Habían pasado dos semanas desde que comencé a entrenar con Itadori y Gojō. La estrategia de Gojō había sido que practicara todos los días mi ritual sola y, en cuanto a mi entrenamiento de resistencia, debía de pelear contra Yuuji.
Y maldita sea, Itadori sí que tenía buen físico. Al principio me costó mucho llevarle el ritmo.
Aunque, ando algo triste por él. Cuando llegué, me había contado que estaba en proceso de realizar su primera misión como hechicero junto a Nanami, un hechicero rubio de clase especial que conocí. A los días, me contó muy emocionado como conoció a un amigo nuevo llamado Junpei, sus ojos le brillaban contándome el asombroso día que tuvo junto a él, me confesó que lo habían invitado a comer y que la pasó muy bien. Realmente me alegré por él.
Pero antier, entre lágrimas, me comentó que Junpei había muerto en la misión. Una maldición de rango especial llamada Mahito lo había asesinado transformando su alma. Lo peor del asunto, es que había escapado.
Realmente me siento muy mal. Cada vez que recuerdo sus ojos rojos, la manera en la que gritó y se colocó a llorar en mi hombro... Me destroza todos los días.
Yo deseaba acompañarlo en aquella misión, pero lamentablemente Gojō me dijo que no era posible.
Hacia lo que estaba en mis manos para animarlo, lo levantaba con algo de chocolate, permanecía permanentemente con él alrededor de casa, le contaba chistes...
Porque yo sé lo difícil que es perder a alguien querido.
Toda mi familia es humana, y, a pesar de que no era cercana ni a mis tíos y primos, si lo era con mis padres.
Mi padre siempre había sido un grandioso hombre, a veces era algo misterioso y extraño, pero ante todo fue un excelente padre.
Sin embargo, desde que nací, una enfermedad mortal comenzó a atacarle el cerebro, nadie sabía que era, ni si quiera los doctores ni los hechiceros. Con los años, empezó a empeorar el doble de rápido de lo que debía. Murió cuando tenía 8 años.
Me duele que hoy en día no recuerde mucho de él, pero siempre a mi mente viene la imagen de su sonrisa de compasión por cada vez que hacía algo malo por culpa de mi poder. Nunca me regañó, nunca dijo algo malo acerca del ritual maldito con el que cargo, nunca se quejó de mi...
Perderlo fue horrible para mi. Fue la peor época de mi vida. Agregado a esto, quedé sola con mi madre, para ella desde el principio fue imposible asimilar que yo fuera una hechicera, puesto que es una mujer muy religiosa. Recuero que un día me llamó demonio, aunque todo está en el pasado.
Tuve que mudarme sola desde los 13, ya que las maldiciones no dejaban de atacarla por mi energía maldita.
Entiendo completamente por lo que Itadori debe estar pasando...
Era de noche y ya era hora de dormir, como se volvió usual, fui a preparar tres chocolates. Un chocolate con bastante azúcar que dejaba en la nevera con una nota que decía "Gojō シ︎" y el resto eran el de Itadori y el mío.
Toqué la puerta de su habitación dos veces y escuché un "pase".
Itadori estaba arropado de pies a cabeza con una cobija, pero en sus ojos podía ver que estaba completamente despierto.
—Aquí tienes, Yuuji—dije colocando su chocolate en su mesa de noche—. Dulces sueños.
Acaricié su cabello y él me dio una sonrisa reconfortante. Iba a cerrar la puerta, pero antes.
—¿Necesitas algo más?—pregunté—. ¿Quieres hablar un poco antes de dormir?
Él se quedó en silencio, por lo que imaginé que no quería nada más e iba a cerrar la puerta.
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Ritual ancestral | Jujutsu Kaisen | Harem x reader
FanfictionAkabane ________ nació destinada para ser la sucesora de Satoru Gojō. Su increíble poder la obligará a conocer el mundo de la hechicería y todos los que se involucran con él, no obstante, no esperaba que terminara enamorada en el proceso... ☠︎︎ He...