Capítulo 2

                                    

                                          
Avril se había quedado dormida, cuando despertó se dio cuenta que ya era de noche. Ella todavía estaba adormilada, pero se acordó de aquel muchacho. Se levantó rápidamente hacia a la ventana. El chico al parecer no estaba. Ella dudosa miró un poco en dirección a la casa y ésta estaba sin luz, así que era obvio que no había nadie.
Como Avril todavía seguía con el uniforme, se puso su pijama favorito de animalitos, la que era cómoda, y se recogió el cabello en una coleta. Bajó a la sala y su madre estaba leyendo sentada en el sofá.
                          
–¡Hola, dormilona! ¿Cómo estás? Por cierto tu merienda está ahí en la mesa. No sabía si seguirías dormida así que por si acaso te preparé algo.
–Sí, debiste despertarme. Hubiera venido más antes. –Avril se sentó a comer lo que Carla le había preparado.
–Cómo te fue hoy en tu nuevo colegio?  
–Pues bien, conocí a una chica se llama Camila, es muy interesante. Más bien es amigable...Ahm! Ya me mandaron mi primera tarea. Por mala suerte me tocó  junto un tal Downey, ese chico  le caigo mal. –Respondió con sinceridad la muchacha
–Pues así son los chicos, trata de convivir con él. Ya verás que muy pronto son buenos amigos. –El consejo de Carla era muy claro. Avril decidiría hacer eso, pero no sabía si funcionaría del todo.
                          
Luego de terminar de comer, Avril se dirigió a su habitación y se fue a dormir. Mañana intentaría ser amiga de Downey.
Al día siguiente, Avril hizo la misma rutina de todas las mañanas, al llegar al colegio entró a su salón, le tocaba la primera hora la clase. Literatura.
Vio a Downey hablando con la profesora, Avril supuso que era algo sobre el trabajo, pero no quiso preguntar.
Avril se dirigió a su asiento y mientras la profesora terminaba de hablar ella se puso a conversar con Camila.
                          
–¿De qué crees que esté hablando Downey? –Preguntó intrigada Avril
–Según oí, quiere hacer sólo el trabajo, pero dudo que la maestra lo deje. –Afirmó Camila
                          
Downey regresó a su asiento y la clase por fin, pudo empezar. Avril quería ver la forma de hablarle, no se atrevía pero lo hizo.
                          
–¿Por qué quieres trabajar sólo? –El la quedó mirando, no sabía que decir.
–Lo siento, pero es que....Ehm estoy acostumbrado a trabajar a mi manera. No comparto ideas, trabajos, etc.
–Entiendo... –Avril se quedó callada.
                          
Al terminar las clases Avril se fue a su casa, como siempre. Dejó su mochila en su habitación y corrió hacia la ventana. El chico de la ventana todavía no llegaba, ella decidió esperar 5 minutos más y si no aparecía, se iría a hacer los deberes.
Al cabo de 6 minutos el muchacho apareció, ella se lo quedó contemplando. Por alguna extraña razón. Las cortinas del cuarto de aquel chico ya no estaban. Avril observó su cabello era castaño y se notaba sedoso. El chico estaba sentado leyendo, algo que parecía un libro. Avril estaba encantada, el muchacho se dio la vuelta y Avril pudo ver a alguien más. Y todo ese encanto desapareció por unos instantes.