Calor. Lo primero que noté al entrar dentro de la enorme sala era el calor que hacía. Decenas de personas bailaban perdiéndose en el ritmo de la música. Algunos más ebrios que otros. Las luces parpadeaban con intensidad y junto con el alto volumen de la música, era como cambiarme de realidad simplemente atravesando un par de puertas insonorizadas. Esquivaba a la gente como podía, mientras que seguía los pasos de Logan y Drake. Si no fuese porque este último me tenía agarrada de la mano, estaba bastante segura de que me habría perdido entre el albedrío de gente que tenía a mi alrededor.Nos acercamos a una escalera custodiada por un par de seguratas vestidos igual que los que había en la puerta del local. Quitaron el cordón rojo que impedía el paso y nos abrieron paso, dejando despejada las lujosas escaleras. En la planta de arriba había varias mesas sumidas en una tenue luz azulada, lo que brindaba un cierto aire de privacidad a cada una, ya que a menos que te acercases lo suficiente, no se podía distinguir las caras de la gente con claridad. Nos sentamos en un enorme sofá que rodeaba a una gran mesa redonda. Estábamos lo más apartado del resto de gente de la zona VIP que podíamos e incluso pude ver una cortina a los lados, que supuse que se podría cerrar para aislar la zona aún más en caso de que se quisiese.
Las camareras iban con muy poca ropa y llevaban unas máscaras similares a las caras de unas muñecas de porcelana que eran un tanto grotescas y personalmente no me agradaban para nada e incluso me daban mala espina. Supuse que esa era la intención para evitar que los clientes se sobrepasasen con ellas, mucha gente no sabe tener las manos quietas. Iban de una mesa a otra llevando enormes botellas de alcohol que no tenían pinta de ser para nada baratas. Aparté la vista de las chicas cuando sentí como un brazo me pasaba por encima del hombro y se acomodaba ahí.
- Madre mía muñequita, si lo llego a saber te saco de fiesta más a menudo.
- No empieces Logan.
- Estás espectacular, aunque el tonto ese que me está asesinando con la mirada y está sentando a tu izquierda, seguro que ya te lo ha dicho, pero no está de más que alguien te lo recuerde de nuevo.
Puse los ojos en blanco y le quité el brazo de mi hombro, quería tener la fiesta en paz esta noche y los juegos de Logan siempre acababan en líos. Me sonrió divertido como si pudiese leerme la mente y se llevó una copa de las que había en la mesa a los labios.
- ¿Todo en orden? – Drake dijo a mi lado cuando Drew apareció y se sentó en el sofá.
- Sí, deberían estar subiendo ya. Cate y Jay están en la parte baja, asegurándose de que todo esté controlado. No hemos visto nada fuera de lo común, parece que el sitio está limpio – Drake asintió y se apoyó contra el respaldo del sofá cruzándose de piernas.
- Bien, vosotros dos ya sabéis lo que tenéis que hacer.
Logan se levantó guiñándome un ojo con descaro antes de irse con Drew a la mesa más cercana y sentarse ahí. A los pocos minutos vi la silueta de otros dos hombres sentarse a su lado. Por el rabillo del ojo pude observar como alguien se sentaba justo en frente nuestra, por lo que fijé mi atención en él.
- Heather – Me sonrió con cortesía y no pude evitar abrir los ojos ligeramente debido a la sorpresa de verle ahí.
- Mason – Le devolví la sonrisa.
Estaba menos arreglado que en la fiesta de Las Vegas, incluso se podría decir que llevaba un atuendo bastante casual, lo que le hacía parecer más joven que la otra vez que le había visto. Se inclinó sobre la mesa y cogió una copa de champán, llenándola y ofreciéndomela. Me incorporé ligeramente aceptándola y dándole un pequeño sorbo mientras que él se servía otra copa.
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Criminal Love
Teen FictionHeather Foster es lo que se conoce como una niña de papá. Su expediente está impoluto, sus notas no podrían ser mejores, tiene una vida en la que no le falta de nada y su padre es el sheriff del pueblo. ¿Qué pasará cuando se entere de que un delinc...