680 Los sentimientos de SunMin.

                                    

                                          
Capítulo 680.
                          
"Qué vergüenza...", 
ShangGuan lo miró enojado, parecía que en términos de fuerza, los donceles siempre eran más débiles que los hombres. Entonces, en ese aspecto, ShangGuan siempre estaría en desventaja, aparentemente desde el primer día que vio a este hombre, estaba destinado a ceder ante él. 
                          
"De hecho, puedo hacer algo aún más desvergonzado, todo depende de si estás dispuesto a cooperar o no...".
De pronto, SunMin se inclinó y le pellizcó el mentón con malicia, sus ojos lo miraban ansiosos. 
                          
"Tú... no intentes nada... no soy conveniente en estos días".
ShangGuan se estremeció e inconscientemente se movió hacia atrás, tenía mucho miedo del tipo de maldad que podía sentir en él. 
                          
"¿Qué crees que te voy a hacer? ¿Eh?"
Como SunMin era tan indiferente, él no esperaba que al mismo tiempo pudiera comportarse de forma tan atractiva, ShangGuan tenía una especie de impulso de huir de él. 
                          
"Yo que sé, no soy tú, ¿cómo podría saberlo? De cualquier modo, no te acerques tanto a mí".
Nunca antes había visto a SunMin así.  Pensaba que sólo Hyun y JungMin eran poseedores de tan cautivadoras miradas, en su opinión, únicamente este par de malvados podían ser de esa manera, no obstante, no creía que SunMin pudiera ser tan perverso también. 
                          
"¿Por que? ¿Tienes miedo?"
Le sonrió maliciosamente, luego cambió su expresión indiferente y se volvió un poco tierno. Un instante después miró a ShangGuan con dulzura, esto hizo que a él se le erizara la piel de los pies a la cabeza. 
                          
"Sí, te tengo miedo, ¿contento?"
Dijo él, sabiendo muy bien cuándo era tiempo de luchar y cuándo era tiempo de ceder. Sabía que esa faceta era algo nuevo, así que si insistiera en provocarlo, podía salir perdiendo. SunMin se estaba comportando de forma extraña y él sentía que la estaba controlando por completo. 
                          
"Está bien, finalmente conseguí que ShangGuan  agache la cabeza, realmente vale la pena enseñarte las cosas".
SunMin contuvo su risa, no esperaba que este hombre le temiera tanto a lo que le pueda hacer. Parecía que él podría usar esta táctica para tratar con él de ahora en adelante, probablemente los chicos malos eran irresistibles para cualquier doncel. 
                          
"No te alegres tanto, tus trucos no siempre funcionarán".
Aunque se sintió tentado por él, ShangGuan también estaba bastante molesto. Sin embargo, su corazón había latido más rápido al verlo comportarse así, no pudo evitar sentirse realmente atraído por él. Pensó que debía intentar salvarse antes de caer rendido por completo ante los encantos de su esposo, de lo contrario, sería terrible enamorarse de él algún día. 
                          
"Creo que ya tuviste suficiente, si no me crees, podemos intentarlo de nuevo".
SunMin le sonrió de forma arrogante, estaba encantando con la forma en que lucía ShangGuan: con una mezcla de enojo y timidez, esta extraña belleza le parecía fascinante. 
                          
"Bueno, me rindo por esta vez, tengo que irme a la cama, me duele un poco el estómago".
Dijo y arrugó el entrecejo. 
                          
"¿De verdad te sientes mal?"
Notó que su rostro estaba un poco pálido, aunque al principio pensó que podría ser porque estaba molesto. 
                          
"¡Sí! Así que no me fastidies".
Después de decir esto, ShangGuan cerró los ojos, nunca se sintió incómodo. Quizás lo que le estaba pasando era porque había bebido mucha agua fría al mediodía y luego vio esa escena que lo hizo enojar mucho, tal vez esa era la razón de su incomodidad. 
                          
SunMin lo miró en silencio, movió ligeramente sus delgados labios y salió por la puerta, lo dejó descansar un poco, lo que hizo que ShangGuan se sintiera aliviado. Cerró los ojos, pero no mucho después de eso, escuchó una suave voz en sus oídos. 
                          
"Vamos, bebe un poco de agua azucarada antes de irte a dormir".
Dijo SunMin, después puso una taza en la mesita de noche cerca de él y lo ayudó amablemente a incorporarse. 
                          
"Ya es muy tarde, no vayas y molestes a los sirvientes, ¡eso no está bien!"
Respondió ShangGuan, quien aún no podía quedarse dormido, pues estaba realmente incómodo, por lo tanto, le era muy difícil conciliar el sueño. 
                          
SunMin fingió toser, "No molesté a nadie, lo hice todo yo solo, ¡así que pruébalo!"
Él tomó la taza que estaba a un lado de la cama y lo puso frente a ShangGuan pero no se atrevió a mirarlo a los ojos, se sentía realmente avergonzado de decir que lo había hecho todo por sí mismo. 
                          
"¡Oh! ¿También sabes hacer esto? ¿Estás seguro de que se puede beber?"
Preguntó. No era que no creyera en él, pero muchos jóvenes ricos no sabían cocinar. Por supuesto, él tampoco sabía, sus habilidades en la cocina eran terribles, pensó que si alguien le pidiera que cocinara, podría quemar la cocina. 
                          
"Chico, ¿no confías en mi habilidad? En ese caso, no lo bebas".
Dijo SunMin mirándolo a los ojos, todo lo hizo porque se encontraba mal, si fuera otro, definitivamente SunMin no hubiera hecho nada, por supuesto, esas otros no incluían a su hermano HongKi, la razón por la que él había aprendido a cocinar. 
                          
"De verdad eres un hombre mezquino, sólo bromeaba, nunca dije que no lo bebería".
ShangGuan puso los ojos en blanco y luego tomó la taza para beberlo. De hecho, la razón por la que dijo eso fue porque estaba muy conmovido por su gentil comportamiento, no quería que él lo descubriera, por lo tanto, simplemente buscó una excusa para encubrir sus verdaderos sentimientos. 
                          
El tenso rostro de SunMin finalmente se relajó, luego lo observó, después de que terminó de beber todo, él se lo retiró. Era la primera vez que SunMin cuidaba a un chico que no fuera HongKi, de hecho, había algo germinando en su corazón, era sólo que nadie sabía cuándo saldría todo a la luz.