La amada de todo Emperador

                                    

                                          
Zhao apretó los puños, y con la mente dispersa retomó su camino hacia el Emperador.
- ¿Segundo Hermano?- llamó Feng al verlo partir.
Los sirvientes temerosos reverenciaban a Zhao con cada paso fiero que daba.
- Su Alteza- saludó el Eunuco Yi, el hombre que había acompañado al Emperador desde sus años como Príncipe.
- Padre Imperial me espera- dijo Zhao sin detenerse, Eunuco Yi lo siguió.
- Su Alteza, Su Majestad está ocupado no puede atenderlo en este momento, por favor espere.- solicitó el pobre hombre, sus rodillas crujían tratando de alcanzar a Zhao, el chico se detuvo.
- Padre Imperial me mandó a llamar- dijo Zhao con clara frustración.
Dentro de la habitación del Emperador, el Emperador Tianlong revisaba algunos documentos pendientes, los gritos de Eunuco Yi y de Zhao lo sacaron de su concentración en un suspiro.
Ese niño no aprendía, gritaba y peleaba sin importarle quien estuviera presente, pero aún así sin duda, Yanmei lo hubiese malcriado más, el Emperador sonrió ante el recuerdo de la Séptima Concubina.
Con un suspiro, Tianlong se puso de pie y abrió la puerta de su habitación.
- Yi, déjalo pasar- ordenó el hombre, Yi hizo una reverencia, Zhao al verlo también lo reverenció.
- Padre Imperial- saludó el chico.
- Segundo Príncipe, juega conmigo una partida de Go.- ordenó el Emperador dejando entrar a Zhao a su habitación cerrando la puerta detrás de ellos.
Zhao se sentó frente al tablero aún con el ceño fruncido y la imagen de las diferentes razones por las que la Emperatriz citaría a las Chu.
- El Segundo Príncipe parece ausente- señaló el Emperador sentándose frente a Zhao, el chico salió de sus pensamientos y miró a su padre.
- ¿Padre Imperial sabía que Madre Imperial citó a las tres Señoritas Chu para un almuerzo privado?- dijo Zhao de inmediato, el Emperador asintió.
- La Emperatriz dijo algo al respecto, ¿hay algo que le incomoda al Segundo Príncipe de esta situación?- cuestionó el Emperador.
- ¿Para qué las citó?- preguntó el chico, Tianlong sintió pesar por Zhao, había algo que lo tenía nervioso y no lo decía.
- Las razones de la Emperatriz no son cuestionables si actúa siempre en favor de la Nación, ¿Qué le perturba Segundo Príncipe?- insistió el Emperador, Zhao comprendió que podía ser que su padre no supiera la razón de la visita o bien, no le diría.
Zhao negó con la cabeza mientras movía sus fichas del Go, había tantos movimientos, ¿pero cuáles le asegurarían el Imperio?, pedir la mano de Xian, pedir la mano de Lian, buscar el exilio o muerte de Tao, la de la Emperatriz, tantos movimientos, siempre había tenido claridad en sus ambiciones, pero ahora cualquier camino que tomara podía acercarlo o alejarlo del trono o de la chica de la horquilla del loto dorado.
Tianlong miró a su hijo, podía notar la contrariedad en los pensamientos del chico, por un momento le recordó a sí mismo, cuando se encontraba en el momento más oscuro de su vida, vengar a su amada o mantenerse en el poder.
El Imperio era la amada de todo Emperador.
Recordó Tianlong.
- Zhao...- llamó el Emperador, casi nunca llamada a sus hijos por su nombre, solo en aquellas ocasiones que sentía, les debía como padre, Zhao lo miró.- ... un Emperador sabio, entrega su corazón al Imperio, y cada decisión que toma lo hace para beneficiar a su gente antes que a sí mismo, incluso aquellos miembros que no son Emperador, deben actuar en favor de lo que representan, ser parte de la Familia Imperial significa actuar con la razón, no con el corazón.- dijo el Emperador, tenía la seguridad de que el conflicto de Zhao estaba en su corazón, ¿de cuál Señorita Chu? no lo sabía, pero lo que sí sabía, era que su innegable amor por Wang Yanmei le había costado la vida, sus hijos no cometerían el mismo error, mucho menos Zhao, por la memoria de Yanmei.
Zhao se maldijo a sí mismo por haber permitido que su padre accediera a sus pensamientos, si volvía a ocurrir eso podía ser el fin de todos sus planes, pero por otra parte, no había momento en que se sintiera más vulnerable que con su padre... y con Lian.
- Gracias Padre- dijo el chico, la decisión era difícil,  pero por ahora, la estrategia debía centrarse en su Padre, ganar terreno con el Emperador.
- Acompáñame afuera, escuché que Feng está mejorando su tiro con arco- sentenció Tianlong con el afán de convivir con sus hijos y distraer la mente de Zhao.
El chico asintió y ayudó a su padre a ponerse de pie, los dos caminaron hacia afuera de la residencia acompañados por el séquito de sirvientes del Emperador.
Tan pronto ambos estuvieron fuera, la Emperatriz pasó por delante, seguida por las tres Chu, al notar la presencia del Emperador, las cuatro los reverenciaron.
- Su Majestad- saludaron, el Emperador las miró a las tres buscando pistas de la persona en la mente de Zhao, su mayor apuesta era la Segunda Señorita, la única que había entrado al retiro con él.
Lian miró con el rabillo del ojo al Emperador con Zhao a lado, realmente eran parecidos, pero Zhao tenía cierta belleza y rasgos parecidos a los de la Emperatriz, cualquiera diría que la Emperatriz era la madre biológica de Zhao, pero no, era un conocimiento general la vida y muerte de la Séptima Concubina.
Zhao tenía razonables rencores en contra de la Emperatriz que asesinó a su madre y el Emperador que encubrió el crimen, pero aun así recordó la novela.
"Con amargas lágrimas, el Segundo Príncipe apuñaló el corazón de su padre mientras dejaba el falso edicto real a su lado.
- Zhao, lo lamento...- dijo el Emperador con dificultad y un hilo de sangre saliendo de entre sus labios. -... Yanmei, es mi culpa- dijo el Emperador con su último aliento.
...
Sólo en su habitación, sabiendo que su final estaba cerca, Tao había atravesado la ciudad con el ejército Mongol, Zhao esperaba su última batalla, esperando el encuentro con su némesis, el ahora Emperador sacó el verdadero edicto real de sucesión que su padre había dejado y que él había intercambiado por uno falso, nunca lo había abierto, pero en su corazón tenía la urgencia de leerlo.
Zhao abrió el pergamino y cayó sobre sus rodillas con pesadas lágrimas en su rostro.
= El título de Principe Heredero y el futuro Emperador queda a mi amado hijo, el Segundo Príncipe, Li Zhao, hijo del clan Wang= "

Zhao no lo supo hasta el final, que el corazón de su padre siempre estuvo con él y nunca lo culpó de sus crímenes, hasta su último aliento el Emperador se llevó todo pecado de su hijo el más amado.
Lian sintió pesar, si tan solo Zhao supiera eso, ¿cuántos crímenes y arrepentimientos podrían evitar?