Capitulo 3: Una pequeña pelea

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Connor quiso hacer lo mismo que su hermana mayor aunque por obvias razones, se caía o no podía hacer tales movimientos.

Bayonetta soltó una risita al ver como su mascota jugaba , como si viese a un cachorro juguetear consigo mismo.

—Connor es hora de Irnos—  dijo Bayonetta mientras recuperaba sus ropas para estar tapada

Connor detuvo sus jugueteos y miró a su hermana mayor

—¿A donde Vamos Bayonetta?— preguntó el pequeño confundido ya que no sabía a donde irían

Bayonetta solo se puso a Caminar y Connor la siguió caminando rápido

—quiero hacer lo que tú haces— dijo Connor alzando la vista para ver a su hermana mayor

—¿a que te refieres pequeño?— pregunto Bayonetta bajando la vista para verlo

—¡Ya sabes eso de ser flexible y agil y poder hacer esos bailes raros para llamar a ese dragón gigante!— respondió el Niño entusiasmado incluso sus ojos dieron un pequeño brillo por la emoción

Algunos meses pasaron Y ahora Connor  tenía  casi una vida de un niño normal, ropa común (la cual aumentaba su deuda con Bayonetta) , con la excepción de que no iba a la escuela y tampoco tenía amigos lo poco que sabía era porque Su hermana se lo enseñaba y esa poca vida normal que tenía  era poder admirar a héroes de comics  (más con Los X-men ya que se sentía más identificado con ellos)  así que era normal que le gustaran los dragones

—imagina si puedo llamar a ese dragón , seguro el profesor Xavier  quisiera que esté en su escuela o con los vengadores para salvar el mundo— dijo muy emocionado e incluso daba saltitos

—¿Entonces ya no estarías conmigo? Que mal agradecida mascota resultaste ser— dijo Bayonetta de una manera burlona pero al ver la cara baja del niño negó con la cabeza y lo despeinó

—estoy segura que esas personas serían afortunadas de tenerte del bando de los buenos— agregó la mujer para levantarle el ánimo al niño cosa que logro ya que volvió a sonreírle así que suspiró aliviada ya que no tendría que escuchar sus lloriqueos

Un poco después llegaron a una bodega abandonada y mugrienta

—¿ehhh y que es este lugar? — preguntó el niño confundido

Bayoneta se limitó a sonreír y del techo se abrió un portal morado el cual volvió la bodega un lujoso bar de estilo Gótico, Connor se asustó un poco ya que se sentía un ambiente pesado        por el estilo del lugar, atrás de la barra había un hombre, alto, para su perspectiva 2 metros  , lentes oscuros y de piel negra y una gabardina del mismo color que la piel del hombre

—Bayonetta ¿cuanto tiempo?—preguntó el hombre con una muy leve sonrisa mientras expulsaba el humo qué había inhalando de su puro

—¡hey yo también puedo hacer eso!— exclamó Connor saliendo de la espalda de Bayonetta emocionado ya que creyó que había alguien igual a él , pero en cuanto el hombre y el niño cruzaron miradas sintieron algo extraño, una rara sensación de quererse matar el uno al otro.

—¿Y qué hay de ese mocoso?— soltó El hombre mientras le servía su bebida favorita a la bruja

—no me digas que ahora eres madre—

Bayonetta soltó una carcajada —prefiero que me maldigas a convertirme en madre, ese niño de ahí se llama Connor y es mi nueva mascota—

Connor levantó la mano por educación aunque un poco molesto ya que aunque llevan ya un tiempo juntos ella no lo consideraba un familiar, pero no había tiempo de desanimarse el seguía sintiendo esa vibra hostil que emanaba de aquel sujeto.

Mi estupido hermano menorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora