Camil
Reprimí un gemido al sentirlo moverse hacia mí, aprete con fuerza las sabanas y arquee mi espalda al sentir el placer que me provocaba con cada embestida profunda y lenta; sonreí al sentir sus labios sobre mi espalda trazando un camino húmedo en mi cuello, Daniel retiro mi cabello y se concentro en esa parte, no pude soportar más mi gemido y lo expulse con fuerza, el cuerpo de Daniel se tensó sobre el mío, sentí como sujetaba con mas fuerza mi cadera y aceleraba sus embestidas.
—Joder. —apoyo su cabeza en mi espalda mientras sentía como se esparcía dentro de mí, la oleada de ese exquisito orgasmo me impidió respirar por algunos segundos, no tenía idea de cuánto tiempo llevábamos aquí o la hora que era, pero tampoco me importaba, mi loba quería más, quería más de su mate.
La respiración de Daniel se recupero poco a poco, beso mi cuello mientras salía de mi lentamente, lo mire cuando se recostaba a mi lado con una pequeña y cansada sonrisa en su rostro.
Sabía que debía dejarlo descansar, pero el animal dentro de mi deseaba exprimirlo hasta su último aliento.
—¿Estas bien? —Daniel frunció el ceño y giro a verme.
—Estar bien es poco, esta sin duda es la mejor noche de toda mi existencia. —sonreí mordiéndome ligeramente el labio. —¿Tu estas bien? —giro su cuerpo hacia mí.
—Excelente, he esperado esto por mucho tiempo.
—Espero que haya valido la pena, perder tu virginidad con alguien como...
—Daniel. —lo silencio mientras me acercaba más a él. —Hay tanto que quiero que sepas y una de esas cosas es que jamás me arrepentiré de estar contigo, te amo y estaré por siempre segura de ti.
—Eres lo mejor de mi vida Camil. —sonreí, mi loba estaba eufórica, eso era lo más cercano que había en un "te amo", sabía que era difícil para él decirlo pero poco a poco notaba un avance.
—Dentro de unos días saldré de la ciudad. —dije, vi un nervio tirar de la comisa de la mandíbula de Daniel, desvió la mirada hacia el techo apenas dije eso.
—¿Te iras?
—Nos iremos. —corregí, Daniel volteo a verme con el ceño fruncido nuevamente. —Sera unos días de campo, alquile una cabaña fuera de la ciudad, el lugar estaba bajo vigilancia por lo que es seguro. Quiero unos días a solas, solos tu y yo. —Daniel tomo un poco de mi cabello y lo llevo a su nariz, me fascinaba que le gustara mi aroma.
—¿Así que unos días solos, en una cabaña? —Daniel estiro su sonrisa, para entonces ya sabia cual sonrisa era la que usaba, esta era una sonrisa traviesa. —¿Sabes a lo que te arriesgas, verdad ángel?
—No estoy en ningún riesgo, se lo que hago, se lo que eres para mí, solo...necesitamos tiempo y lo tengo de sobra. —Daniel mordió quizás inconscientemente su labio inferior, eso fue suficiente para activar cada una de mis hormonas y tomar la iniciativa, subí hacia él hasta tenerlo justo debajo de mí, sonreí al sentir el cuerpo mas tenso de normal, su mirada había cambiado y sus labios estaban resecos y entreabiertos. —¿Qué? —pregunte al verlo así.
— No me esperaba que hicieras algo así, me tomaste frio. —sentí el pequeño y muy camuflado nerviosismo entre sus palabras, sonreí aun más, mi parte de Alpha posesiva y dominante había salido a flote.
—¿No te gusta? —ladee la cabeza mirando a Daniel como observaba detenidamente todo mi cuerpo.
—Nunca dije eso. —Daniel tomo mis piernas atrayéndolas más hacia su centro, se levantó de su lugar quedando a centímetros de mis labios, dirigió sus ojos hacia los míos y sonrió. —Mia, ya eres mía Camil.
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Eres mio, Humano©
WerewolfSinopsis: Una futura Alpha que encontrará el amor donde menos lo esperaba, su mate será un simple humano "el futuro Alpha de su manada". Dos mundos diferentes podrán ser más cercanos de lo que creen, secretos del pasado resurgirán y enemigos volverá...