¡Pequeñas historias con tus personajes favoritos de distintos animes! (xLectora ♀)
✓500k: 5 de junio, 2020.
✓1M: 14 de abril, 2021.
Los animes y personajes no me pertenecen. Créditos a sus respectivos mangakas/creadores.
🚫 Está PROHIBIDO resubir m...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Alguna vez has escuchado sobre el único amor de Ryōmen Sukuna? Claro que no, sorprendente sería que fuera así. Nadie jamás se imaginaría que el Rey de las Maldiciones sientiera gusto por alguien más que no fuese él mismo, sin embargo, sí hubo alguien capaz de entrar en el interés del demonio. Normalmente esta historia no era muy conocida, ya que desde la muerte de Sukuna hace mil años no se le dio más importancia, eran pocos los chamanes que se saben ésta parte de la vida de la maldición de grado especial, y tampoco era algo que fuera importante divulgar. O eso creían.
¿Quién fue la persona que logró caer en gracia del Rey? La respuesta es tan fácil como inimaginable. No se sabe a ciencia cierta cómo fue que se conocieron ni cómo fue que se enamoraron, la relación de esos dos era un gran enigma, por lo que contenía bastantes secretos que nadie realmente se molestó en buscar. El único amor que tuvo Sukuna fue una hermosa y joven mujer chamán, tenía un cabello sedoso de colores dorados como el oro, unos preciosos ojos tan verdes y relucientes como las esmeraldas, y cuyo físico era bastante envidiable. Cumplía con todos los estándares de belleza que estaban adelantados a su época, cualquiera podía caer preso de su encanto con tan sólo ver su sonrisa de perlas y oler la fresca fragancia de su cabello. Frente a Sukuna, ella era bastante sumisa y delicada, cumplía cada uno de sus deseos, sin excepciones. Pero también tenía un lado completamente contrario al que mostraba a su enamorado, cuando cumplía con los encargos que le daba el Rey, era una persona despiadada, fría y malvada casi al grado de su alma gemela. Era bastante hábil y fuerte en combate, por lo que cada que terminaba alguna misión recibía elogios y demás decomensas por parte de Sukuna. ¿Qué más podía pedir aquel demonio? Tenía una belleza a su lado que cumplía sus caprichos son rechistar y su energía era bastante poderosa. Ella era su reina, a la cual cuidaba como una delicada flor aunque ésta realmente no lo necesitase.
Pero con la caída de un rey también viene el desplome de su reina. Las metas de Ryōmen eran las metas de ella también, y estas se vieron interrumpidas cuando los chamanes de aquella lejana época -que cada vez se volvían mas poderosos- lograron capturar a la amada del demonio, usándola como objeto para debilitar a la maldición por medio de amenzas de que la matarían si no ponía un alto a sus atrocidades. Estaba realmente enfurecido, pero ese enojo no sería nada a comparación de lo que se vendría después. Había aceptado a reunirse con uno de los chamanes más fuertes de la época para llegar a un acuerdo, aunque era de esperaese de que Sukuna no querría llegar a ninguno y solo les arrebataría a su mujer. Después de pocos minutos de charla que terminaron en nada Ryōmen de impacientó y procedió a llevar a cabo su plan; pero no contó con que sus enemigos le llevaban un paso más de ventaja. En cuanto asesinó al chamán enviando a hacer el "trato", su amada fue ejecutada rápidamente también, desatando la ahora incontrolable ira del Rey de las Maldiciones. El resto sobre cómo lograron matarlo y contener su cuerpo es la parte de la historia más conocida.
