Abstinencia

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En el reflejo del espejo no me reconocí, una flor marchita ocupaba el espacio en donde en debía estar mi cuerpo, ¿en que me había convertido? Las lágrimas se avecinaban en mis ojos, rogándome salir, intente de tenerlas, sin éxito. Me senté en el suelo y apoyada en la pared me llene de preguntas; ¿por qué? ¿Por qué quiero hacerlo? ¿Por qué no puedo hacerlo? ¿Por qué debería hacerlo? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Cuando ya lo había repetido unas 100 veces mis lágrimas cesaron. Me levanté y sin reconocerme en mis pasos tome lo que me atormentaba y lo hice, olvidé todo, el tiempo, las promesas, las personas, donde estaba, me olvidé hasta de mi misma y cuando la serotonina comenzaba a abundarme la rabia me envolvió, "soy una estúpida" y con el pensamiento de odio hacia mi misma en la cabeza cerré los ojos. A lo lejos voces me llamaban, voces que reconocía, pero yo ya no tenía fuerzas, ya no tenía las ganas, yo ya, yo ya me había ido.

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