Un vaso de leche.

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Capítulo 682.

ʺNo recuerdo haber dicho ninguna de esas estupideces. Y si las dije, debí haber estado loco. Harías bien en olvidarlas, no sé en qué estaba pensandoʺ.
SunMin se liberó del abrazo de XiuMin y se levantó rápidamente de su silla. Él estuvo a punto de caerse al suelo cuando él se alejó.

"SunMin, negar tus sentimientos hacia mí con tanta insistencia, solo significa que aún te importo. Solo espera y verás, te demostraré quién es el hombre ideal para tiʺ.
Dijo XiuMin mirándolo seductoramente y con la barbilla levantada de una forma muy arrogante.

ʺLo que tú digas. ¡Ahora vete!ʺ
Dijo SunMin con severidad. No estaba interesado en ese hombre ni regresaría con él, sin importar lo que sucediera. Eso era algo que podría jurar.

ʺ¡No me rendiré!ʺ
Las cosas no habían salido cómo XiuMin las había planeado, aun así sentía que todavía tenía una oportunidad. Ese hombre creía firmemente que ShangGuan no le llegaba ni a los talones. Y estaba seguro de que podría encontrar algo que pudiera usar en su contra para poder quedarse con SunMin.

ʺNo obtendrás lo que tanto deseas. Ahí está la puerta, puedes irte por voluntad propia, de lo contrario llamaré a los guardias de seguridad para que te escolten. Tú decidesʺ.
Dijo SunMin, haciendo una mueca y preguntándose si irrumpir en su oficina sería algo común para él en los próximos días.

ʺNo me rendiré hasta que vuelvas a ser míoʺ.
Dijo XiuMin, mientras lo miraba una vez más, antes de salir de su oficina, de mala gana. SunMin cerró los ojos y suspiró. Jamás regresaría con él, eso era un hecho, como la puesta del sol cada día. Estaba casado, además XiuMin no era su tipo. Ese hombre debío estar loco para pensar que SunMin seguía enamorado de él. Si seguía insistiendo, todo lo que obtendría sería una terrible decepción. SunMin se reclinó unos minutos en su silla y cuando estaba listo para reanudar su trabajo, sonó el teléfono.

Contestó de inmediato: ʺHola Hyun. ¿Ya regresaste?ʺ
SunMin recordó la broma de ShangGuan, acerca de que él y Hyun iban a los hoteles y no pudo evitar reírse. Solo a él se le ocurriría algo tan absurdo. No podía entender de dónde había sacado esa idea.

ʺSí, regresé ayer. No nos hemos visto en varios días, ¿qué te parece si nos vamos de fiesta?"
Preguntó Hyun, mientras le entregaba a Saeng un vaso de leche. Su atención estaba centrada en su esposo mientras hablaba por teléfono.

ʺMe parece bien. ¿Dónde iríamos? Estoy en la oficina. Solo dime el lugar y te veré allí más tardeʺ.
Contestó SunMin, mientras revisaba la información en su computadora. Al no encontrar errores, guardó el archivo. La llamada de Hyun había sido muy oportuna, pues podría aprovechar para hacer las paces con ShangGuan.

ʺNos vemos en el restaurante Westin Western, hace tiempo que no voy. Llevas a HongKi, no lo he visto recientementeʺ.
Hyun quería llevar a Saeng al restaurante Westin Western, para que probara la deliciosa comida que ahí preparaban. Lo que no sabía era que él ya había comido allí antes.

ʺNos vemos ahí al ratoʺ.
Alguien le iba a disparar el almuerzo a SunMin. Esas eran buenas noticias. Y lo mejor de todo era que comerían en el restaurante de Hyun. No había razón para que SunMin rechazara la invitación.

ʺSi, nos vemos más tardeʺ.
Cuando Hyun colgó el teléfono notó que Saeng estaba frunciendo el ceño mientras miraba la leche.

ʺ¿No la quieres?ʺ
Preguntó Hyun.

ʺNo me gusta la leche. ¿Mejor me puedes traer un vaso de agua?ʺ
Dijo Saeng, haciendo un puchero como niño chiquito. Se sentía dolorido por todas partes.

ʺNo, tómatela y báñate. Luego los llevaré a ti y a KyuHyun a un lugar muy bonito a almorzarʺ.
Hyun también estaba preocupado de que Saeng hubiera adelgazado tanto así que dejó que su madre le cocinara su famosa sopa de hierbas.

