su alrededor se preocupaban por él y lo amaban. 
                          
Además, dirigía una gran empresa. Él tenía su orgullo, ¿quién se atrevería a tratarlo así? Pero esta noche, SunMin fue la excepción. Aunque él le había dicho que se fuera, pero nunca pensó que realmente haría lo que le pedía, desapareciendo sin siquiera dudarlo.