Amigos.

                                    

                                          

Sentir la calidez reconfortante de un hogar rodeado de aquellas personas que lo aceptaron en sus vidas así como si nada y que poco a poco sin que él se diera cuenta ya se habían convertido en algo importante.
                          
Gen fue quien acepto su secreto sin gritar o salir de lengua larga a contárselo a todos y que lo ayudaba ciegamente a pesar de que se le pegaba como pulga, Taiju y Yuzuriha eran el complemento perfecto para hacerlo reír y ablandarse a la vez haciéndolo conocer nuevos lugares como ocurrió en aquel viaje meses atrás y que ya lo consideraban un amigo de toda la vida, Ukyo era con quien a pesar de conocerlo poco se sentía muy cómodo con aquel muchacho y su actitud relajada y positiva hacia todo era como un respiro, Ryusui a aquel riquillo podía tacharlo de fiestero y despreocupado con todo a su alcance pero con una lealtad y seguridad inquebrantable, cada una de las personas que lo rodeaban en ese cuarto eran sin que él lo quisiera en un inicio, sus amigos, una familia.
                          
Todos habían entrado a su vida de manera aleatoria y sin conocerlo del todo y ahora estaban allí con él festejando una fecha que estaba seguro al diez billones por siento seguro de que no era de importancia para ellos hasta que la leona se los dijo y...la leona.
                          
Era con quien siempre estaría en deuda, fue la primera que lo vio y no se lo pensó dos veces antes de cargarlo y abrirle la puerta de su apartamento, recostarlo en su cama y empezar a mantenerlo como madre soltera, mostrándole todo del mundo exterior, haciéndole probar sabores que hacían que su paladar se deritierra de puro gusto, gasto la mayor parte de sus ahorros y salario en él, en los útiles que usaba para ir a la Universidad con ella y la ropa que traía puesta así como aquella bufanda y que también se había atrevido a domarlo en una sola noche en la que pudo deslizarse sobre la piel desnuda de la joven susurrandole que la amaba y ella a él no sabía cuando su corazón empezó a latir tan fuerte en compañía de aquella leona que no lo miro como un monstruo sino como a una persona, ella vio a una persona bajo aquel montón de escamas, lengua siseante y colmillos venenosos.
                          
- Gracias....- susurro - gracias...-
                          
- ¿Te gusta? - Kohaku que estaba a un costado de él lo miro con una sonrisa que se le fue al instante que vio una lagrima correr por su mejilla - ¿Senku? - 
                          
- Estoy bien - paso su ante brazo por su cara y soltó una breve risa - diez billones de puntos para todos ustedes- los miro - para cada uno, también incluido tú Ginrou -  
                          
- ¿Eh? ¡Gracias! - dijo con el pulgar en alto - pero...- hizo una pausa - ¿No deberías de darle esos puntos a Kohaku-chan? - pregunto - ella fue quien organizó todo e hizo las invitaciones - 
                          
- N-no me den todo el crédito a mi - dijo agitando las manos - ¡N-nikki, Yuzuriha, Amaryllis y Kirisame también ayudaron, así como el resto! -
                          
- Pero en efecto la idea fue tuya - dijo Kinrou crusado de brazos mientras acomodaba sus anteojos - 
                          
- Ehh....- sintió su sangre irse hasta las orejas - 
                          
- ¡Kohaku-chan se esforzó por que este día fuese perfecto para ti, Senku!- dijo Taiju llamando la atención del peliverde hacia él - ¡Ella planeo cada cosa que vez aquí dijo que quería que este fuese un gran cumpleaños ya que según ella nunca pudiste cele...- 
                          
- Creo que ya es mucha charla Taiju - dijo Tsukasa colocando una mano sobre la boca del castaño - mejor deja que se divierta - soltó una risita - 
                          
Todos soltaron pequeñas risas y carcajadas.
                          
- ¡Bien es hora de partir el pastel! - dijo el pelinaranja con cuchillo en mano en alto - 
                          
- Bien, comamos - dijo Senku con una media sonrisa - 
                          
- ¡Si! - dijo la amazona juntando sus dos manos sonriendo - 
                          
La comida y bebida fue repartida y servida y la música no hizo falta así como las risas en el rostro de los demás que se entretenian hablando, contando chistes o simplemente viendo los trucos de magia de Gen que hasta el propio Byakuya se asombaraba con estos. Senku entre todo eso y mientras sonreía con un vaso en mano sintió una presión en su hombro y al voltear vio la mano de Mozu apoyada sobre su hombro, el castaño lo miraba fijo pero con una media sonrisa en el rostro, una sonrisa tan tranquila y agradable como si fuesen amigos de toda la vida.