De regreso a casa.

                                    

                                          
Capítulo 671.
                          
"Estoy bien. ¿Te he ofendido?"
Preguntó en voz baja Hyun, quien seguía recostado sobre las piernas de su esposo. Al escuchar su tono de voz,  se dio cuenta de que aún estaba algo cansado. 
                          
"No, no me ofendiste. En el pasado, yo era demasiado ingenuo. Pensaba que podía luchar con mi cuerpo sin tener que pensar en la preocupación de los demás. Pero estaba equivocado. No estoy solo. Hay muchas personas que me aman y se preocupan por mí. Por ellos, debo cuidar mejor de mí mismo". 
Cuando dijo todo eso, sintió como la amargura brotaba en su mente. Como militar, debía hacer cosas que a veces iban en contra de su voluntad. Y a pesar de que había reflexionado sobre sus actos, no era capaz de cambiar su situación. Muchos de sus amigos le aconsejaron que dejara la vida militar. Sin embargo, ser un soldado no solo era un trabajo para él, era la confirmación de la realización de su vida. Se había esforzado al máximo, entregando su corazón y su alma para poder alcanzar sus objetivos. Aún recordaba a la perfección la alegría que sintió el día que se cumplieron sus metas. 
                          
"Muy buena reflexión". 
Hyun tocó los suaves labios de su esposo. Él sabía que al ser militar, era imposible que no saliera herido pero no tenía otra opción más que aceptarlo. Quizás eso era el lamento que un esposo de un soldado debía tener. Él no soportaba la frustración de no ser capaz de ayudar a su amado. 
                          
"¿Aún estás molesto conmigo?". 
Saeng se mordía los labios con ansiedad. Siempre había sido alguien firme e inflexible, a tal punto de no haber rendido ante nadie. Sin embargo, ahora, se había entregado a Hyun de esa manera. No se sintió avergonzado en lo absoluto, en vez de eso sintió como la dulzura fluía. Él lo amaba y esa era la razón por la que él se preocupaba por su seguridad. 
                          
"¡Ajá!"
Sonrió Hyun. ¡Pero qué tonto era! Si él siguiera enojado, no estaría recostado ahí y hablando con el, con tanta calma. Como trataría de compensarle, Hyun fingió estar molesto para saber qué podría hacer para que estuviese feliz. 
                          
Saeng mordió su labio por un momento y finalmente tomó una decisión. Se inclinó con lentitud y presionó sus suaves labios sobre los de él. Al besar aquellos fríos labios, se sintió a gusto y en calma. Desde el primer momento en que lo vio luego de haber estado separados por un par de días, lo único que quería era besarlo y decirle lo mucho que lo había extrañado. 
                          
Mirándolo directamente, Hyun abrió los ojos como platos. El en verdad sabía cómo complacerlo para su propio beneficio. Hyun no era alguien que pudiese controlar toda su pasión. Así que lo tomó entre sus brazos y le devolvió el beso introduciendo su lengua salvajemente. Incluso ya había desabrochado dos botones de su camisa con una de sus manos. Solo se detuvo cuando su esposo lo había apartado. 
                          
"Querido, si no estuviéramos en el auto, ya te habría hecho mío". 
Con ojos llenos de deseo y mirando su pecho, Hyun dijo aquello con voz baja y seductora. 
                          
"¡Deja de mirarme!". 
Saeng abrochó los botones de su camisa y evitó aquella ardiente mirada. Se había sonrojado por timidez. 
                          
"¡Por favor, ya he visto cada parte de tu cuerpo!"
Hyun se enderezó y acomodó su desordenada camisa y cabello. Él formó una de sus seductoras sonrisas, la cual hizo que se avergonzara aún más. 
                          
"¡Eres un pervertido!"
Saeng puso los ojos en blanco, pero estaba aliviado de que esté dispuesto a hablar con el. Cada vez que tenía aquella mirada de frialdad,  entraba en pánico e intentaba hacer lo mejor para que él se sintiera feliz. 
                          
"¡Eres mi esposo! Tengo derecho a hacer esto".
Aparentemente, Hyun se sentía entusiasmado por aquel beso. Así que Saeng se dio cuenta de que él ya estaba de buen humor. 
                          
"¡Deja de decir esas tonterías! Solo baja del auto. Ya hemos llegado a casa. KyuHyun te ha echado de menos". 
Saeng se volvió a acomodar su ropa, tomó su portafolio y lo instó para que bajara rápido del auto. 
                          
