Capitulo 6

                                    

                                          
El Clan Lan suele hacer una cacería cada año para comprobar la capacidad y alcance de sus discípulos, ya sean jóvenes o adultos, y aprovechar para llevar suficiente alimento a sus hogares al acercarse la temporada de hambruna; cada Clan se preparaba como podía en el invierno para sobrellevar lo duro de la hambruna al llegar la hibernación de muchos animales y las fuertes nevadas que dificultaban la caza, en especial para ellos que vivían en el norte y el clima era más extremo. 
Además de cazar, revisan los terrenos que le pertenecen al clan; normalmente hay discípulos vigilando los alrededores de Cloud Recesses en caso de que haya algún intruso, pero últimamente habían estado notando movimientos extraños a unos cuantos kilómetros alrededor del Clan. Tenían que asegurarse de que la manada estaba segura y no había intrusos invadiendo sus tierras.
Era bien sabido que ningún otro miembro de otros clanes puede pisar más allá de los límites establecidos de cada clan; aunque exista la alianza entre los clanes, nadie podía entrar a otros terrenos sin pedir permiso previamente, por el sentido territorial de los lobos; si un desconocido se acercaba o entraba, lo primero que reaccionaría sería el instinto tratando de alejar o asesinar al intruso por acercarse demasiado a su manada. Normalmente se daba un largo aullido como advertencia, pero si la otra persona no lo toma en cuenta y entraba de una forma u otra, no se podía reclamar por su castigo o asesinato. Era un castigo justo por violar una de las leyes más importantes de los lobos.
Era una ley vital e inquebrantable entre ellos.
Por ello todos los alfas y betas mayores asistían a la cacería; no llevaban a los omegas para protegerlos de cualquier daño o situación que pudiese darse mientras estaban fuera. Había llegado a pasar en el pasado que algún alfa desconocido llegaba a oler las feromonas de un omega y se acercaba para marcarlo o llevárselo lejos, incluso los mismos alfas del clan reaccionaban a las feromonas de los omegas que, al estar en la naturaleza y entrar en un contacto más profundo con su lobo interno, se volvían más fuertes y difíciles de ignorar. No podían arriesgarse y llevar omegas que no han sido marcados. Incluso los omegas marcados eran excluidos de la cacería por la angustia de sus parejas al pensar que los exponían a un peligro innecesario.
Era necesario llevar a quienes no podían reaccionar a las feromonas y a quienes podrían defender el territorio con garras y dientes, no querían poner a los omegas en riesgo o ellos ser un peligro para ellos en la intemperie si alguno no llega a controlarse. Llevan betas al ser la mejor opción para apaciguar alfas porque no se ven intimidados por sus feromonas y tampoco pueden reaccionar a su voz de mando.
"Nos dividiremos en tres grupos para vigilar cada extremo del territorio. Si ven, escuchan o huelen algo extraño no duden en arremeter contra ello o comunicarselo inmediatamente a WangJi y a XiChen." 
El gran grupo de lobos blancos se partió en tres pequeños grupos y cada uno avanzó en diferentes direcciones. 
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Wei WuXian estaba poniéndose las largas túnicas blancas de Lan WangJi, bañadas en el olor a sándalo del alfa, tratando de impregnarse de su aroma. Las túnicas le quedaban grandes, pero eran cómodas de usar.
"Ning, cuida bien de tus hermanos" le dijo el omega a uno de sus conejos, terminando de acomodar el cinturón blanco en su cintura "les dejé comida suficiente para dos días, no permitas que el tragón de tu hermano Cheng se lo coma todo y no hagan mucho desastre. A-Niang volverá pronto de la cacería, ¿okay? No le digan a GuangYao que me fui, tal vez pronto se de cuenta pero no quiero saber que fue gracias a ustedes."
Wei Ying se subió al marco de la ventana y bajó por el tronco de un árbol hasta unos arbustos, escabullendose entre ellos hasta llegar a la entrada de Cloud Recesses evadiendo a los guardias en su patrullaje y emprender el viaje hacia donde debía estar el resto del clan. A WuXian le era completamente injusto que no le dejaran ir a él y a los otros omegas a la cacería sólo por lo que eran; no eran frágiles o débiles; había sido entrenado de una forma muy rigurosa en Yunmeng por los Jiang y estaba orgulloso de decir que era un omega capaz de tener una buena pelea con un alfa. Acudió a los mismos entrenamientos de espada que Jiang Cheng a cargo de su madre y aprendió a luchar junto al resto de discípulos.