ʺPero no quiero la lecheʺ.
Saeng se ganaba la vida dando órdenes y no estaba acostumbrado a recibirlas de los demás, por lo que obedecer le resultaba muy difícil.

ʺ¿Qué no la quieres? ¿Estás seguro?ʺ
Preguntó Hyun, con una sonrisa pícara la cual podría haber puesto nerviosos a muchas personas, pero su esposo no era uno de ellos.

ʺEstoy seguro. ¿Por qué no la bebes tú?ʺ
Dijo Saeng, sonriendo dulcemente, ignorando que su esposo estaba planeando darle algo peor que la leche.

ʺBueno, entonces no tengo más remedio que traerte un poco de la sopa de mi madreʺ.
Hyun estaba de pie junto a la cama, absorto con el hermoso rostro de su esposo, el cual de inmediato palideció al escuchar qué comería.

ʺ¿Qué? ¿Sopa de hierbas, de nuevo? ¡No, beberé la leche!ʺ
Saeng sentía náuseas cada vez que olía esa sopa. Bebió la leche rápidamente, temeroso de que Hyun pudiera cambiar de opinión.

ʺ¡Muy bien! Ya le abrí a la regadera, ve a tomar un buen baño. Regresaré más tardeʺ.
Dijo Hyun, estallando en una carcajada. Tomó el vaso vacío de Saeng, con expresión triunfante. Parecía que al fin había logrado que su esposo lo obedeciera. Si se hubiera dado cuenta de que lo estaba engañando acerca de la sopa de hierbas, se hubiera puesto histérico, pero a Hyun no le hubiera importado. Había logrado su propósito y eso era lo que contaba.

ʺ¿A dónde vas?ʺ
Pregunto Saeng confundido, tratando de levantarse. Sus piernas estaban demasiado débiles y no se pudo mantener de pie. Hyun lo atrapó antes de que cayera al piso.

ʺ¿Necesitas que te ayude a bañar?ʺ
Preguntó Hyun sonriendo. Después lo besó suavemente en los labios, mientras le quitaba los mechones de cabello de la cara. Cuando vio el chupetón en su clavícula, sonrió.

ʺNo. No soy tan tonto como para entregarme en bandeja de plata a un depredadorʺ.
Saeng puso los ojos en blanco, reflexionando sobre cómo ese hombre de apariencia impecable podía ser tan salvaje en la cama.

ʺ¿Acaso soy yo el depredador?ʺ
Hyun no estaba enojado. Tampoco le avergonzaba demostrarle su pasión a Saeng. Consideraba que era natural que un marido sintiera deseos hacia su esposo.

ʺYo no dije eso. Pero si has llegado a esa conclusión, no hay nada que yo pueda hacerʺ.
Saeng se deslizó del abrazo de Hyun y caminó lentamente hacia el baño. Se sentía más exhausto que de costumbre después de la noche de sexo que habían tenido. Ese hombre tenía demasiada energía.

Hyun sacudió la cabeza mientras caminaba hacia la puerta de la recamara, luego vio a KyuHyun correr escaleras abajo.

"KyuHyun, no corras tan rápido. ¡Ten cuidado! ¿Cuál es la prisa?ʺ
Gritó Hyun, frunciendo el ceño. Fue a alcanzarlo y cuando lo encontró,

KyuHyun le dijo: ʺPapi, tío Lucas y yo iremos al gimnasio de taekwondo. No tienes trabajo para él hoy, ¿verdad?ʺ.
Cuando terminó de hablar le regaló a su padre una dulce sonrisa.

ʺOh. ¡Así que vas a salir con Lucas! ¿Eso significa que te vas a perder de ir a un fabuloso restaurante con tu papito y conmigo?ʺ
Hyun suspiró, fingiendo sentir lástima por él. KyuHyun sintió que estaba atrapado en un dilema.

ʺ¿Habrá buena comida? ¿Puedes reprogramarlo para esta noche?ʺ
Elegir entre el taekwondo y el restaurante era una decisión difícil, pues a KyuHyun le encantaban las dos cosas.

ʺNo, no puedo reprogramarlo. Tendrás que elegir unoʺ.
Hyun sabía que KyuHyun elegiría el restaurante, ya que la comida era su debilidad.

ʺDame un minutoʺ.
KyuHyun lo pensó arduamente como si se tratara de una decisión de vida o muerte.

Por fin tomó una decisión: ʺIré contigo y papito al restaurante. El taekwondo puede esperar hasta mañanaʺ.

Un verdadero amor.  4a parte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora