Los débiles rayos del sol impactan sobre mis párpados cerrados, sentía mi cuerpo muy liviano, como si metafóricamente, estuviera recostaba sobre un montón de nubes esponjosas y blandas. Comienzo de a poco a despertar y siento como todo mi cuerpo está tullido.
¿Dónde estoy?
La habitación en la que estoy luce muy del estilo tradicional japonés, puertas corredizas, paredes delgadas adornadas de bonitas pinturas estilo oriental. En concreto, yo estoy sobre un grande futón color melocotón, pero lo que más me producía curiosidad era que portaba una yukata de color blanca. Mi típico uniforme de la escuela o mi ropa casual no estaban.
¿Qué había sucedido?
Los recuerdos sobre los acontecimientos pasados me llegan de golpe a la memoria.
¿Qué sucedió con todos?
Lo último que recordaba era que tanto a mí como a Toge nos querían atacar por seguir supuestamente los pasos de mi profesor, Gojo-sensei...
Me comienzo a incorporar de a poco del futón y me observo en un espejo próximo que estaba sobre el cuarto. Al ver mi reflejo podía ver como mi pelo estaba algo desordenado, pero limpio y desenredado. También mi cuerpo estaba libre de todo rastro con sangre y mi tobillo no tenía ningún dolor, ya que lo último que recuerdo es haberme hecho una fractura.
¿Acaso soñé todo?
No, porque viendo bien mi reflejo, noto como tengo ciertas cicatrices en el costado de mi cara, donde fue el impacto de lleno de las patadas que me dió la maldición de categoría especial. Suspiro cansada, estoy algo mareada y muy confusa por toda la situación.
Me coloco unos zapatos pequeños que encontré en la entrada y abro la puerta corrediza para salir al exterior. Frente a mí podía ver como los árboles estaban desnudos por haber botado sus hojas, el jardín que se posaba a la salida de la habitación, estaba cubierto por el resto de hojas de tonalidades amarillas, cafés, rojas y anaranjadas.
Ah cierto, estábamos en otoño.
Cuando comienzo a caminar noto que al costado de mis pies hay un bonito estanque que estaba con agua y repleto de los restos de hojas secas, la vista era realmente linda. Al mirar el cielo veo como este está gris y nublado, dando a entender que en cualquier momento quizás llueva.
No me retraso más, avanzo por los pasillos de la casona tradicional, extrañamente haciéndose conocido para mí el lugar. Dentro de mi memoria tenía el leve deja vú, de que quizás ya anduve deambulando por aquí, quizás en una de esas con mi abuelo cuando era pequeña le acompañaba a todos lados.
No obstante, salgo de mi pequeña burbuja cuando siento como la puerta corrediza que estaba a unos pasos de la mía se abre. De ella sale una señora de avanzada edad, que al verme sus ojos se agrandan más de lo normal y corre adentro de la habitación, que al asomarme noto que es la cocina de la casa, una gigante cocina diría yo.
Las manzanas de la alacena se veían apetitosas.
Cuando me debato si comer una o no, siento como pasos apresurados se aproximan en mi dirección y me asusto, recién caigo en la situación y debería haberme ido en cuanto vi a una señora que no conocía, la verdad desde que desperté en una habitación que no era mi hogar o la que se me asignó en el colegio.
Me dispongo a dar la vuelta pero rápidamente una mano me retiene sujetándome del brazo, haciendo que me de vuelta y nos quedemos mirando a los ojos.
Una mirada amatista me observa escéptico.
-¿To...toge? - Digo con un hilillo de voz.
Sentía mis ojos picar, amenazando como las lágrimas se ocumulaban en mis orbes.
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Derribando Las Palabras - Inumaki Toge y Tú (FINALIZADA)
FanfictionT/n llega al Colegio Técnico de Magia Metropolitana de Tokyo recomendada por su profesor Satoru. En él, conocerá como estudiante de primer año, a compañeros como Fushiguro, Kugisaki e Itadori. No obstante, nunca imaginó que, además de perfeccionar s...