"Bueno, KyuHyun sí es un buen niño a comparación de otros. Alguien no me extrañó en lo absoluto y solo se molestó conmigo".
Después de decir eso, Hyun se bajó del vehículo. Y no olvido extender su mano y ayudarlo a bajar con gentileza y consideración. 
                          
Saeng frunció el ceño ante las quejas y estaba a punto de explicarse pero se dio para atrás con sus palabras porque vio que KyuHyun corría hacia ellos. 
                          
"Papá, por fin has vuelto. Te he extrañado tanto. Incluso he perdido mucho peso porque te he extrañado todo este tiempo". 
KyuHyun se arrojó a los brazos de su padre y se pellizcó las mejillas, en un intento de probar que había perdido peso. El corazón de Hyun se suavizó al ver los gestos infantiles que su hijo hacía. 
                          
"Bueno, deja que revise las demás parte de tu cuerpo". 
Hyun extendió su mano para quitarle los pantalones a su hijo. KyuHyun gritó en voz alta y se sujetó los pantalones con fuerza. 
                          
"Vamos papá. Los hombres no deben quitarse los pantalones frente a los papitos".
KyuHyun señaló a Saeng. Era obvio que se sentía avergonzado de estar desnudo frente a su appa. 
                          
"¡Que eres solo un niño! Es tu papi y ha visto cada parte de tu cuerpo".
Al escuchar las palabras de Hyun, Saeng se quedó sin palabras. Esas palabras no tenían doble sentido pero recordó lo que él le dijo en el auto y su rostro se sonrojó otra vez. 
                          
"Papito solo ha visto mi cuerpo cuando yo era bebé. Pero ya he crecido". 
Refunfuñando, KyuHyun frunció sus labios. 
                          
"¿Cuál es la diferencia? ¡Sigues siendo su hijo! ¡Oh no! Ya no eres su pequeño". 
Hyun cargó a su hijo y caminó hacia la entrada de la casa. Apenas podía esconder las risas que aparecían en su rostro. 
                          
"¡Así es! Papá, entonces tú también puedes ver que soy diferente ahora". 
KyuHyun se había emocionado por las palabras de su padre. Pensó que lo veía como un adulto ahora. Pero lo que él dijo después lo había enojado. 
                          
"Claro que sí. Cuando te vi por primera vez, eras como un mono desnutrido del zoológico . Pero ahora, pareces un panda gordito. ¡Si continúas comiendo porquerías entre las comidas como ahora, en el futuro, serás como un elefante!"
Dijo Hyun de manera seria. KyuHyun se lo había tomado enserio e incluso se había pellizcado el vientre. Pero se dio cuenta de que Hyun le estaba tomando el pelo. Formó una sonrisa astuta en su rostro y gritó para que Saeng lo escuchara: "Papito, papá dice que pareces un mono". 
                          
'¡Bah! ¿Cómo te atreves a burlarte de mí? Mi papito te castigará por esto. ¡En lo absoluto, no estoy gordo! Caí tontamente al tomar en serio las palabra que dijiste al principio. ¡Parece que no solo te burlas de los extraños, sino que también le tomas el pelo a tu propio hijo!' KyuHyun pensó para sí mismo. 
                          
"¡Vamos, solo estás diciendo tonterías! Yo no he dicho eso. Cariño, no escuches lo que dice. Solo trata de incriminarme". 
Hyun se volvió hacia Saeng y le mostró una sonrisa muy halagadora. Luego le lanzó una mirada de advertencia a KyuHyun. 
                          
"Dijiste que era un mono. ¿Eso no significa que el también lo es?"
KyuHyun sonrío con astucia y quiso saber cómo le explicaría eso a Saeng. 
                          
"También dije que eras como un panda. ¿Eso no significa que tu papi también es un panda?"
Hyun golpeó la cabeza de KyuHyun. ¿Cómo se atrevía a decir que Saeng era un mono? 
                          
"¡Mira! Acabas de admitir que lo has hecho. No solo has dicho que papito parece mono, sino que también es como un panda". 
Como dice el dicho: "De tal palo, tal astilla". 
El hijo de Hyun eran tan astuto como él. 
                          
"Así es. Claro que trato a tu papito como un panda. Acaso no lo sabes, el panda es considerado un tesoro nacional. Tú eres un simple mono que no puede compararse a un panda". 
Hyun pellizcó la nariz de KyuHyun y pensó: 'Aún eres muy pequeño como para poder ponerme una trampa'. 
                          
Mirándolos, Saeng sonrió y no dijo nada. El no se metería en aquella discusión, porque de otra manera, lo acusarían de ser parcial. También quería saber quién podría ganar ese juego. De todas maneras, ambos eran las personas más importantes de su vida.