52. Date Prisa, Tiene Frío

                                    

                                          
52. Date Prisa, Tiene Frío
                          
La aguja se introdujo instantáneamente en un vaso sanguíneo, Chu Feng sacó la jeringa vacía y la tiró al suelo, colgando la cabeza y respirando lentamente un suspiro de alivio.
                          
Alguien tentativamente le lanzó algunos golpes más, gritando: "¡No va a contraatacar, vamos!"
                          
Chu Feng acababa de dejarlos sin sentido, y varios de ellos seguían tirados en el suelo, vivos o muertos. Aunque no pudieron matarlo, fue bueno golpearlo y romperle las extremidades para sacar su ira. Pero cuando Lobo del Cielo vio su inyección, de repente se puso nervioso y lentamente se alejó de la multitud.
                          
Chu Feng estaba rodeado de personas que lo pateaban y lo golpeaban, pero aún estaba de pie con la cabeza gacha, sin ofrecer resistencia.
                          
Alguien lo agarró del brazo y trató de doblarlo hacia atrás, pero aunque parecía relajado, sin usar ninguna fuerza, su brazo no se movía.
                          
El hombre estaba tratando de aplicar más fuerza cuando escuchó un crujido de sus huesos.
                          
Cuando todos escucharon este extraño sonido, se detuvieron y se miraron el uno al otro.
                          
Después de unos segundos, Chu Feng levantó lentamente la cabeza.
                          
"¡Ah!" Los dos hombres que estaban frente a él gritaron alarmados y dieron dos pasos hacia atrás.
                          
Los demás se apresuraron a preguntar: "¿Qué está pasando?"
                          
"Hola, su cara ..."
                          
Cuando todos miraron el rostro de Chu Feng, sus bocas estaban abiertas con horror mientras estaban allí inmóviles. Las pupilas de ambos ojos se pusieron rojas y su piel estaba tan pálida que se podían ver diminutas venas azul violeta.1
                          
Una persona normal nunca se vería así.
                          
"¿Es esta ... una puta persona viva?" Alguien gritó.
                          
En ese momento, nadie pudo ver lo que estaba haciendo Chu Feng, pero todo lo que pudieron sentir fue un destello de luz, y los dos más cercanos a él volaron del cielo y se estrellaron contra la pared de piedra al costado de la carretera con un crujido amortiguado de huesos.
                          
Todos tenían el instinto de huir lo más lejos posible.
                          
Pero estaban asustados por la escena frente a ellos, sus pies no escucharon la orden y sus dientes castañeteaban mientras se quedaban congelados en el lugar. Bajo su mirada aterrorizada, Chu Feng de repente saltó, dio un paso en el aire y saltó hacia el automóvil a más de diez metros de distancia. Aterrizó de nuevo, aterrizando firmemente en el techo de la camioneta.
                          
El SUV hizo una fuerte explosión , sacudió dos veces, y dos huellas se hundió en el techo.
                          
Una de las dos personas en el coche estaba arrastrando al inconsciente Ding An fuera del coche, mientras que la otra movía a Luo ZhouZhou. Cuando el Lobo del Cielo le gritó, sintió un pequeño tambor en su corazón y quiso mover al Omega, que todavía estaba colgando del auto, al asiento para acostarlo.
                          
Estaba dentro del auto y no prestó atención a lo que sucedía afuera. No fue hasta que se escuchó un fuerte golpe en lo alto y el automóvil se sacudió que soltó el asiento y miró hacia arriba en un silencio atónito.
                          
Después de dos segundos de silencio sofocante, trató de mirar hacia el techo del auto, pero antes de que pudiera hacerlo, vio una sombra destellar frente a la puerta. Después de un momento de mareo, se dio cuenta de que estaba colgando en el aire con los pies fuera del suelo, y reaccionó gritando fuerte de miedo.